¿Te imaginas navegar por las aguas vastas y azules del Pacífico, sintiendo la brisa en tu cara y el eco de historias pasadas resonando a tu alrededor? Eso es justo lo que experimentó Rafael Rodríguez-Ponga, quien, tras más de un siglo del final de la soberanía española sobre varios territorios en esta región, regresó a Filipinas, Guam, Islas Marianas del Norte, Islas Palaos y Estados Federados de Micronesia. Su viaje a estos lugares le permitió sumergirse en las culturas y realidades actuales, un poco como abrir un viejo álbum de fotos familiar donde cada imagen cuenta su propia historia.
¡Sí, hay mucho que contar! Y si te parece fascinante, a continuación, desglosaremos la historia de estos territorios, sus conexiones con España, las experiencias de Rodríguez-Ponga y el interés actual por los temas del Pacífico, todo aliñado con un toque de humor y reflexiones profundas.
¿Qué fue de la soberanía española?
Para aquellos que no están tan familiarizados con la historia, la soberanía española sobre las tierras en el Pacífico se desvaneció entre 1898 y 1899. España, que había tenido un imperio que se extendía por varios continentes, vio cómo sus territorios en Asia y Oceanía se escurrían entre sus dedos tras la Guerra Hispanoamericana. Las lenguas de mar que solían abarcar las islas y las bahías se convirtieron en recuerdos, representando un pasado glorioso. Pero, como dice el viejo dicho, «no todo lo que brilla es oro», y hoy en día, la visión de estos territorios ha cambiado radicalmente.
Rodríguez-Ponga, tras su reciente visita, reflexiona sobre cómo sigue existiendo un vínculo emocional con la España colonial, pero también sobre el potencial que tienen para avanzar hacia un futuro brillante. En las islas, uno puede percibir una mezcla agridulce de identidad, historia y modernidad. Por ejemplo, ¿sabías que el primer encuentro documentado entre personas de los cinco continentes ocurrió en Guam en 1521, gracias a la expedición de Magallanes-Elcano? ¡Hablamos de un evento worth keeping in mind!
La luz que guía: El Premio Tanglaw
Durante su visita, a Rodríguez-Ponga se le otorgó el Premio Tanglaw, un reconocimiento que busca fomentar las relaciones entre Filipinas y España. La palabra «Tanglaw» significa «luz que guía» en tagalo, un nombre que simboliza perfectamente la misión de este galardón. Sin embargo, es un recordatorio de que, aunque la historia es importante, el presente y el futuro son de mayor relevancia para las generaciones venideras. ¿Cuántas veces nos encontramos atrapados en el pasado, sin poder movernos hacia adelante?
En un momento que probablemente se sintió como si hubiera salido de una película, Rodríguez-Ponga fue presentado por José Ramón Guerrero, el director del Colegio Mayor. Las conferencias y eventos académicos no solo son plataformas de aprendizaje sino también espacios enriquecedores para el diálogo. A veces me pregunto, ¿por qué no organizamos más eventos así en nuestras comunidades? Imagínate un programa titulado «Encuentros de Cultura», donde gente de diferentes orígenes comparte sus historias. Suena emocionante, ¿no?
El DKV WeLife Festival y el bienestar
Por otra parte, cabe mencionar el DKV WeLife Festival, que atrajo a cerca de mil personas buscando aprender sobre bienestar. Con ponentes como el monje budista Matthieu Ricard, Álex Rovira y otros expertos en el ámbito del bienestar, quedó claro que el bienestar no es un lujo, sino una necesidad. Aquí, de nuevo, el pasado se entrelaza con el presente, abordando preguntas que todos nos planteamos: ¿Dónde buscamos la felicidad? Ricard advirtió, “perseguir el placer no da la felicidad, sino que extenúa”. Sin duda, una llamada de atención para todos esos días en los que nos arrojamos a la caza del próximo gran «placer» en lugar de buscar algo más duradero.
Cuando lo pienso, recuerdo aquellos días en la universidad en que uno se siente inmortal, como si siempre hubiera tiempo para disfrutar. Pero, como suele suceder, todos llegamos al punto en que debemos hacer balance. ¿Y tú, cómo lo haces en tu vida?
Hacia un congreso sobre el Pacífico
Mirando hacia el futuro, hay planes en marcha para un congreso sobre el Pacífico, programado para 2025, en conmemoración del quinto centenario de la muerte de Juan Sebastián Elcano. Este evento seguramente será una plataforma no solo para reflexionar sobre el pasado, sino también para explorar las ricas y diversas culturas del Pacífico. Rodríguez-Ponga, con su curiosidad implacable, ya vislumbra las infinitas oportunidades de investigación y conexiones que aún se pueden forjar. Aquí hay un pensamiento: ¿cómo sería si todos estuviéramos más conectados con nuestros vecinos, en lugar de verlos como extraños?
Es un poco como cuando asistes a una fiesta y te das cuenta de que hay más personas con las que podrías conectar si solo te atrevieras a hablar un poco más. Lo que realmente quiero decir es que esta exploración no debe limitarse al ámbito académico; todos deberíamos involucrarnos en la reflexión sobre nuestro lugar en el mundo y la interconectividad que hemos descuidado.
La historia que seguimos escribiendo
Así que, 125 años después de que se desvaneciera la soberanía española sobre estos territorios, y con el crecimiento de eventos como el DKV WeLife Festival y la celebración del Día del Pacífico en marzo, es evidente que las historias siguen siendo relevantes. Desde conferencias atractivas hasta eventos de bienestar, el interés por el Pacífico y sus conexiones con nuestra historia* aún brilla un poco más que el oro.
Con cada paso que damos hacia la comprensión de nuestro pasado, también estamos construyendo un puente hacia el futuro. La historia no se refiere solo a lo que ha pasado, sino lo que podemos hacer con esa información ahora. ¿Cómo podemos aportar Luz, como dice el galardón que recibió Rodríguez-Ponga?
En conclusión, al explorar la herencia colonial española en el Pacífico y su impacto en las generaciones actuales, encontramos un tesoro de conocimiento y un futuro lleno de posibilidades. A medida que nos adentramos en un mundo cada vez más interconectado, recordemos que nuestras historias, ya sean alegres o tristes, forman el tejido que nos une a todos. Así que sigamos explorando, participando y abriendo nuestras mentes. ¡Estamos listos para navegar estas aguas!
Además, si te gustó el artículo, no dudes en compartir tus pensamientos o reflexiones sobre temas similares. Y quién sabe, tal vez este mismo artículo te inspire a explorar unos días en el Pacífico. Después de todo, la historia siempre está lista para hacer una nueva amistad.