En una esquina que parece haberse quedado congelada en el tiempo, en un rincón de la Torreblanca de Sevilla, se encuentra la fascinante Hacienda El Rosario. Su historia es un tirabuzón de arte barroco, duelos históricos, abandono y planes de rehabilitación que podrían darle una segunda oportunidad, o al menos, eso esperamos. Pero, como quien dice, “una rosa entre espinas”, ¿podrá esta joya arquitectónica salir adelante ante la adversidad?

Un recorrido por la historia de la hacienda El Rosario

La Hacienda El Rosario no es solo un edificio; es un pedazo de historia sevillana. Construida en la calle Federico Castro Bravo, este lugar cuenta con un valor artístico que hará que los amantes de la arquitectura se froten las manos. Su portada principal es un hermoso ejemplo de estilo barroco, similar a otras estructuras que encontramos en el Museo de Bellas Artes y la parroquia de San Bernardo. Sin embargo, la triste realidad es que, a pesar de su belleza, no cuenta con la protección que otorga la calificación como Bien de Interés Cultural (BIC). En lugar de eso, está contenida en el inventario del patrimonio inmueble de Andalucía, lo cual, seamos sinceros, no es el mejor cartel de visita.

Ahora, si eres un amante de los duelos y de la historia curiosa, te alegrará saber que este recinto también fue testigo del último duelo a muerte documentado en Sevilla. El marqués de Pickman se encontró con su trágico destino en 1904 tras un disparo que resonó por las piedras de la hacienda. Y aquí estamos, 119 años más tarde, pensando en un futuro que lejos de los duelos, está marcado por la esperanza de rehabilitar este emblemático lugar.

Un estado ruinoso que nos da escalofríos

Ahora, seamos honestos. Aunque la historia sea digna de un guion cinematográfico, la realidad actual de la hacienda nos da más que un escalofrío. Abandonada y deteriorada, su estructura parece desafiar al tiempo y, lamentablemente, a la vida misma. En 2020, la tragedia tocó a la puerta cuando un joven de 17 años murió tras el colapso de un muro. Este tipo de incidentes debería hacernos reflexionar, ¿verdaderamente dejamos que la historia se desvanezca en el abandono?

El informe del Instituto Andaluz de Patrimonio Artístico (IAPH) ya había alertado sobre el deterioro progresivo de la hacienda desde su inclusión en 2009. Dicen que las cosas no van a mejor, y en este caso, era un grito de auxilio del patrimonio. Al mirar su fachada, uno esperaría que las piedras hablen, pero más bien parecen susurrar historias de desolación.

La intervención: ¿volver a ver la luz?

Pero no todo está perdido, queridos amigos. A pesar de que la situación de la Hacienda El Rosario es alarmante, hay un plan en marcha. El Ayuntamiento de Sevilla ha decidido dar el paso e invertir un presupuesto de 439.297,55 euros en obras de emergencia. Suena prometedor, ¿verdad? Las obras están programadas para llevarse a cabo en cuatro meses, aunque eso suena como un optimismo que solo un arquitecto podría ofrecer. ¿Éxito o más obstáculos en el camino?

Las obras se centrarán en lo que se considera «intervenciones urgentes». Aquí es donde entra el trabajo duro: desmontaje de elementos en riesgo de colapso, apuntalamientos, y lo mejor de todo, ¡una limpieza a fondo! Porque vamos, ¿quién no quiere ver cómo se deshacen de la vegetación espontánea que se ha adueñado del lugar? Spoiler: no es la nueva decoración de la Hacienda.

Un presupuesto dividido entre el pasado y el futuro

Hablemos de números. Del presupuesto total, una buena parte se destinará a las actuaciones previas, unos 64.000 euros. Luego vienen los apuntalamientos; ya que no queremos que el lugar se convierta en un atragantamiento de historia y escombros (60.000 euros). Y no podemos olvidar el cerramiento de estructuras y cubiertas, que costará aproximadamente 69.000 euros. En resumen, un alivio temporal para la hacienda, pero, ¿serán suficientes para garantizar su integridad a largo plazo?

Aunque la intervención inicial es vital, también es crucial recordar que el trabajo no terminará aquí. La rehabilitación completa tendrá que esperar hasta que estos trabajos urgentes garanticen unas condiciones mínimas de seguridad. Así que, mientras uno sueña con ver la hacienda restaurada y llena de vida, la realidad puede ser mucho más complicada.

Más allá de la fachada: los tesoros ocultos

La intervención no solo se dirigirá a la fachada y al estado exterior. Bajo las piedras de la Hacienda El Rosario, hay vestigios de un pasado romano que no debemos ignorar. Aunque gran parte de los restos estén destruidos, la existencia de ladrillos y tejas nos recuerda que este lugar fue escenario de una civilización que también dejó su huella. ¡A veces es difícil recordar que no todo gira en torno a nosotros!

Aquí viene una pregunta retórica: ¿no debería la esencia de nuestras raíces ser un aliciente para cuidar lo que tenemos? Las obras de rehabilitación deberán incluir cautelas arqueológicas para proteger estos restos, aunque por el momento no se planeen mover tierras que puedan afectar al subsuelo arqueológico. Un paso a la vez, dicen.

Un llamado a la acción

Mientras los responsables de la rehabilitación se preparan para abordar esta gran tarea, nosotros, como ciudadanos y amantes del patrimonio, tenemos la responsabilidad de actuar. Imagina un futuro en el que la Hacienda El Rosario brille de nuevo. Un futuro donde las familias se reúnan para compartir experiencias, donde la cultura y el arte fluyan libremente entre esas paredes que tanto han visto y sufrido.

Los espacios patrimoniales son una parte fundamental de nuestra identidad cultural. Y, sinceramente, me atrevería a decir que es posible que incluso aprendamos a hacer un mejor uso de ellos. ¿Y si organizamos eventos culturales, exposiciones de arte o incluso ferias de libros en este bello lugar? Eso podría revivir la historia en nuestras vidas modernas, entre la arquitectura barroca y la música flamenca.

El futuro de Hacienda El Rosario: una historia por escribir

Mientras nos preparamos para ver cómo se desenvuelven las obras, recordemos que nuestro patrimonio es una responsabilidad colectiva. La Hacienda El Rosario se puede convertir en un símbolo de esperanza y recuperación, pero esto solo sucederá si todos jugamos un papel activo en su salvaguarda y promoción.

En conclusión, a medida que nos adentramos en el futuro, recordemos que cada ladrillo, cada historia y cada susurro de este lugar nos pertenece. La próxima vez que paseemos por Torreblanca, puede que miremos estos muros con un poco más de amor y cuidado, y con esperanza de que se convierta en un lugar de encuentro y celebración. ¿Acaso no lo merece?

Así que, apreciados lectores, abracemos nuestro patrimonio con cariño y emotividad. ¡Luchemos por una Hacienda El Rosario llena de vida, gracias a nuestra unión y esfuerzo! ¿Quiénes se animan a unirse a esta causa?