La diversidad y la convivencia son claves en nuestras sociedades modernas, puntos que se han visto ensombrecidos por un incidente racista que tuvo lugar durante el último partido de youtubers entre España y Francia. Este evento no solo debía ser una celebración del fútbol y el entretenimiento digital, sino que se transformó en una llamada de atención para todos nosotros. ¿Cómo logramos que un evento que promueve la diversión y la buena voluntad sea también un espacio donde el racismo hace su aparición? Acompáñame mientras desglosamos este incidente y reflexionamos sobre lo que significa ser parte de la comunidad en línea.

El contexto del partido: más que un simple juego

Para los que no están al tanto, estos partidos de youtubers se han vuelto una tradición desde 2019. En principio, son organizados para unir a los fanáticos de ambas naciones en algo que trasciende el fútbol: la camaradería de la comunidad digital. Pero el último encuentro, celebrado en el Estadio Metropolitano de Madrid, se convirtió en un recordatorio incómodo de que no siempre hay un espacio seguro, incluso entre aquellos que se autodenominan “creadores de contenido”.

La escena: una fiesta que se tornó amarga

Imagina un estadio repleto de jóvenes llenos de energía, sonrisas y risas. Puedes casi oír cómo las voces de los youtubers más populares llenan el aire con sus bromas. Pero entonces, como un rayo que parte el cielo despejado, un grito racista rompe ese ambiente, y lo que debía ser una celebración se convierte en un momento bochornoso.

SDM, un reconocido rapero francés y futbolista en el evento, fue el blanco de esos gritos. Uno de esos momentos en los que deseas tener un botón de “rebobinar”, y simplemente volver a cuando todo era diversión y camaradería. En lugar de eso, el juego se detuvo, y no solo por las jugadas en el campo, sino también por la indignación que surgió en las gradas.

¿Cómo es posible que en 2024 aún estemos lidiando con comportamientos tan arcaicos como el racismo? Me pregunto si el racismo es tan complicado de desenmascarar como el truco de magia de un youtuber, pero, por supuesto, la respuesta es un rotundo “no”.

La respuesta de la comunidad

El gesto de Koko, uno de los creadores españoles, al dirigirse al vestuario de los jugadores franceses es una muestra de lo que debería ser la respuesta apropiada ante incidentes de esta magnitud. Reconocer el dolor y ofrecer apoyo es crucial. Sin embargo, otro instante memorable fue el discurso del capitán francés, quien pidió al organizador del evento, DjMario, que controlara a la multitud. “Gente, esto es un partido de youtubers, por favor, no hagamos el tonto” fue su pedido. Estoy seguro de que, en esos momentos, muchos pensaron que sí, había que dejar el “tonto” en casa.

Consecuencias inmediatas

El árbitro del encuentro, Cristóbal Soria, mostró una postura firme, advirtiendo sobre la cancelación del partido si el comportamiento racista persistía. Una de esas advertencias que te hacen detenerte y reflexionar, como cuando tu madre te decía que “no estuvieses jugando con fuego”. La verdad es que, en este caso, el fuego no solo quemó, sino que dejó una marca.

A pesar de que el juego se reinició, algo se había roto en el ambiente. La tensión era palpable, como si un electrificante trueno hubiera dejado su estela. Abucheos y objetos que caían desde las gradas… incluyendo frutas, porque, claro, los racistas también tienen un sentido del humor muy particular.

El impacto en la comunidad y en los creadores de contenido

Lo que ocurrió no solo afectó a los jugadores, sino que también puso en aprietos a la comunidad de creadores de contenido. Estas plataformas, que en su esencia deberían fomentar la inclusión y el respeto mutuo, se enfrentan a un espejo que refleja las sombras del racismo y la intolerancia. ¿Cuál es su responsabilidad al respecto? Ya no se trata solo de hacer reír. Ahora también es importante hablar, educar y tomar acción.

Imagina que eres un creador de contenido de esta esfera, cuántas preguntas comenzaría a rondar tu cabeza: ¿Debo hacer un video sobre esto? ¿Puedo hablar de ello sin causar más divisiones? En la era de las redes sociales, donde un “tweet” puede desatar tormentas, es esencial que esos creadores tomen una postura activa. De lo contrario, se convertirán en cómplices.

Una cultura digital más respetuosa

El reto está en transformar momentos dolorosos en oportunidades de aprender. Una especie de “faena” donde todos ganan. La inclusión debe ser la norma y no la excepción. Ahí es donde entramos nosotros como comunidad: el cambio comienza desde dentro. Así de simple, así de complejo.

La empatía es un músculo que necesitamos ejercitar. En lugar de ignorar o minimizar la situación, cada uno de nosotros puede ser un agente de cambio. Una nota al margen: me recuerda a una vez en la universidad en la que un profesor nos hizo reflexionar sobre cuestiones de diversidad mediante el uso de un simple juego. Cada vez que alguien se reía, había que pasar la voz a un compañero que se sentía incómodo. ¡Una lección que valdría la pena aplicar alguna vez más!

Reacciones en redes sociales

Las redes sociales, como de costumbre, no tardaron en reaccionar. Con el hashtag #NoAlRacismo inundando Twitter, muchos creadores comenzaron a hablar, no solo para condenar el acto, sino también para resaltar la belleza de la diversidad en sus comunidades. Kami, la streamer conocida por su sentido del humor afilado, hizo un fuerte llamado a la acción.

Pero la pregunta siempre queda en el aire: ¿Realmente se mantendrán estas conversaciones activas después de que pase el eco de este incidente? La respuesta está en nuestras manos.

Reflexiones finales: el camino a seguir

No hay forma de minimizar lo ocurrido. Fue un recordatorio de que el racismo sigue estando presente, incluso en los espacios donde se supone que debemos estar a salvo, disfrutando y participando. También debemos recordar que lo que pasó en el estadio del Atlético de Madrid es una oportunidad para reflexionar como comunidad y seguir adelante.

Está en nuestras manos como sociedad hacer que las sombras de la intolerancia se desvanezcan. Si cada uno de nosotros pone su granito de arena, quizás el próximo partido de youtubers no esté marcado por gritos racistas, sino por risas, apoyo y amor. Porque eso es lo que realmente cuenta.

La comunidad de creadores tiene una voz poderosa. No la usemos solo para reírnos, sino también para alcanzar con entendimiento un mundo más inclusivo. Al final del día, como dice un viejo dicho, “más vale tarde que nunca”. ¡Vamos a hacer de nuestra comunidad un lugar donde todos puedan jugar sin miedo!

Así que, querido lector, la próxima vez que te encuentres en un estadio, o en un chat en línea, pregúntate: ¿Qué puedo hacer para contribuir a un ambiente positivo? Porque eso es lo que verdaderamente importa, hoy y siempre.