El 29 de octubre de 2023, la Comunidad Valenciana se vio sacudida por un fenómeno meteorológico que desató una serie de devastadoras inundaciones, un evento que no solo arrasó con infraestructuras, sino también con la reputación de algunos políticos que intentaron manejar la situación. Si bien los efectos de este tipo de desastres naturales son, indudablemente, devastadores, hay una lección más profunda sobre la responsabilidad política y la presión mediática que podemos examinar a través de esta experiencia. Para ilustrarlo, voy a hacer una analogía con una experiencia de vida que me recuerdan a algunas de las decisiones tomadas durante esa jornada fatídica.
Un viaje en avión: la metáfora de «Sully»
¿Alguna vez has estado en un avión durante una turbulencia? Esa sensación de nerviosismo y angustia mientras el capitán nos asegura que todo está bajo control. Recuerdo un vuelo en el que estábamos atravesando una tormenta tan intensa que parecía que el avión iba a hacer un caprichoso giro de 360 grados. Todo el mundo a mi alrededor se miraba con preocupación, y yo me reía nerviosamente, pensando que si el piloto podía mantener la calma, ¿por qué yo no podría?
En cualquier caso, esta anécdota personal me lleva a la película «Sully», protagonizada por Tom Hanks, que narra la historia real de Chesley ‘Sully’ Sullenberger, el piloto que aterrizó de emergencia en el río Hudson en 2009. Muchos pueden recordar cómo su valentía fue rápidamente seguida por un intenso escrutinio: ¿pudo haber hecho algo diferente? Fue como observar a un grupo de expertos en aviación después del hecho, diciendo: «Ah, claro, yo lo habría hecho mejor». Esta experiencia me lleva a reflexionar sobre la crisis de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) en Valencia.
Las decisiones en el ojo de la tormenta
Al igual que Sully, Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, se enfrentó a una situación de vida o muerte, solo que en este caso no estaba en un avión, sino lidiando con la vida de miles de ciudadanos. La tormenta golpeó inesperadamente, y justo como en el caso del vuelo 1549, la toma de decisiones se volvió crítica. Mientras que en el avión el piloto tuvo minutos para evaluar su situación, Mazón y su equipo tenían que trabajar con información cruda y a veces contradictoria.
A las 11:29, la Generalitat emitió una alerta, pero la respuesta llegó tarde cuando el agua ya había hecho estragos en localidades como Paiporta. En retrospectiva, además de señalar donde se manifestaron las fallas, sería justo preguntarnos: ¿en verdad un papel crucial se perdió en la confusión de la información? La respuesta parece un «sí» generalizado, pero me pregunto, ¿somos todos más críticos a la distancia? Las simulaciones a posteriori son sencillamente eso, simulaciones.
La tormenta perfecta: política, medios y percepción
Dicha crisis trajo consigo una oleada de críticas. El presidente se encontró en la mira de un linchamiento mediático, y es comprensible. Sin embargo, este no es un fiel reflejo de la realidad. Tal como nota Silvia Intxaurrondo en una de sus publicaciones, hay una especie de angustia en recordar los momentos previos al desastre. Pero, ¿es realmente justo cargar sobre las espaldas de Mazón la responsabilidad total por lo que acaba de suceder?
Recuerdo un debate candente en una cena entre amigos sobre las decisiones políticas tomadas en situaciones críticas. Uno de mis amigos, un ferviente defensor del «quien no arriesga, no gana», argumentaba que siempre se puede hacer más. Claro, si uno está sentado alrededor de una mesa con una copa de vino y no en el ojo de la tormenta. Las decisiones cuando se trata de una crisis no se toman desde un lugar de calma; se toman en momentos de caos. «Siempre es más fácil criticarse a sí mismo cuando eres un espectador en lugar de un participante», debería ser un mantra grabado en nuestra mente.
La desconexión entre los medios y la realidad
Los medios de comunicación juegan un papel crucial en la forma en que se percibe una crisis. En este caso, algunos periodistas encontraron una vena de sensacionalismo en el desastre. ¿Cuántas veces hemos visto cómo un titular puede cambiar toda la narrativa? En lugar de ofrecer una visión equilibrada, muchos se apresuraron a culpar a Mazón, sugiriendo que su respuesta fue ineficaz. Pero, como se ha demostrado, la información disponible a las 6 p.m. era, en muchas formas, un mero eco de las aflicciones.
El momento crucial: la alerta tardía
Ciertamente, la decisión de emitir una alerta de emergencia se tomó tarde, pero sería deshonesto asumir que todos en el foro de decisiones estaban plenamente conscientes de la gravedad del asunto. Las alertas se basan en datos, y a menudo esos datos son ambiguos. En ocasiones, incluso las mejores intenciones pueden verse empañadas por la falta de claridad. Pensémoslo de esta manera: si hubieras tenido el poder de decidir a esa hora, ¿realmente habrías podido anticipar el cambio inminente del tiempo que estaba a punto de desatarse?
Simulaciones a posteriori: el problema del «y si…»
Las simulaciones a posteriori son comodidades para la crítica. Uno se sienta cómodamente en su sofá, con un café, mirando las repetidas imágenes de la devastación y se pregunta: «¿Qué habría hecho yo diferente?». Pero al igual que Sully, las decisiones no se toman en un vacío; están influenciadas por el estrés, el tiempo, la información y, pronto se siente, la presión de otros.
Carlos Mazón, como cualquier líder en una crisis, debió analizar qué medidas tomar mientras los segundos pasaban. Es fácil asumir un papel de héroe en retrospectiva. En la vida real, enfrentarse a una inundación a las 6:00 p.m. es algo completamente distinto que mirar un resumen en un periódico a la mañana siguiente.
La velocidad de la información y la necesidad de transparencia
En la actualidad, vivimos en un mundo donde la información se mueve a una velocidad vertiginosa. Con la capacidad de enviar alertas a miles de ciudadanos con solo presionar un botón, la expectativa de los líderes de actuar rápidamente es alta. Pero la realidad es que esa velocidad de la comunicación también puede ser un doble filo. Los días en que la información era oportuna y cuidadosamente recopilada parecen lejanos. Pero, ¿realmente se puede esperar que los líderes actúen sin el conocimiento completo de la situación?
La forma en que se maneja la información también necesita ser un punto de discusión. Si observamos el caso de la Comunidad Valenciana y la manera en que se comunicaron las alertas, tenemos que considerar el peso de la responsabilidad. La crítica a Mazón puede ser válida, pero no debe dejar de lado el hecho de que cualquier líder enfrenta una crisis de tales proporciones con limitaciones.
La empatía: un ingrediente clave
Uno de los elementos que parece faltar en gran medida en la cobertura de crisis es la empatía. La política, en esencia, se trata de seres humanos enfrentándose a situaciones difíciles. Sin embargo, a menudo olvidamos que detrás de cada político hay una persona que también tiene miedo, incertidumbres y dudas. ¿No es esta precisamente la condición humana? Cuando la tormenta se desata, la empatía se suele disolver en cima de la crítica.
En un contexto similar, ¿quién de nosotros podría decir que sería el héroe en medio del caos? Estoy seguro que podría haber un millón de respuestas, cada cual más conmovedora que la anterior. Pero seamos sinceros, que la mayoría de nosotros preferimos estar en el sofá, disfrutando de una película, en lugar de estar al mando.
Reflexiones finales: ¿qué podemos aprender de la crisis?
Al reflexionar sobre estos eventos, me doy cuenta de que hay mucho que aprender. Desde el manejo de crisis hasta la responsabilidad mediática, son varias las lecciones que desvainamos. En tiempos de crisis y caos, nuestros líderes se convierten en el blanco de fracasos y desaciertos, pero ellos también son humanos.
Entonces, la próxima vez que te sientes a criticar una decisión tomada en un momento de crisis, piénsalo dos veces: ¿realmente sabes lo que harías en su lugar? Al final del día, nadie tiene la certeza de cómo responderían a un torrente de agua que arrastra todo a su paso. Así que, mientras algunos ven a Mazón como un villano, yo prefiero verlo como otra historia de un piloto que, en medio de una pesada tormenta, hacía todo lo posible por mantener su avión en el aire.
Así que, si alguna vez te encuentras en una tormenta, ya sea política, justa o personal, recuerda: el mundo no está hecho de simuladores, y a menudo, la vida puede presentarte situaciones en las que la respuesta correcta no está tan clara como parece.