La comunidad universitaria española ha estado en el ojo del huracán durante los últimos meses, con un creciente descontento en torno a las condiciones laborales y académicas. La Universidad Pública del País Vasco (UPV/EHU) ha sido un microcosmos de estas tensiones, pero después de las recientes elecciones, parece que se vislumbra un nuevo horizonte bajo el liderazgo de Joxerra Bengoetxea. Así que, ¡súbanse al tren de esta lectura, que promete ser más emocionante que un partido de rugby entre el equipo local y su eterno rival!

La llegada de Joxerra Bengoetxea: un cambio en el aire

Con sus 63,63% de votos a favor, Bengoetxea se ha adjudicado la rectoría de la UPV/EHU, sucediendo a Eva Ferreira, quien, pese a su esfuerzo en la reelección, solo pudo reunir el 36,37% de apoyo. ¿Qué significa esto para la universidad? Más allá de un simple cambio de guardia, representa una oportunidad de revitalizar y reimaginar la experiencia universitaria. Bengoetxea, cuya trayectoria es más rica que algún guiso de su abuela (¡y eso es decir mucho!), aporta una experiencia impresionante a su nuevo cargo: es Doctor en Derecho, ha sido jurista en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, y además se desempeñó como viceconsejero de Trabajo. Pero eso no es todo; también es un ávido jugador de rugby, lo que parece que le ha inculcado un fuerte sentido de comunión en el trabajo en equipo.

Una transición no exenta de polémica

En una elección marcada por controversias, Bengoetxea no solo ha tenido que enfrentarse a la competencia electoral, sino también a ataques en redes sociales provenientes de su rival y parte del equipo de la candidatura de Ferreira. Al margen de las maniobras de carácter intimidatorio y difamatorio, Bengoetxea se mantuvo firme en su compromiso de una campaña ética. «Prefiero perder utilizando el respeto a ganar con su juego sucio», dijo en una ocasión, un comentario que podría haber hecho sonrojar incluso a un político. Este tipo de integridad es lo que la universidad necesita en estos tiempos inciertos, ¿no creen?

Resultados de las elecciones: una participación esperanzadora

Aunque algunos podrían optarse por un análisis fastidioso de los porcentajes, el simple hecho de que la participación de los estudiantes haya aumentado es un indicativo positivo. En total, 11.081 personas ejercieron su derecho al voto, lo que contrasta agradablemente con cifras notoriamente bajas de elecciones pasadas. La comunidad académica ha decidido alzar la voz, y eso es algo que cualquier rector debería celebrar. Esto no solo muestra un interés creciente en los asuntos universitarios, sino que señala una expectativa colectiva de que algo realmente puede cambiar.

Desafíos interdisciplinarios de la UPV/EHU

Uno de los puntos candentes abordados por Bengoetxea durante su campaña fue la situación precaria que enfrenta la comunidad académica. Muchos empleados, especialmente los docentes sustitutos, están sintiendo el peso de la burocracia y las condiciones laborales desfavorables. Aunque algunos podrían pensar que esto es un asunto meramente administrativo, yo diría que es mucho más. Piensen en un barco: si los remos no están bien arreglados, no importará cuántas velas tengamos, ¡los isleños no verán tierra firme nunca! Según Bengoetxea, las condiciones laborales son vitales para la salud de la institución, y no se puede ignorar que esta falta de bienestar impacta directa y negativamente en la educación que reciben los estudiantes. ¿Cuántas historias de estudiantes realmente apasionados se pierden en estas condiciones?

La voz de los estudiantes en el centro de la acción

Uno de los compromisos más significativos de Bengoetxea es el deseo de situar a los estudiantes en el centro de la toma de decisiones en la universidad. «Nuestra misión es fomentar una gobernanza horizontal y crear un sentido de pertenencia a la comunidad,» declaró. ¡Por fin! Un rector que parece dispuesto a escuchar a los que realmente importan: los estudiantes. Esto me recuerda cuando en mis tiempos universitarios, a veces me sentía como un pez en una pecera; todos me observaban, pero nadie se detenía a preguntarme cómo nadaba. Este enfoque de “escuchar” es fundamental para que las decisiones tomadas realmente reflejen las necesidades y aspiraciones de la comunidad.

Un compromiso con la calidad y la mejora de infraestructuras

Más allá de las palabras, Bengoetxea también ha sido claro sobre la necesidad urgente de mejorar las infraestructuras de la universidad. Jaulas de laboratorios precintadas que no pueden usarse, edificios abandonados… ¿Es así como delimitamos el futuro académico de una institución histórica? Esta situación ha despertado una respuesta encendida en el nuevo rector, quien se ha comprometido a corregir estos problemas a través de un proceso colectivo de transformación. No sería sorprendente ver al rector recorriendo el campus con un casco de construcción y un plano en mano, ¡eso sería un espectáculo digno de viralizarse!

Las expectativas de la comunidad universitaria

Bengoetxea ha mencionado que su propósito es restaurar el orgullo en la comunidad universitaria. En su discurso de aceptación se refirió a las emociones que sentía: «estoy emocionado e ilusionado». Los que han participado en la universidad saben que la polvorienta rutina puede desgastar incluso al más entusiasta de los estudiantes. Hablar sobre transformar esa desesperanza en algo tangible es un rayo de esperanza. Aunque la universidad puede ser un lugar lleno de papeleo y burocracia, también es un sitio donde se forjan amistades y se desarrollan ideas innovadoras.

La importancia del feedback y críticas constructivas

Uno de los puntos más potentes de Bengoetxea fue su invitación a la crítica constructiva. «Os pediremos que seáis críticos, no nos dormiremos,» fue su llamado a la comunidad. Esta mentalidad abierta premia el diálogo y el crecimiento constante. En mi experiencia, a veces es aterrador poner en la mesa críticas hacia la autoridad, pero, ¿acaso eso no es lo que buscamos como parte de una comunidad aprendiente? Un compromiso mutuo entre estudiantes y administración puede ser el primer paso hacia la creación de un espacio en el que todos seamos escuchados.

Reflexiones finales sobre el futuro de la UPV/EHU

En conclusión, el nuevo liderazgo de Bengoetxea podría significar un renacer para la UPV/EHU. La participación activa de los estudiantes ha mostrado que hay un deseo de cambio, de establecer un diálogo que lidere hacia la mejora de la comunidad universitaria. La memoria de las elecciones de este año debe permanecer viva como recordatorio de que la comunidad tiene voz y poder.

Si algo hemos aprendido estos últimos meses es que la voluntad colectiva de los estudiantes puede ser un motor de cambio potente. La pregunta reside, entonces, en cómo Bengoetxea y su equipo aprovecharán este ímpetu para estructurar un camino claro hacia la excelencia. La mayor revolución que podemos tener en este momento es fomentar un entorno en el que cada persona de la comunidad sintiese que puede expresarse sin miedo, donde los estudiantes y docentes sientan que su voz tiene un impacto real.

Así que aquí estamos, en un nuevo capítulo para la UPV/EHU, y cada estudiante, profesor y trabajador tiene un papel que jugar. ¿Está la comunidad lista para unirse en esta nueva aventura? La historia está en sus manos y, como dicen en el rugby, ¡está en su campo!


Espero que este artículo cargado de entusiasmo y anécdotas inspire a la comunidad universitaria a seguir adelante en la búsqueda de un entorno académico más inclusivo y excelente. ¡Y quién sabe! Tal vez nos encontremos en un café de la universidad, cada uno con nuestras opiniones y reflexiones sobre cómo hacer de la UPV/EHU un lugar verdaderamente excepcional. ¡Hasta la próxima!