Imagínate un mundo donde el arte y la música florecían, un mundo en el que figuras icónicas como Isaac Albéniz y Erik Satie desafiaban las convenciones. En ese escenario vibrante y lleno de vida, había una compositora llamada Matilde Escalas, cuya historia ha sido sepultada bajo el peso del tiempo y el machismo. Si alguna vez has tenido esa sensación de estar en el lugar equivocado en el momento equivocado, Matilde probablemente la sintió en cada acorde que compuso. ¿Pero quién era realmente esta mujer? ¿Por qué su legado ha sido tan olvidado? Vamos a desentrañar el enigma de Matilde Escalas, una figura que se dibuja en la paleta del modernismo, pero que ha quedado borrada de la memoria colectiva.
La búsqueda de una sombra en la historia
Recientemente, me topé con un artículo que hablaba de Maria Escalas, quien ha dedicado su vida a investigar la historia de Matilde. Maria no es solo una apasionada por la literatura; es una detectivesca de la historia musical. Su travesía comenzó cuando, como niña, escuchó su nombre pronunciado por su abuelo, quien la introdujo a la figura de Matilde, una compositora cuyas melodías fueron inmortalizadas en el aire pero no en el papel.
Desde entonces, Maria se ha embarcado en una misión casi heroica (con capeas y todo, seguro) para rescatar del olvido a esta pionera. Desafiante y decidida, se lanzó a recorrer archivos, bibliotecas y charlas con familiares. ¿Te imaginas pasar días y días buscando entre documentos polvorientos? En su reciente publicación «Matilde E.», Escalas ofrece una hermosa mezcla de investigación y narrativa, sacando a la luz una figura que merece ser conocida y celebrada.
Una vida marcada por el silencio
Matilde nació en 1870 en Palma de Mallorca. Su vida transcurrió en una época tumultuosa, justo antes de la Guerra Civil española. ¿Cómo es posible que una mujer con tanto talento desapareciera de la vida pública? Eso es exactamente lo que Maria Escalas se pregunta a lo largo de su libro. Conforme avanzamos en las páginas, vemos que la familia de Matilde se sintió avergonzada por su «vida bohemia». Trágicamente, eso llevó a la destrucción de muchos de sus documentos. En serio, ¿puede haber algo más injusto que ser silenciada por tu propia familia?
Maria nos cuenta que Matilde se movió entre un círculo de artistas de renombre, pero su rastro se desvaneció al regresar a casa. La pregunta que resuena es: ¿fue una decisión propia o le fue impuesta por otros? Vayamos un poco más atrás: en un momento, parece que su apoyo emocional y económico se desvaneció, y volvió a la esfera doméstica, donde muchas mujeres de su época eran relegadas.
Mientras tanto, otras mujeres como Virginia Woolf, a quien mencionamos antes, hablaban sobre la necesidad de tener «una habitación propia». Si Matilde hubiera tenido una, ¿cuánto más nos habría legado? Pero como en toda buena novela, hay un giro inesperado: Matilde continuó componiendo música hasta el final de sus días. ¡Eso sí que es determinación!
Rescatando notas y composiciones
En el corazón de su búsqueda, Maria encontró un conjunto de partituras que los familiares de Matilde habían custodiado. En un mundo donde el digital se ha adueñado de todo, el redescubrimiento de estas obras es como encontrar un tesoro en el fondo del mar. Algunas de sus composiciones han llegado a nosotros a través del álbum «Matilde Escalas. Obra inèdita», lanzado en 2021.
Este álbum es como una cápsula del tiempo, y en él podemos escuchar 15 canciones que reviven el espíritu de Matilde. La producción estuvo a cargo de Eugènia Gallego, con la colaboración de artistas como Francesc Blanco y José Manuel Sánchez, quienes reinterpretan una parte de su legado musical que había estado extraviada o despreciada.
Un amor moderno… y desafiante
Hablemos de relaciones. La vida sentimental de Matilde está llena de misterios y hemos de reconocer que los romances a menudo son como la música: complejos y, a veces, desentonados. Matilde estuvo casada con Antoni Rosselló, aunque su matrimonio duró apenas un suspiro. Pero lo realmente intrigante fue su relación con el pintor modernista Santiago Rusiñol. Maria Escalas se adentra en esta relación desigual, donde Rusiñol ocupaba un lugar prominente en la vida de Matilde, pero solo desde su perspectiva.
Por un lado, Rusiñol estaba casado y finalmente se divorció. Por el otro, Matilde parecía ser una más en la gran sinfonía de su vida. ¿A dónde fue a parar su voz? Se dice que tuvieron una relación de diez años, pero parece que la historia se ha escrito desde una única partitura. Solo ellos sabían cómo se querían, pero la historia ha olvidado a Matilde.
Una de las pruebas más tangibles de su relación es el retrato «Miss Mac Flower», donde se ha identificado a Matilde. En esta pintura, la vemos como una joven vestida de rojo, con una mirada que irradia esperanza y anhelo. Pero en la biografía de Rusiñol, apenas hay un eco de Matilde. ¿No es esta la historia de tantas mujeres que han estado detrás de grandes hombres?
La lucha por el reconocimiento
Maria Escalas, a través de su obra, no solo busca visibilizar a Matilde, sino también a las muchas mujeres que han sido olvidadas por la historia. En una conversación con ella, su dolor es palpable cuando menciona que “nos hemos perdido mucho talento por el machismo”. Es un comentario poderoso que nos enfrenta a la realidad de que el reconocimiento de las mujeres en el arte ha sido históricamente limitado. Ella menciona nombres como Clara Wieck y Fanny Mendelssohn, entre muchas otras, que brillaron con luz propia, pero cuyas historias han sido silenciosas.
A veces, me pregunto si alguna vez llegaremos a vivir en una sociedad donde las voces de todos sean escuchadas. Ojalá el legado de Matilde Escalas, restaurado por Maria, sea un granito de arena que fomente esta conversación.
Un futuro de esperanza y reconocimiento
La publicación de «Matilde E.» es solo el comienzo. Maria Escalas no solo nos cuenta la historia de Matilde; nos empuja a pensar en las injusticias que persisten en el arte y la cultura. A medida que exploramos su vida, nos sentimos impulsados a mirar a nuestro alrededor. ¿Cuántas Matildes más están esperando ser redescubiertas y honradas?
Por ahora, podemos celebrar que hay personas como Maria que están dispuestas a desafiar el status quo. La lucha por el reconocimiento no se detiene aquí; y mientras haya quien se atreva a contar historias, hay esperanza.
En resumen, Matilde Escalas es una lección sobre la resistencia, el talento y la lucha por el reconocimiento. Nos recuerda que el pasado puede ser una fuente de inspiración y, a la vez, un llamado a la acción. Así que, la próxima vez que escuches una melodía que te eleva, recuerda que tal vez en su origen haya una mujer valiente que desafió las normas de su tiempo, como Matilde. Y si algún día llegas a sentir que tu voz está siendo opacada, piensa en Matilde y en todas las mujeres que han compuesto el relato oculto de la historia. ¿Estás listo para hacer ruido?