La innovación es uno de esos conceptos que a todos nos gusta tocar con un palo largo y a distancia, ¿no? Pero lo cierto es que en el 2023, el mundo nos sorprende nuevamente al batir récords en las solicitudes de patentes. Parece que todos se han puesto las pilas y han decidido que la creatividad y la tecnología son el camino a seguir. Así que, mientras nos tomamos un café y reflexionamos sobre esta avalancha de ideas, profundicemos en lo que realmente está sucediendo en el ámbito de la propiedad intelectual a nivel mundial. Pero antes, déjame que te cuente una anécdota.

La primera vez que escuché sobre el registro de patentes, estaba en una reunión de trabajo (la misma en la que probablemente se te cayeron las pantuflas en la videollamada) y un compañero mencionó que las patentes eran como el «certificado de nacimiento» de las ideas. En ese momento, pensé: “¿De verdad?”, hasta que me di cuenta de que si no patentamos nuestras ideas, esos pequeños brotes de creatividad pueden salir volando como globos sin atar en un parque lleno de niños.

Pero, volviendo al tema caliente del día, el informe anual de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) nos trae noticias emocionantes sobre el aumento en el número de solicitudes de patentes, especialmente provenientes de Asia.

Un mar de patentes: Asia a la cabeza en 2023

Así es, ¡China ha llegado a dominar el mapa mundial de innovaciones! Con 1,64 millones de solicitudes, este país representa el 46,2% del total a nivel global. Si piensas en eso un momento, ¡es casi tres veces más que Estados Unidos! Me imagino que en las oficinas de patentes en Estados Unidos deben estar tomando clases de yoga para poder relajarse ante tal acoso. Y claro, hablando de Estados Unidos, ocupa el segundo lugar con 519.364 solicitudes, seguido de Japón y Corea del Sur.

Además, hemos visto a India colarse en el sextoo lugar con 64.480 solicitudes. ¿Quién lo hubiera dicho? El país del curry y las especias da un golpe sobre la mesa en el mundo de las patentes y se convierte en un nuevo contendiente. ¿Te imaginas a un ingeniero indio pensando en cómo innovar en tecnología mientras saborea un delicioso biryani? Esa es la magia de la innovación.

Sin embargo, en medio de esta lluvia de patentes y avances tecnológicos, Europa está comenzando a mostrar un poco de desgaste. Según el informe de Mario Draghi, la Unión Europea representa un mero 10,3% de las solicitudes, una cifra que ha disminuido en un 2,3% en comparación con 2013. No sé ustedes, pero esto me da un poco de nostalgia por los buenos viejos tiempos del continente donde todo parecía brillar un poco más.

Las empresas que marcan la pauta

Si pensabas que innovar era solo cosa de genios solitarios en garajes, piénsalo de nuevo. Las empresas también están en el juego, y quienes lideran esta carrera son nombres familiarizados en nuestros aparatos: Huawei, Samsung y Qualcomm. Huawei, un monstruo de la tecnología, hizo 6.494 peticiones el año pasado. Mientras tanto, Samsung y Qualcomm la siguen de cerca con 3.924 y 3.410 solicitudes, respectivamente.

¡Espera un momento! ¿No es curioso cómo estas empresas están constantemente luchando en un juego de «¿Quién es el más innovador?»? Son como esos batallas de TikTok que tanto nos divierten, pero con un poco más de dólares en juego.

Sectores liderando la innovación

En cuanto a los sectores, el software e informática lideran el camino con un 12,4% del total de solicitudes de patentes. Entonces, sí, aquel amigo que se la pasa hablando de criptomonedas y la importancia de la inteligencia artificial tiene, por fin, un punto a su favor. Le siguen las máquinas eléctricas y las tecnologías médicas. Uno se da cuenta que la innovación no se limita a los gadgets que llevamos en nuestros bolsillos, sino que abarca áreas esenciales para nuestra vida diaria.

La importancia de la sostenibilidad

Interesante, ¿verdad? Pero aquí viene lo mejor. La OMPI ha destacado el creciente interés en las tecnologías energéticas en los últimos años. Patentes relacionadas con energía solar, eólica y otras energías renovables han tomado protagonismo. Pienso en ello como un gran compromiso hacia un futuro sostenible y amigable con el planeta. En este sentido, ¿qué pasará con nuestras futuras generaciones? ¿Son nuestros hijos quienes disfrutarán de un mundo más limpio y verde, gracias a estas innovaciones?

La brecha de género en la innovación

Sin embargo, no todo lo que brilla es oro en el camino de la innovación. ¿Y qué hay de la brecha de género? En 2023, las mujeres constituyen apenas el 17,7% de los inventores incluidos en las solicitudes de patentes. Si tomamos en cuenta que el 36,2% de estas solicitudes publicaron al menos una mujer como parte del equipo de innovación, entonces surge la pregunta: ¿cómo podemos cerrar esta brecha?

Sorprendentemente, países como China, España y Turquía se destacaron por tener una proporción más alta de mujeres inventoras. Así que, si alguna vez pensaste que la innovación es solo cosa de hombres en trajes, es hora de reajustar esa mentalidad. No vamos a dejar a nuestras increíbles innovadoras fuera de esta conversación.

Conclusiones y reflexiones personales

Al reflexionar sobre todos estos datos, tengo que admitir que el mundo de la innovación me parece fascinante, aunque también algo aterrador. Nos muestra cómo, a pesar de las adversidades, los seres humanos somos curiosos por naturaleza y siempre estamos buscando una forma de mejorar nuestra realidad.

Y tú, ¿qué opinas sobre la innovación en el siglo XXI? ¿Crees que esta ola de patentes significará una mejora real en nuestra calidad de vida? ¿O, como yo, te cuestionas si no se trata solo de correr en una cancha sin un verdadero objetivo? Una cosa es segura: la historia de la innovación está lejos de haberse contado completamente y, mientras tengamos ideas brillantes, estoy convencido de que el futuro, aunque incierto, será emocionante.

Estemos atentos a lo que sucederá en los próximos años, porque la carrera global de innovación parece que solo acaba de comenzar. ¡Y quién sabe! Tal vez el próximo gran invento sea solo una conversación, una idea que se haga realidad en un garaje lleno de risas y buenas intenciones.