¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas mujeres parecen tener un acceso interminable al placer mientras que otras experimentan frustración y silencio en sus vidas sexuales? A lo largo de los años, he escuchado todo tipo de historias y, francamente, muchas me han hecho reír, pero también me han llevado a reflexionar sobre el tema crucial de la sexualidad femenina, un tema que, vamos a ser sinceros, está lleno de mitos y malentendidos. Hoy, además de contarte mi historia, quiero hablarte sobre la brecha orgásmica y cómo puedes comenzar a cerrar esa brecha, utilizando como guía las enseñanzas de la brillante Andrea Aguilar y su nuevo libro, Mujer Orgásmica.
¿Qué es la brecha orgásmica y por qué importa?
Según un estudio reciente realizado por las universidades de Chapman e Indiana, el panorama sexual entre hombres y mujeres no es tan equilibrado como muchos quisiéramos. Para que te hagas una idea, las mujeres alcanzan el orgasmo en un respetable 65% de las relaciones heterosexuales, mientras que los hombres lo logran un asombroso 95% de las veces. Es como si los hombres fueran velocistas en una pista, y nosotras, las mujeres, estuviéramos tratando de correr con tacos en una carrera de obstáculos. ¿No es un poco frustrante?
Ahora bien, no todo está perdido. Andrea Aguilar, terapeuta sexual y experta en placer femenino, ha sido una luz en la penumbra para muchas mujeres que se sienten perdidas en su vida sexual. A través de su propio viaje de autodescubrimiento y sanación sexual, ha llegado a la conclusión de que todas las mujeres son multiorgásmicas por naturaleza. Y, por supuesto, su libro Mujer Orgásmica es una guía valiosa llena de prácticas y técnicas para liberar nuestro potencial.
La historia de Andrea: ¿un espejo para muchas de nosotras?
Imagínate a una mujer que ha pasado 15 años de su vida buscando el orgasmo, sintiéndose frustrada y llena de vergüenza. Esa mujer es Andrea. Recuerdo la primera vez que me encontré con esta historia. Pensé: «¡Dios mío! ¡Yo pensaba que era la única!» ¿No te ha pasado sentir que tu vida sexual es un poco like un canal de televisión estático, en vez de En vivo HD?
Andrea, emocionada y confiada al principio de su vida sexual, se enfrentó a una verdad dura: “¡No lograba llegar al clímax!” Se sentía atraída por su pareja, disfrutaba del sexo, pero se encontraba atrapada en un ciclo de frustración. Al igual que muchas de nosotras, escuchó que era algo normal. Sin embargo, los años pasaron y la voz interna que preguntaba “¿Por qué?” se hacía cada vez más fuerte.
Aquí es donde se empieza a romper el mito: la idea de que el orgasmo es algo que, a menos que seas una diosa del placer nórdico, simplemente no puedes alcanzar. Andrea no se rindió. Decidió buscar respuestas. Probó diferentes cosas, exploró con sexólogos, se aventuró a la masturbación (sí, por fin) y decidió experimentar con el sexo tántrico. Al emprender ese viaje, comenzó a darse cuenta de que la clave estaba dentro de ella misma: se necesitaba aprender a relajarse y a soltar el control.
Reconciliación con el placer: ejercicios para descubrirse
En su libro, Andrea comparte con generosidad prácticas guiadas que te invitan a abrir los sentidos y a sumergirte en tu propio cuerpo. Pero antes de que empieces a pensar que necesitarás subirte a una montaña o ir a un retiro de tres semanas en la selva, aclaremos un aspecto crucial. La clave para alcanzar el placer no es necesariamente algo que te demande días de meditación. ¡No! Te sorprende saber que el orgasmo está al alcance de todas!
Aquí hay algunas de sus claves para que empieces a explorar tu sexualidad:
1. La respiración: tu mejor aliada
“El orgasmo es una gran exhalación”, dice Andrea. Y vaya que tiene razón. Crear conciencia sobre tu respiración no solo te ayuda a relajarte; también puede aumentar tus sensaciones durante el acto. Inténtalo: inhala profunda y lentamente por la nariz, y exhala suavemente por la boca. No, esto no es una clase de yoga, ¡aunque no estaría mal hacer una pausa y practicar un poco!
2. El movimiento: deja a tu cuerpo expresar
¿Recuerdas esos movimientos circulares y esos bailoteos que hacías a los 15 años en el dormitorio de tu mejor amigo? ¡Increíble, verdad! Otros tiempos, otros cuerpos, pero la esencia continúa. Los movimientos rítmicos y fluidos son fundamentales para desbloquear ese placer. Prueba con movimientos de cadera, descubre qué es lo que te hace sentir mejor. ¡Tu cuerpo puede ser tu mejor guía!
3. La voz: ¡habla y ríe!
Stonehenge, las caras de piedra, el silencio. Pero tú no eres una de esas estatuas. La voz es una herramienta poderosa. No temores utilizar sonidos, risitas o gemidos. Puede parecer incómodo al principio, pero te aseguro, nadie muerde. ¡Recuerda que el placer se acumula y no debería ser una experiencia muda!
Preguntas retóricas: ¿por qué fingir?
Es un tema que incomoda, pero es necesario hablar sobre ello. Según el XI Barómetro de los Españoles y el Sexo, seis de cada diez mujeres han fingido un orgasmo. ¿Por qué hacemos eso? Fingir no solo nos deja vacías y frustradas, sino que crea un ciclo de insatisfacción tanto para nosotras como para nuestro compañero.
Andrea recomienda una táctica curiosa: en lugar de fingir, exagera. Sí, ¡exagerar! En vez de ocultar lo que sientes, agrégale un poco de sazón, más emoción. Aguja más interés a la experiencia. Esta pequeña subida de tono puede hacer maravillas, hazme caso.
Autoestima sexual: miden tus pasos
La autoestima sexual es el reflejo de cuánto disfrutas tu vida sexual y cómo te sientes contigo misma. Si te animas, Andrea invita a realizar un cuestionario simple para evaluar tu autoestima sexual. Si te identificas con múltiples afirmaciones, te podría ir bastante bien. Pero si no, ¡es momento de que te sumerjas en su libro!
Ejemplo de afirmaciones para evaluar tu autoestima sexual:
- Me siento satisfecha sexualmente.
- Estoy feliz con mi vida sexual.
- Me es fácil conectar con el placer.
Cada afirmación vale entre 1 y 5 puntos, y mientras más cerca estés de 50, ¡mejor!
Conclusión: abriéndonos al placer
En conclusión, explorar nuestra sexualidad no debe ser un proceso vergonzoso ni lleno de culpa. Cada mujer tiene su propio camino y, como bien dice Andrea Aguilar en su libro, el placer es nuestro derecho. Si yo pudiera regalarte un consejo, sería que te atrevas a investigar, que te rías de la incertidumbre de lo desconocido, que no temas dejar salir tu voz y explorar tu cuerpo con curiosidad.
Ahora, si me preguntas, estoy lista para wifis, no hay vuelta atrás. La sexualidad es un viaje, no un destino, y cada uno de nuestros caminos es único. ¿Te atreves a empezar a explorar el tuyo? ¡Coméntame tus experiencias! Estoy segura de que tienes un montón de anécdotas maravillosas para compartir.