¿Has escuchado hablar del Hotel Santa Catalina en Las Palmas de Gran Canaria? Si no lo has hecho, ¡prepárate para un viaje en el tiempo que abarca más de un siglo de historia, cultura y gastronomía sublime! Este emblemático hotel no solo es un lugar donde dormir; es un refugio donde la historia, el arte y la buena comida se entrelazan en una sinfonía perfecta. Así que, pon un poco de música clásica de fondo, siéntate cómodamente y acompáñame a descubrir lo que hace de este hotel un lugar tan especial.

Un poco de historia: los orígenes del Santa Catalina

La historia del Hotel Santa Catalina empieza con una mezcla de aventuras británicas, tradiciones canarias y un par de arquitectos que tenían más talento del que uno podría imaginar. Muchos años antes de que Instagram y las redes sociales se apoderaran de nuestras vidas, la Primera Guerra Mundial estaba tomando el protagonismo en el mundo, y Las Palmas, con su clima envidiable, comenzó a llamar la atención de los turistas. En 1890, tres familias británicas decidieron aprovechar esta oportunidad y crearon un hotel que sería el corazón cultural y social de la isla.

Esta maravilla arquitectónica fue diseñada originalmente por el escocés McLaren, pero fue su compatriota Norman Wright quien llevó a cabo la obra. El hotel abrió sus puertas y, como un niño que revela su primer dibujo en la escuela, ¡fue un completo éxito! Sin embargo, como ocurre en cualquier buena historia, el camino no siempre fue de rosas. Después de sufrir varios infortunios, incluyendo el cierre tras la guerra y un par de incendios, el hotel pasó de ser un refugio para artistas a un … bueno, digamos que “puso pausa” en su historia durante varios años. ¿Te imaginas lo que sería esta joya desierta? Parece sacado de una película de terror, ¿verdad?

Una renovación mágica

Tras pasar por diferentes manos, fue en la década de 1940, bajo la dirección del arquitecto Miguel Martín-Fernández de la Torre, que el Hotel Santa Catalina regresó a la vida. Se reformó cuidadosamente, manteniendo su estilo colonial pero incorporando elementos canarios, como la madera y las piedras locales. Y así, la magia del hotel resurgió, siendo uno de los íconos del movimiento arquitectónico regionalista del siglo XX. Al caminar por sus pasillos, puedes casi sentir el eco de las historias que sus paredes han presenciado.

Finalmente, después de una reconstrucción moderna en 2019, el hotel fue renombrado como Royal Hideaway Hotel Santa Catalina y ha continuado siendo un atractivo permanente para los turistas y residentes locales. Y, si alguna vez tienes la oportunidad, asegúrate de unirte al Royal Tour, donde el Keeper of History, Manuel Martínez-Fresno, revela los secretos del hotel. Créeme, es una experiencia que puede hacer que te sientas como en un episodio de La historia de la humanidad con Neil deGrasse Tyson, pero en vez de ciencia, ¡hablamos de glamour!

Instalaciones para todos los gustos y paladares

Hablemos de lo que realmente nos importa (¡bueno, a mí, al menos!): las habitaciones. El hotel cuenta con 204 habitaciones de diferentes categorías que van desde la Deluxe (que no es solo una excusa para que gastes un poco más) hasta la Royal Suite, donde podrías sentirte como un rey o reina por un día. Imagina levantarte cada mañana y tener vistas del jardín. ¿Qué podría ser mejor?

Pero no todo es dormir, también hay que comer, y aquí es donde el Santa Catalina brilla más que un diamante en una joyería de lujo. El hotel alberga dos restaurantes que son simplemente irresistibles. El primero, Poemas by Hermanos Padrón, acaba de ser galardonado con una estrella Michelin (¡tipo, no estoy bromeando!), y ofrece platos que son un verdadero viaje por los sabores canarios. Si te atreves a probar la tartaleta de carne madurada o el pichón con cacao, estarás viviendo tu propia versión culinaria de «MasterChef».

El otro, MuXgo, ha sido pionero en la cocina sostenible en las Islas Canarias, recibiendo la Estrella Verde Michelin por su compromiso con la economía circular. Aquí, puedes optar por varios menús que reflejan la identidad de la isla. Si alguna vez has deseado probar la comida canaria bien hecha, este es el lugar. ¡Despertar tus papilas gustativas nunca había sido tan emocionante!

Y, por si no fuera suficiente, como pescador que busca la mejor captura, hay varios bares que deberías explorar. Desde el Bar Carabela con buena música y cócteles infalibles, hasta el Alis Rooftop, donde por la noche se baila con los mejores DJs bajo las estrellas. Prepárate para una mezcla de la buena vibra local y un ambiente cosmopolita.

Relajación y bienestar en el corazón del hotel

A veces, después de un viaje largo, todo lo que realmente quieres es relajarte. Y aquí es donde entra el spa del hotel, un verdadero oasis de tranquilidad. Con una piscina de hidroterapia climatizada que es tan hermosa como un amanecer en la playa, no hay mejor lugar para desconectar y dejar las tensiones atrás. ¡Hasta podrías dejar que tus preocupaciones floten en el agua, como esos pensamientos de “debería haber hecho más ejercicio”!

El spa no solo ofrece tratamientos de belleza y bienestar, sino que también cuenta con varias saunas e instalaciones de hydroducha. Suena bastante bien, ¿no? La posibilidad de disfrutar un masaje con técnicas ancestrales y tratamientos personalizados, es la guinda del pastel en una escapada que solo podrías describir como fantástica.

Explorando Las Palmas: más que solo un hotel

¿Aún crees que el hotel es lo único que hay que hacer en Las Palmas? Te diré que ¡estás equivocado! Además de disfrutar de un fin de semana de lujo, hay todo un mundo de aventuras a la vuelta de la esquina. Puedes unirte a Cálido Experience, que ofrece desde paseos en catamarán, hasta tours privados por el mercado de Vegueta donde podrás conocer la cultura local. ¿Te imaginas comprando un par de souvenirs mientras saboreas el famoso mojo canario? ¡La combinación perfecta!

También están las playas. Desde la Playa de Las Canteras, un lugar popular para surfistas, hasta rincones más tranquilos donde puedes relajarte con un libro. La atmósfera de la isla es contagiosa y te hará sentir como en casa desde que llegas.

Un cierre enriquecedor

El Hotel Santa Catalina no es solo un lugar donde pasar la noche; es un auténtico viaje cultural, histórico y gastronómico. Desde su rica historia llena de altibajos hasta las experiencias modernas que ofrece, cada visitante se lleva algo único de su visita. La próxima vez que estés navegando por las opciones de hoteles en Las Palmas, pregúntate: ¿quién no querría ser parte de una historia tan fascinante?

Así que, ya lo sabes. Si alguna vez tienes la oportunidad de viajar a Gran Canaria, considera hospedarte en el Santa Catalina. ¡No te arrepentirás! Y recuerda, las historias son lo que nos une, y este hotel, sin duda, es una de ellas que merece ser contada.