¿Alguna vez te has imaginado un lugar donde la innovación, el arte, la cultura y la gastronomía se mezclan para crear un entorno lleno de posibilidades? Si la respuesta es sí, entonces te va a encantar lo que está sucediendo en Madrid. Con el horizonte de abrir sus puertas en septiembre de 2025, el nuevo centro de Infinito Delicias promete transformar no solo un barrio, sino también la manera en la que interactuamos con el arte y la comida. Pero antes de entrar en los detalles jugosos de este emocionante proyecto, déjame compartir una pequeña anécdota que resuena con la esencia de Infinito Delicias.
Una anécdota sobre comida que une
Recuerdo una tarde en la que, tras un largo día de trabajo, decidí organizar una cena con amigos en casa. La idea era sencilla: cada uno traería un plato de su receta favorita. En lugar de la habitual “¿qué te traigo?”, el grupo se revolucionó en la cocina. Uno llegó con su famoso guacamole que desapareció en un abrir y cerrar de ojos, mientras que otro levantaba el ánimo con su peculiar tarta de queso que parecía haber sido hecha por un chef de cinco estrellas. Esa noche, la cocina se convirtió en un laboratorio de sabores y creatividad, y todos nos unimos a través de la gastronomía. Esa misma conexión, esa misma idea de comunión, es lo que busca Infinito Delicias.
Un espacio único de 2.700 metros cuadrados
Ahora, centrémonos en lo que realmente importa: Infinito Delicias. Este nuevo centro de experimentación ciudadana se ubicará en la calle Juana Doña, número 5. Imagínate un espacio de más de 2.700 metros cuadrados que se convierta en un punto de encuentro de vecinos, artistas, startups y fundaciones. Según Francesco Cingolani, arquitecto y director general del proyecto, la idea es sencilla pero ambiciosa: “Queremos crear un lugar donde las conexiones sean el hilo conductor”.
La fusión de espacios: un tercer lugar
La propuesta de Infinito Delicias se inspira en la idea de un tercer lugar. Para aquellos que no están familiarizados con el término, se refiere a un espacio que no es ni la casa (el primer lugar) ni el trabajo (el segundo), sino un entorno neutral donde se pueden fomentar interacciones espontáneas y encuentros. Cingolani asegura: “Buscamos una innovación abierta y colaborativa”. ¿Cuál es el resultado? Un entorno donde los madrileños puedan contribuir a la programación y aportar sus ideas, haciendo más que simplemente ser espectadores.
Gastronomía como conector social
Uno de los pilares fundamentales del proyecto es la gastronomía. Aquí, la comida no solo se consumirá, sino que se convertirá en un catalizador de proyectos de impacto social. La Fundación Daniel y Nina Carasso, que financia el proyecto, tiene una visión clara: la alimentación sostenible puede transformar la sociedad. Para llevar a cabo esta meta, Infinito Delicias incluirá cocinas de experimentación y foodlabs. Imagina un chef probando una receta en un entorno diseñado especialmente para ello, teniendo acceso a todas las herramientas necesarias para experimentar y perfeccionar su oferta.
Espacios versátiles para un servicio flexible
El edificio contará con un restaurante permanente de comida ecológica, así como diferentes cursos de cocina y catas. Anticipa un pequeño mercado lleno de productos locales y la posibilidad de que los cocineros adquieran experiencia en un entorno que reduce el riesgo de abrir un nuevo negocio. En resumen, se tratara de un verdadero laboratorio de sabores, un lugar donde la creatividad puede (y debe) volar.
Un oasis en el corazón de la ciudad
Cualquiera que haya vivido en una gran ciudad sabe lo sofocantes que pueden ser los meses de verano. ¡Ah, el calor! Pero no temas, Infinito Delicias planea traer algo de frescura a la zona con jardines verticales y un huerto urbano. Con tres grandes árboles y una abundante vegetación colgante, este espacio se transformará en un oasis climático donde los vecinos podrán relajarse y disfrutar de la vida, incluso en los días más calurosos. Además, el huerto urbano no solo adornará el lugar, sino que proporcionará hierbas frescas que se usarán en su cocina. Suena a un verdadero sueño para cualquier amante de la gastronomía, ¿verdad?
Un modelo de negocio sostenible
La sostenibilidad es clave en este proyecto. Cingolani afirma: “Queremos apoyar que nazcan proyectos de impacto social que sean rentables”. ¿Cómo se logra esto? Creando un modelo de negocios que fomente la colaboración entre creativos y empresas. Este enfoque también implica buscar una empresa que pueda sufragar parte de la iniciativa, lo que establece un precedente interesante sobre cómo se financian estos espacios innovadores. Después de todo, la cultura y el arte no deberían depender siempre de subvenciones, ¿no es así?
El legado de Daniel y Nina Carasso
Por si fuera poco, la historia detrás de la Fundación que apoya Infinito Delicias es realmente fascinante. Todo empezó con Isaac Carasso, creador de la marca Danone. ¿Quién lo diría? Desde sus humildes comienzos, él y su hijo Daniel expandieron su influencia y crearon un legado que aún perdura. Daniel, al casarse con Nina, combinó su pasión por la comida y el arte, y ahora sus ideales están tomando forma en este innovador proyecto en Madrid.
Espacios de coworking y oportunidades creativas
No podemos olvidar mencionar los espacios de coworking y los pisos designados para artistas y científicos. Este modelo flexible está diseñado para adaptarse a las necesidades de aquellas personas que buscan fusionar sus áreas de trabajo. Pero lo mejor de todo es que estos espacios estarán abiertos para que cualquiera que esté interesado pueda utilizarlos. ¡Es un verdadero regalo para nómadas digitales y freelancers!
Un punto de encuentro para la comunidad
Una de las visiones más enfocadas de Infinito Delicias es convertirse en una auténtica plaza del pueblo, donde los vecinos puedan aportar sus iniciativas. Este modelo comunitario busca fomentar una conversación activa entre todos los que habitan la zona, generando un sentido de pertenencia y colaboración. Una idea, un proyecto o incluso un evento pueden convertirse en parte de la programación cultural del recinto. ¿No es emocionante pensar en todas las posibilidades?
Reflexiones finales
Infinito Delicias no es solo un centro de exposición o un espacio gastronómico; aspira a ser un ecosistema donde convergen diversas disciplinas. Al fusionar la gastronomía, el arte, la cultura y la innovación, este proyecto busca cambiar la manera en que percibimos los espacios comunitarios y, por ende, nuestras vidas.
Así que, si alguna vez te encuentras en Madrid después de 2025, asegúrate de visitar este lugar y ser parte de la experiencia. ¿Quién sabe? Tal vez serás uno de los que lleven un platillo de esa cena compartida, ahorrándote la pregunta de “¿qué traigo?”. ¡Viva la colaboración y el sabor!