Un domingo de julio que podría haber sido como cualquier otro para Kamala Harris se tornó histórico. Mientras preparaba deliciosas tortitas para sus sobrinas y se divertía con un puzzle, sonó su teléfono. Era el presidente Joe Biden – un momento que podría haber sido sacado de una película de Hollywood. “¿Estás segura de lo que me estás diciendo?”, preguntó Harris, incrédula. ¿Quién podría imaginar que el destino de Estados Unidos podría cambiarse en una conversación informal entre un presidente y su vicepresidenta?

Este giro de acontecimientos nos lleva a reflexionar sobre el papel de las mujeres votantes en Wisconsin, crucial para las elecciones en 2024. Las decisiones políticas que se toman en espacios tan inesperados podrían tener un impacto sin precedentes en el futuro del país. Kamala Harris, con su versátil trayectoria y habilidades políticas, podría estar a un paso de romper el tan ansiado techo de cristal.

La inesperada carrera de Harris hacia la presidencia

No pasaron ni 48 horas desde aquella conversación en el sofá de su casa en Washington cuando Harris ya estaba moviendo los hilos de su campaña. Las llamadas a líderes del Congreso, a los Obama y a donantes clave no se hicieron esperar. En cuestión de horas, logró el apoyo de la mayoría de los delegados en la convención demócrata de Chicago, un meteórico ascenso que dejó a muchos con la boca abierta.

Es curioso pensar que, en un principio, la idea de una Harris presidencial era recibida con escepticismo. El mismo Biden, que hace un año era criticado por su elección de la vicepresidenta, se encontró dejando su legado en manos de una mujer que algunos consideraban “demasiado joven” o “demasiado impopular”. Pero Harris no solo desmintió estos rumores, sino que desató una ola de apoyo que resultó en más de 1.000 millones de dólares recaudados en solo tres meses.

¡Sí, así es, amigos! Más de 1.000 millones con una sola llamada. Algunos dirían que la habilidad para recaudar fondos es el arte de pedir dinero con una sonrisa. Cuando lo hizo, Harris aún llevaba puesta su sudadera de la universidad y sus cómodos pantalones de chándal. Hay que dar crédito a la multitasking: resolver problemas de país mientras se hacen tortitas.

La lucha por la voz de las mujeres en la política

Las mujeres votantes, especialmente en los suburbios de Milwaukee, son fundamentales en esta narrativa. Son ellas quienes pueden marcar la diferencia que defina el futuro de América. En una entrevista reciente, se mencionó cómo Harris, con su trayectoria, representa una nueva generación de mujeres en amplios espacios políticos.

Personalmente, recuerdo que la primera vez que escuché sobre una mujer en la política que no tuviera miedo de hablar fue en un debate escolar. ¿Y quién podría olvidar las agudas preguntas de la joven Harris al fiscal general Jeff Sessions sobre sus conexiones con Rusia? Es esa combinación de audacia y inteligencia lo que marca la diferencia.

Pero no todo ha sido un cuento de hadas para Harris. A pesar de su ambición, ha sido objeto de críticas sobre su «perfil bajo» y su tiempo dedicado a «cuidar su imagen». Como si eso importara más que su capacidad para cuestionar y desafiar a las figuras de poder. ¿Cuántos de nosotros no hemos pasado tiempo cuidando nuestra imagen mientras luchamos por nuestras metas?

Kamala Harris, la mujer de mil caras

La diversidad que representa Harris es asombrosa. Hija de inmigrantes – su padre de Jamaica y su madre del sur de India – ha recorrido un camino lleno de desafíos. Muchos la asocian con el icono de esperanza, alguien que ha estado en la lucha desde su infancia. Para aquellos que se han sentido fuera de lugar, sus experiencias resuenan profundamente.

Un amigo me dijo una vez que lo importante es olvidar las etiquetas y abrazar quiénes somos. Esto es exactamente lo que Harris ha hecho. Su identidad, un crisol de diferentes culturas y experiencias, le permite conectar con una amplia gama de votantes. Pero el viaje no ha estado exento de piedras. Durante su carrera, ha escuchado comentarios despectivos sobre ser “demasiado” esto o “demasiado” aquello. Tristemente, la raza y el género juegan un papel importante en esta fascinante carrera política.

Entonces, ¿por qué hay quienes aún la subestiman? Kamala Harris ha demostrado que es más que capaz de manejar la presión. Su dote interrogativa, demostrada en audiencias como la de Brett Kavanaugh, la convierte en una de las políticas más formidables del país. En un escenario donde otros titubean, Harris responde. Durante esas tensas audiencias, su capacidad para plantear preguntas directas y incisivas dejó a muchos boquiabiertos. “No creo que seas racista, pero…” – seguro que marcará su historia.

La revolución en la defensa del derecho al aborto

Uno de los ejes centrales de la campaña de Harris es el derecho al aborto. Ha sido puntera y clara al respecto, un tema que se ha vuelto crucial después de la anulación de Roe v. Wade en 2022. A través de su voz, se han dado a conocer las luchas de muchas mujeres que ven amenazados sus derechos. Es increíble pensar que algunas cuestiones que muchos consideraban resueltas todavía están en la cuerda floja. La capacidad de Harris para articular esas preocupaciones es lo que podría diferenciarla en este panorama electoral tan competido.

Su postura la coloca como una de las candidatas más comprometidas con los derechos de las mujeres en la historia de la política estadounidense. Imagine: una vicepresidenta que se posiciona sin tapujos en temas que importan a la gente. La razón de su popularidad radica, en gran parte, en sus convicciones.

¿Es la ambición de Harris lo que la hace destacar? La combinación de su pragmatismo y su enfoque centrado en soluciones eficiente le ha permitido conectar con los votantes. Es refrescante pensar que, en un ambiente político tan polarizado, alguien como ella podría ofrecer una alternativa viable.

La lucha contra los estereotipos

A pesar de ser una figura admirada por muchas, Harris sigue enfrentándose a estereotipos. Desde “cruel” hasta “desagradable”, las etiquetas no han cesado. En este punto, es frustrante, ¿verdad? Una mujer que ha trabajado incansablemente para llegar a donde está, y sin embargo, se la juzga por superficialidades. Esas luchas en su carrera podrían hacer que cualquiera se sienta desalentado.

Sin embargo, lo interesante es cómo ella ha respondido a estos ataques. En vez de dejar que la desalienten, Harris ha decidido forjar su propio camino, asegurándose de que su voz resuene, a menudo, incluso por encima de los gritos. Como diría mi abuela: “Nunca dejes que los demás definan quién eres”. Es un buen consejo, ¿no creen?

La historia está escrita por quienes se atreven

A medida que nos acercamos a las elecciones de 2024, muchas son las enseñanzas que podemos obtener de la trayectoria de Harris. Cada paso que ha dado, cada obstáculo que ha superado, y cada crítica que ha desafiado nos muestran que la historia está escrita por quienes se atreven a romper el molde.

Kamala Harris ha sido, es, y probablemente seguirá siendo, un símbolo de esperanza y determinación para muchos. Su tenacidad en la lucha por ser reconocida no solo ha cambiado su destino, sino que podría cambiar el curso de Estados Unidos.

Infórmate, apoya, y debate. Porque al final, el poder de un voto puede ser la base para el cambio. Como bien dijo Harris: “A veces, tienes que tirar esa jodida puerta”. Y amigos, ¡qué emoción sería ser testigos de ello!