Desde hace casi un siglo, la materia oscura ha sido una de las grandes incógnitas del universo. ¡Sí! Así es, 90 años de preguntas sin respuestas y, a menudo, alguna que otra taza de café vacía en la mesa de trabajo de muchos astrofísicos. ¿Por qué es tan elusiva? La razón principal es que este tipo de materia no brilla, no emite radiación, y, para colmo, no quiere que la veamos. Es como ese amigo que nunca se presenta a las fiestas y cuando aparece, está disfrazado de otra persona. ¡Todo un misterio!

¿Qué es la materia oscura y por qué debería importarte?

La materia oscura, esa misteriosa sustancia que compone aproximadamente el 85% de toda la materia en el universo, no se puede ver ni detectar de manera directa. ¿Te imaginas tener un amigo que siempre está presente pero nunca puedes ver? Lo único que sabemos es que su gravedad tiene efectos muy reales: puede influir en la rotación de las galaxias y en el comportamiento de los cúmulos galácticos. Un poco como el efecto que tiene el café en mí antes de una reunión: básicamente, Jorge siempre toma el control.

Con el tiempo, los cosmólogos se han dado cuenta de que hay una especie de materia «normal» que podemos ver (la que conforma estrellas, planetas y nosotros mismos), pero, curiosamente, es solamente el 15% del total. ¡Qué desbalance!

La fascinante búsqueda del axión

Entre las «candidatas» a materia oscura, hay una partícula que despierta especialmente el interés en la comunidad científica: el axión. Aunque aún no hemos encontrado pruebas concretas de su existencia, se están realizando esfuerzos grandes y emocionantes para detectarlos. Como cuando buscas las llaves del coche media hora antes de salir; a veces tienes que mirar en todos los lugares poco probables.

Investigadores de la Universidad de California, Berkeley, han sugerido que los axiones podrían detectarse apenas segundos después de que se produzcan rayos gamma, que son armas nucleares informativas. Sí, ¿quién dijo que la ciencia no puede ser emocionante? La explosión de una supernova —una de las explosiones más potentes del universo— podría ser el escenario perfecto para encontrar estos axiones antes de que se esfumen como el humo del café cuando alguien deja la tapa de la cafetera abierta.

La explosión correcta en el momento preciso

Una supernova es un suceso que no ocurre todos los días. De hecho, en promedio, tenemos una cada pocas décadas. La última fue la famosa SN 1987A, que brilló en el cielo en 1987. En aquella época, yo estaba muy concentrado en mis estudios y no me percaté de la explosión hasta años después. ¡Qué gran momento para ser astrofísico! Pero ahora, después de tantos años, los astrónomos no se rinden. Hay un pequeño telescopio llamado Fermi que, aunque es el único que opera, podría hacer grandes descubrimientos.

Como dice Benjamin Safdi, el autor principal del estudio: “Si hoy viéramos una supernova como la 1987A con un telescopio moderno de rayos gamma, podríamos detectar o descartar el axión QCD”. Y ahí es donde se vuelve interesante; podríamos conocer más sobre esta partícula en cuestión de segundos.

Las dificultades de la detección de la materia oscura

Pero, en la vida, nada es fácil, ¿verdad? Esa rara supernova debe suceder, y el telescopio tiene que estar mirando en la dirección correcta. ¡Vaya presión! La probabilidad de esto es de una en diez. Es un poco como lanzar un dado y esperar que salga un seis. Una vez tras otra. Hablando de suerte… ¿alguien ha pensado en sus malditas llaves otra vez?

Por ello, Safdi y su equipo están elaborando un plan como un maestro de orquesta: sugieren construcciones de telescopios que puedan cubrir el cielo entero las 24 horas del día. Imaginen tener un ojo en el cielo todo el tiempo; pues así es como trabajan algunos investigadores.

Manteniendo los ojos en el cielo

¿Alguna vez has sentido que algo espectacular está por suceder? Eso sienten los científicos actualmente. La posibilidad de una supernova siempre está presente, pero la ansiedad de no estar preparados es palpable.

Para que podamos detectar esos brillo de rayos gamma, necesitaríamos estar atentos y listos. Como si en la casa se prepara una fiesta y, de repente, el grupo de amigos aparece antes de la hora fijada. Oye, no hay espacio en el sofá, y los canapés están todos en la nevera…

El futuro de la investigación sobre materia oscura

Podría ser que en los próximos años, los avances tecnológicos nos permitan estar más preparados para la búsqueda del axión. Cuando un nuevo telescopio esté en funcionamiento, podría dar unos valiosos datos que confirmarán nuestras teorías actuales o, tal vez, nos desvíen por otros caminos sorprendentes.

Los experimentos actuales aquí en la Tierra también ayudan en la búsqueda de partículas de materia oscura. Así que, en lugar de pensar que esta búsqueda es solo un “estira y afloja” por parte de los astrofísicos, están en una emocionante caza del tesoro cósmico.

Reflexionando sobre lo desconocido

Al final del día, lo apasionante del cosmos es que siempre hay más por descubrir. ¿Quién hubiera pensado que una partícula diminuta podría influir tanto? Así que cuando pienses en el universo y en lo que podríamos descubrir, ni te atrevas a cerrar la puerta a la curiosidad. Personas como Benjamin Safdi pueden estar tan cerca de un descubrimiento monumental en cualquier momento.

Conclusión: La ciencia como aventura

Os dejo con una reflexión. ¿Alguna vez han sentido que los científicos están en una especie de película de thriller? Al igual que los personajes que están a punto de descubrir un secreto o un tesoro escondido, la ciencia es un viaje lleno de sorpresas. Cada estudio, cada experimento y cada nuevo descubrimiento nos lleva un paso más cerca de entender nuestra existencia y la naturaleza de la materia oscura.

Y tú, querido lector, ¿qué crees que nos depara el futuro? La ciencia nunca ha estado tan emocionante, y el universo tiene muchas sorpresas ocultas en su oscuro y enigmático abrazo. ¡Mantén tus ojos en el cielo y un café a tu lado, porque la búsqueda del axión está lejos de terminar!