La moda es un espejo de la sociedad; refleja quiénes somos, qué valoramos y cómo nos sentimos. Sin embargo, hay un detallazo que a menudo se pasa por alto: durante mucho tiempo, la industria de la moda ha tratado de encasillar a las mujeres en arquetipos rígidos. Desde la “mujer romántica” hasta la “mujer poderosa”, estos conceptos han dominado la narrativa de diversas colecciones. Pero, ¿es esta clasificación realmente representativa de la mujer moderna, o simplemente una estrategia de marketing que se ha quedado obsoleta?

Hoy vamos a profundizar en este fascinante viaje, explorando cómo ha cambiado la moda femenina a lo largo de los años, desde los arquetipos desconectados que hemos mencionado hasta una celebración de la autenticidad personal y la diversidad en un mundo que, afortunadamente, comienza a abrazar la pluralidad.

La historia detrás de los arquetipos en la moda femenina

Imagínate a una mujer de los años 50. Su guardarropa probablemente incluía faldas voluminosas, blusas ajustadas y, sobre todo, un sin fin de referencias a la estética de lo que significaba ser “femenina”. Este constructo ha sido perpetuado durante décadas, dando lugar a etiquetas como «romántica», «poderosa» y «sensual». Pero, ¿quién decide qué es cada una de estas categorías? ¿Y más importante aún, por qué necesitamos estos arquetipos?

A menudo, estas etiquetas se han utilizado como una brújula para el marketing. Recuerdo que, hace unos años, terminé en un evento de moda, y durante una mesa redonda, un diseñador afirmó que sus colecciones eran creadas para “mujeres que empoderan a otras”. Es un punto de vista bonito, pero me pregunto, ¿por qué no podemos ser simplemente nosotras mismas sin tener que encajar en un estereotipo?

La mujer romántica: El sueño de lo etéreo

Así que volvamos un poco en el tiempo. La “mujer romántica” estaba representada por tonos pastel, tejidos suaves y silhouette que evocaban sueños de cuentos de hadas. Esto, por supuesto, no tiene nada de malo si es el estilo personal de alguien, pero también es algo que se ha vuelto casi un cliché.

Si alguna vez has intentado ser “romántica” y has terminado con un vestuario que parecía más una invitación a un cuento de hadas que a una reunión de oficina, es probable que sepas de lo que hablo. No todos los días son ideales para llevar una falda de tul, ¿verdad?

La mujer poderosa: El traje masculino y su repercusión

Luego está la “mujer poderosa”, que se presenta con trajes que evocan al estilo masculino. Sin embargo, esta visión también es limitante. Definir el empoderamiento femenino por la vestimenta que emula a los hombres puede despojar a las mujeres de su singularidad.

Cuando empecé mi carrera en la industria de la moda, trabajé en una firma donde las presentaciones estaban llenas de este tipo de trajes. Recordando esa época, me doy cuenta de lo gracioso que era ver a un grupo de diseñadores masculinos hablando sobre lo “poderosas” que se veían las mujeres en trajes de corte masculino, mientras sus colegas mujeres lucían un tanto incómodas. ¿No es irónico?

La sensualidad: ¿Más que escotes y ropa ceñida?

Por otro lado, está la arista de la sensualidad. ¿Siempre ha de estar ligada a lo que se lleva puesto? A menudo, esta categoría suele incluir una buena dosis de escote y prendas ajustadas. Pero de nuevo nos preguntamos: ¿qué hay del poder de la sutileza? La sensualidad puede ser igualmente informada por un suéter cómodo que te haga sentir una diosa.

En un mundo repleto de hashtags de #bodypositivity y #selflove, no es raro ver hoy a las mujeres abrazando sus formas de maneras que trascienden esas definiciones limitadas.

La moda contemporánea: Más allá de los arquetipos

La buena noticia es que estamos asistiendo a un cambio significativo. Las marcas nuevas y establecidas comienzan a despegarse de esos enfoques rígidos. Las mujeres de hoy quieren expresarse mediante una moda auténtica que comunique sus historias personales en lugar de ser encasilladas en figuras preconcebidas.

Inclusión y diversidad: Un nuevo estándar en la industria

Si observamos las pasarelas de hoy, el mosaico de diversidad racial, cultural y de tallas es un aliento de aire fresco. Las modelos de diferentes procedencias, estilos y cuerpos son la norma, más que la excepción. Esto no solo es un avance, sino que también responde a la demanda de consumidores más conscientes que apoyan marcas que se alinean con sus valores.

Es un poco como una gran mezcla musical; la moda contemporánea es un diálogo donde la “mujer romántica”, la “poderosa” y la “sensual” pueden coexistir en un mismo espacio sin necesidad de rivalidad. En mi experiencia, esto enriquece la narrativa y fomenta la creatividad de maneras sorprendentes.

Como en cualquier industria, algunos grandes nombres se han adaptado mejor que otros a estos cambios. Empresas como Savage X Fenty de Rihanna y Aerie han demostrado que se puede ser inclusivo y seguir siendo innovador. Tengo que admitir que cada vez que veo un desfile de Savage X Fenty, me emociona no solo por las prendas, sino por la autenticidad palpable que transmiten. ¡Hasta yo querría participar!

El rol de las redes sociales: La voz de las nuevas generaciones

Las redes sociales han revolucionado no solo cómo consumimos moda, sino también cómo la creamos. TikTok e Instagram han dado voz a innumerables creadoras de contenido que desafían las normas tradicionales de la moda. ¿Quién necesita ser una modelo delgada cuando puedes ser una influencer auténtica que comparte consejos de estilo desde su propia sala de estar?

Este cambio ha dado lugar a un estilo más accesible, donde la moda no es solo algo que se ve en las pasarelas, sino que ahora está disponible para todos. Cada outfit, cada #OOTD o “outfit of the day” es un testimonio de la individualidad que no se encaja en el molde habitual.

Lo que me fascina de este fenómeno es que cada vez más personas están usando sus plataformas para abrazar lo que las hace únicas. Estilos eclécticos, combinaciones inesperadas, y, si hablamos de humor, sí, incluso disfraces aleatorios de superhéroes se han convertido en parte del paisaje diario de la moda.

Conclusión: Hacia un futuro más auténtico

La industria de la moda ha recorrido un largo camino desde el rígido terreno de los arquetipos femeninos. Hoy, celebramos un futuro donde cada mujer puede ser verdaderamente ella misma; donde la elección de ropa no define quién somos, sino que se convierte en una extensión de nuestra autenticidad.

Así que, ¿qué viene después en esta evolución? La respuesta está en cada uno de nosotros. Tal vez, en lugar de preguntarnos a qué arquetipo pertenecemos, deberíamos cuestionar cuántos estilos diferentes podemos probar y disfrutar. Porque, al final del día, la moda no debería ser solo un método de expresión; debería ser una celebración de la diversidad y la creatividad que cada uno de nosotros tiene para ofrecer.

Entonces, ¿estás lista para romper esos moldes? La próxima vez que sientas que tu armario no refleja quién eres, recuerda que la única etiqueta que realmente importa es la que tú misma te pongas. ¡Feliz exploración de la moda!