Hoy en día, en el contexto de un mundo agitado marcado por grandes movimientos migratorios, es esencial abordar el fenómeno con responsabilidad y empatía. Recientemente, en el VII Congreso de Periodismo de Migraciones en Mérida, el director de elDiario.es, Ignacio Escolar, subrayó la crucial labor de la prensa al informar sobre la migración, al tiempo que se enfrenta a la creciente ola de desinformación y discursos de odio. Pero, ¿realmente los medios de comunicación están preparados para abordar este tema de forma adecuada? En este artículo, exploraremos la importancia del periodismo migratorio, el papel de los medios en la lucha contra el racismo y la desinformación, y hasta dónde han llegado las narrativas en torno a la migración.

El periodismo como herramienta de cambio

En un mundo donde las redes sociales dominan el modo en que consumimos información, es fácil caer en la trampa de contenidos superficiales, de los que Ignacio Escolar denunció en su intervención. Así como en mi experiencia personal cuando, buscando recetas de cocina, acabo leyendo titulares llamativos sobre celebridades (¿quién necesita una receta de pastel de chocolate cuando puedes leer sobre la nueva mascota de un famoso?). La información sobre migración, sin embargo, merece una atención más seria y matizada.

Escolar destaca que, aunque algunos medios buscan clics a toda costa, elDiario.es se sostiene gracias a «92.000 socios que no quieren que arrastren por el fango los derechos humanos». ¿No es admirable? Ante un panorama de clickbait y desinformación, optar por la financiación basada en la comunidad es un acto de valentía y un claro compromiso con la verdad.

Desmontando los mitos sobre la migración

Mark Twain, conocido por sus agudas observaciones sobre los seres humanos, dijo una vez: «Es más fácil engañar a la gente que convencerlos de que han sido engañados.» Este es un dilema persistente en el tratamiento de la migración por parte de los medios. La desinformación y los discursos de odio florecen en la falta de información vital. La migración no es un «suceso» aislado, sino parte de una narrativa mucho más amplia que involucra decisiones políticas cruciales.

En su intervención, Escolar enfatiza la necesidad de “politizar” este tema. Las historias personales de los migrantes son fundamentales para romper estereotipos, y Virginia Pérez Alonso, directora de Público, estuvo de acuerdo al afirmar que los medios tienen la responsabilidad de contar estas historias de manera precisa y humana. La migración no es un problema; es un fenómeno humano, cargado de historias de resistencia y lucha por la dignidad.

El periplo del periodista de migraciones

Si piensas en un periodista de migraciones, quizás visualices a alguien con una libreta en la mano y una mirada de angustia, corriendo entre campos de refugiados. Sin embargo, Escolar señala que muchos medios enfrentan dificultades para enviar reporteros a conflictos como la guerra de Ucrania. ¡Imagínate estar en la sala de redacción y recibir la noticia de que un equipo tomado por asalto se encuentra en medio de una crisis! Puede ser bastante abrumador.

A pesar de estos retos, elDiario.es se beneficia de sus 17 ediciones locales, lo que les permite estar más cerca de los eventos que cubren. Esta ventaja no solo fortalece la credibilidad, sino que también humaniza la cobertura. Cuando leemos sobre una crisis en Canarias o un conflicto en la frontera, queremos identificarnos con las personas y comprender sus vivencias. Al final del día, todos somos humanos, ¿no?

La desesperación de hacer clic

Es innegable que el mundo digital demanda contenido llamativo. La presión por obtener clics puede hacer que algunos medios de comunicación sacrifiquen la calidad y la integridad. En mi caso, a veces me encuentro pasando horas en internet, atrapado en un ciclo de videos absurdos y memes. ¿A quién no le gusta una buena risa en medio del caos?

Pero aquí está el dilema: cuando la información que consumimos se convierte en contenido chatarra, la narrativa sobre la migración se distorsiona. La crisis migratoria, lejos de ser un tema episódico, es un asunto climático que impacta en múltiples áreas, desde la política hasta la cultura. Los relatos de vidas interrumpidas, sueños perdidos y la búsqueda de refugio no pueden ser reducidos a un simple clic.

Por eso, la independencia de los medios que se centran en la migración es crucial. Si bien buscar clics puede ser tentador, lo que realmente importa es ofrecer un periodismo de calidad que informe a la población.

Creando nuevas narrativas

En el VII Congreso de Periodismo de Migraciones, también se discutió la necesidad de nuevas narrativas en torno a la migración. Esto incorpora la evolución del lenguaje y las imágenes que usamos para contar historias migratorias. La narrativa necesita ser inclusiva y capaz de reflejar la rica diversidad de experiencias de los migrantes. Si continuamos usando estereotipos y lenguaje despectivo, contribuimos a la polarización que tanto se teme.

Recuerdo una charla que tuve con un amigo periodista sobre cómo a veces los titulares se convierten en la travesía misma. Hablábamos de las maneras en que se pueden contar las historias de los migrantes resaltando su humanidad, generosidad y resiliencia. ¿Por qué no contar sobre un migrante que se convierte en un empresario exitoso, o una madre que lucha en el extranjero para mantener a su familia unida?

Crear nuevas narrativas también se trata de desmantelar los prejuicios culturales que encontramos en la sociedad. Este proceso requiere valentía, honestidad y, sobre todo, una profunda conexión humana.

La lucha contra la polarización

La lucha contra la polarización en los discursos sobre migración es uno de los retos más grandes que enfrentan los medios en la actualidad. La retórica divisiva ha sido alimentada por varias facciones a lo largo de los años. Aquí es donde la importancia de un periodismo ético entra en juego.

En lugar de amplificar el temor y el odio, los reporteros deben ser un puente hacia la comprensión y la empatía. Como dijo Escolar, “debemos luchar contra la desinformación con información de calidad”. Pero hablemos con franqueza: ¿pueden los periodistas realmente cambiar la forma en que se percibe la migración en nuestras sociedades?

La respuesta es sí, ¡pero solo si nos comprometemos a hacerlo! El poder de contar historias que conecten a diferentes culturas y persuasiones es innegable.

El papel de la comunidad

No se puede subestimar el papel de la comunidad en el apoyo a un periodismo más sincero y efectivo. La comunidad se ha convertido en el pilar fundamental para la sostenibilidad de medios como elDiario.es. Esto se traduce en una colaboración en la que los lectores no solo consumen contenido, sino que participan en el proceso periodístico, contribuyendo a un ciclo de retroalimentación que mejora la calidad de las historias.

El desafío siempre será encontrar un enfoque que no solo informe, sino que inspire a la audiencia a actuar, a empatizar. De esta manera, no solo se combate la desinformación, sino que se fomenta un sentido de solidaridad social.

Conclusión: Un llamado a la acción

En resumen, el periodismo migratorio es más que una simple cobertura de noticias; es un compromiso ético con la verdad, la justicia y la humanidad. Ignacio Escolar y Virginia Pérez Alonso nos recuerdan la responsabilidad que tienen los medios de comunicar realidades complejas con precisión y sensibilidad.

Como consumidores de noticias, debemos exigir y apoyar un periodismo que hable de nuestras experiencias compartidas, en lugar de abrumarnos con desinformación y miedo. Así que, la próxima vez que estés haciendo clic en alguna noticia sensacionalista sobre migración, detente un momento y reflexiona: ¿estás construyendo un puente de entendimiento o alimentando un esquema negativo?

Es hora de ser más conscientes y de luchar juntos contra la marea del odio. Al final del día, todos debemos recordar que no importa de dónde venimos, sino hacia dónde nos dirigimos juntos. ¡Así que tomemos la pluma (o el teclado) y comencemos a escribir nuevas historias!