En la era de la información, el papel de las redes sociales en la política ha dejado de ser una mera curiosidad para convertirse en un elemento central en la conformación de la opinión pública. La reciente controversia acerca de la influencia de TikTok en las elecciones rumanas nos presenta un fascinante caso de estudio, en el que la línea entre la ética, la manipulación y el marketing se vuelve borrosa. Así que prepárate, porque en este artículo vamos a adentrarnos en un mundo donde las cuentas de TikTok pueden cambiar el rumbo de una elección presidencial.
Un descubrimiento inquietante: la red de TikTok
Primero, quiero que nos pongamos en situación. Imagina que eres un detective en medio de una de esas tramas de espionaje que tanto nos gustan en el cine. Ahora abres un dossier que contiene información de las redes sociales. ¡Sorpresa! Descubres que hay 25.000 cuentas de TikTok que apoyaban a un candidato presidencial rumano, Calin Georgescu, justo antes de las elecciones. ¿Te suena un poco loco? Para nosotros también.
Estos documentos, que han sido desclasificados por el Servicio de Inteligencia de Rumania, revelan que algunas de estas cuentas habían sido creadas en 2016, mientras que otras fueron lanzadas apenas dos semanas antes de las elecciones. Ya te imaginarás la pregunta que viene a la mente: ¿quién las financió? Aparentemente, Calin Georgescu no reportó ni un solo euro en gastos de campaña, manteniendo una imagen de total «tranquilidad» en sus finanzas, a pesar de que un magnate de las criptomonedas, Bogdan Peschir, estaba metiendo un millón de euros en la mezcla.
Marketing de guerrilla digital: una nueva estrategia electoral
Es aquí donde la historia se torna aún más interesante. Dragos Stanca, un experto en comunicación digital, sugiere que esta estrategia se puede catalogar como marketing de guerrilla digital. Este término no suena tan emocionante como «La Guerra de las Galaxias», pero la idea es muy parecida: acción inesperada y revolución desde las bases.
Las guerrillas militares han sido históricamente grupos pequeños que luchan contra fuerzas más grandes y poderosas. Ahora, imagina que esa misma táctica se aplica en el mundo del marketing, donde los usuarios comunes se convierten en propagandistas de una idea. Este enfoque es especialmente efectivo porque las personas suelen confiar más en otras personas que en grandes marcas o partidos políticos. Después de todo, ¿quién no siente curiosidad por lo que dice su vecina sobre la última crema para la piel que prometía devolverle a la vida?
La evolución de la comunicación política
Generaciones pasadas se informaban de la política a través de carteles electorales, mítines y noticias en televisión. Pero, ¿quién se sienta a ver las noticias hoy en día? Si estás en la veintena como yo, probablemente estés obteniendo tu información de Instagram, TikTok o de algún pódcast que «te mate de risa». Por cierto, aquí va un pequeño saludo al amigo que me introdujo al mundo de los pódcast mientras me tomaba un café en esa cafetería que se vuelve cada vez más popular en Instagram. La conversación que tuvimos no solo fue amena, sino que también abrió mis ojos sobre cómo la información se comparte hoy.
Pero volviendo al tema, Stanca observa que la campaña de Georgescu usó no solo TikTok, sino también las plataformas de Meta (gracias Facebook por seguir existiendo) y Alphabet (sí, estoy hablando de Google). Al parecer, los partidos en Rumanía están tan ansiosos por jugar en la misma liga que incluso están utilizando “intermediarios” y “subintermediarios” para llevar a cabo estrategias que son, cuando menos, legales, pero moralmente cuestionables.
El gran dilema: ¿regulación o libertad?
Frente a un escenario tan complejo, surgen preguntas vitales: ¿deberían existir leyes más estrictas sobre el uso de las redes sociales en la política? Mientras Stanca se muestra reacio a la idea de una sobre-regulación, el consenso parece inclinarse hacia que, al final, podría ser una necesidad. Y es que, amigos, el comportamiento de las plataformas de redes sociales podría ser «una locura rentable para los gigantes tecnológicos, pero un suicidio para las democracias».
¡Toma nota! Si te sientes mal por las interrupciones constantes de tus estudios o tu primera cita (si es que aún existe el amor moderno), recuerda que TikTok se defiende diciendo que tiene 6.000 profesionales en la UE trabajando para mantener «la plataforma segura». Pero, ¿es eso suficiente?
La democracia y el poder de la manipulación
Con toda seriedad, cuando hablaba de “emboscadas” y “guerrillas digitales”, no me refería solo a una broma. La manipulación de la información ha sido un tema recurrente en campañas políticas. No estamos hablando solo de unos pocos trolls en la computadora de su sala, sino de campañas organizadas que podrían influir en el destino de una nación. La pandemia ha preparado el terreno para que estas campañas sean más intrusivas, utilizando el miedo y la desconfianza para propagar narrativas engañosas.
El experto Stanca menciona que el nivel de manipulación es inversamente proporcional al nivel educativo. ¿Qué quiere decir eso? Que, cuanto menos educados son los individuos, más vulnerables son a la manipulación. Es como cuando a mi amigo le compraron un producto infame en línea porque prometía una «pérdida de peso instantánea». Él, como un hombre de fe, lo compró. Sabes que este tipo de anticuerpos mentales no se limitan al sector de los productos de salud.
TikTok, un fenómeno global
Volvamos a nuestro amigo, Calin Georgescu. Las acusaciones en su contra no son un fenómeno exclusivo de Rumanía. En realidad, la influencia de las redes sociales en un ámbito político se ha visto en varios países de Europa. Desde Filip Turek, un expiloto checo convertido en youtuber de extrema derecha, hasta el tiktokero chipriota Fidias Panayiotou, que se lanzó a la política sin experiencia previa. Parece que un nuevo campo de batalla se ha abierto en el mundo digital, y todos quieren jugar.
Por si no lo sabías, Rumanía se sitúa como uno de los países de la UE con un alto número de usuarios de TikTok. Casi la mitad de su población se convierte en creadora de contenido. Cada vez que miras tu página de inicio de TikTok, hay un homenaje a la cultura viral del momento que no puedes ignorar. Es una mina de oro para la política, pero también una potencial trampa emocional.
Desconfianza y elecciones
Las encuestas sugieren que la población rumana está profundamente dividida entre la desconfianza y una especie de alivio ante el caos político. La segunda vuelta de estas elecciones ha sido cancelada debido a irregularidades, y no sorprende cuando sabemos que muchos de esos «electores» se informan en las redes sociales.
La pregunta persistente es: ¿podrán las futuras elecciones mantenerse al margen de esta atmósfera de desconfianza? La manipulación a través de plataformas digitales se asemeja a un juego de ajedrez, donde los peones (los votantes) pueden ser movidos estratégicamente por los jugadores (los políticos).
Reflexión final
Poco a poco, queda claro que la política ya no es lo que solía ser. Mientras los grandes titanes de la tecnología se frotan las manos, y las elecciones se convierten en una especie de «reality show» que se transmite en tiempo real, nos queda una elección como ciudadanos: educarnos sobre cómo funciona esta nueva dinámica. La próxima vez que veas un video en TikTok que te haga reír, pregúntate: ¿es simplemente entretenimiento o hay un mensaje oculto que podría influir en mi manera de pensar?
Así que, ¿estás listo para asumir el control? ¡Porque el futuro de nuestras democracias depende de tu voto y, por supuesto, de la manera en que consumimos la información! ¿Alguna vez habías pensado que un simple video viral podría tener tanto poder? La respuesta es, por desgracia, un rotundo «sí».