Si alguna vez has cristalizado tu amor por la pizza en un intenso debate sobre cuál es la mejor – sí, estoy hablando de esos argumentos acalorados que probablemente has tenido con tus amigos, donde mencionas la » auténtica» pizza napolitana y ellos te contrarrestan con pizzas de piña – probablemente hayas oído hablar de Grosso Napoletano. Esta cadena española ha tomado por sorpresa el mundo de la gastronomía, desafiando todas las expectativas. Pero, ¿qué hay detrás de este fenómeno pizzero y cómo han logrado hacer que el amor por la pizza resuene en cada bocado?

Un año de hitos y reconocimiento

Recientemente,si bien puede parecer un cliché de la cultura empresarial moderna, Grosso Napoletano fue reconocida como la mejor cadena de pizza artesanal del mundo por 50 Top Pizza. Este reconocimiento no solo fue un hito importante para la compañía, sino también un cambio de juego, puesto que por primera vez una cadena no italiana alcanzaba este estatus en un ranking creado por expertos del sector. Mucha gente se rasgaba las vestiduras, mientras que otros simplemente se lanzaban a la búsqueda del siguiente trozo de pizza.

Los fundadores y su visión

Todo comenzó en 2017, cuando unos jóvenes emprendedores, Hugo Rodríguez de Prada y Jorge Blas, decidieron dar un giro a la forma en que los españoles experimentaban la pizza. Con el sueño de acercar la auténtica pizza napolitana a este acogedor rincón de Europa, no podían permitirse el lujo de sacrificar su misión fundamental: la calidad. En poco tiempo, han abierto cerca de 50 establecimientos en 14 ciudades de España. ¡Eso es un crecimiento que haría que cualquier startup tecnológica se pusiera celosa!

¿Pero cómo lograron este éxito casi meteórico?

La clave: calidad y tradición

Grosso Napoletano apostó fuerte por la autenticidad de la pizza napolitana. Tal vez podrías compararlo con un malhablado cocinero que se niega a usar prácticas modernas en la cocina de su abuela. La compañía hace una inversión considerable para transportar hornos de leña de piedra refractaria desde Nápoles y asegurar que los ingredientes sean de primera calidad. Ese es su mantra: «si no es bueno, no lo usamos».

El equipo de Grosso Napoletano se enorgullece de ser muy exigente. Por ejemplo, no se conformaban con cualquier tipo de tomate; ellos probaron hasta 18 tipos diferentes en una serie de tests ciegos. ¿Te imaginas ese cambio de tomate? Al final, optaron por los tomates de San Marzano, que son como una joya, y no puedo evitar evocar el canto de sirenas cada vez que pienso en ellos.

Ingredientes traídos de Italia

Sus pizzas están elaboradas con la mejor harina y la mejor mozzarella. La harina proviene del legendario Mulino Caputo, un molino en Nápoles que ha estado funcionando durante más de 100 años. Esto es como conseguir un disco de vinilo de tu banda favorita; la autenticidad se respira en el aire. Y sobre la mozzarella, solo utilizan fiordilatte, elaborada por Latteria Sorrentina, que ha estado en el negocio desde 1880. Dicho de otra manera, la mozzarella que encontrarás en sus pizzas tiene más historia que muchos de los libros que leíste en la escuela.

La experiencia del cliente

La experiencia en Grosso Napoletano comienza antes de que las pizzas lleguen a tu mesa. Cada empleado pasa por un entrenamiento riguroso que les enseña a hacer pizzas al estilo tradicional. De hecho, tienen su propia Scuola di Grosso donde capacitan a pizzaioli en un curso de diez semanas. ¡Una verdadera universidad de pizza! Esto no solo garantiza la calidad, sino que también crea una conexión emocional entre los empleados y su arte.

Pero, ¿qué hay de especial en la experiencia de comer pizza aquí?

Cuando das el primer bocado de una Diavola, la combinación de ingredientes frescos, bien equilibrados y de una masa perfectamente cocinada es una revelación. Mientras circuno te emocionas en cada bocado, te darás cuenta de que no hay nada de «sabor a cartón» aquí. Al contrario, es un viaje a la Italia más pura.

Innovación y creatividad: el Menú

Como todo buen artista, Grosso Napoletano no se detiene en lo convencional. Con alrededor de 17 opciones de pizza y un par de antipasti, también introducen novedades por temporada. En primavera, probé la Zozzona, que es como un viaje sensorial por Roma en cada bocado. Con salchicha napolitana, guanciale y una yema de huevo coronando el espectáculo, es el equivalente a un guiño pícaro de un chef cocinero.

Y, si piensas que están demasiado ocupados replicando su éxito, piensa de nuevo. Cada año, realizan dos ediciones limitadas, donde traen a pizzaioli de renombre para compartir sus recetas durante algunos meses. No te preocupes, también ofrecen pizzas que tienen un toque de locura, como la famosa Hellboy de Paulie Gee, que se ha ganado un lugar permanente en el menú. Ese es un testimonio de lo que puede hacer la demanda entretenida.

Ediciones Limitadas como estrategia

Estos lanzamientos se han convertido en un atractivo que mantiene el interés de los clientes. Tal vez te preguntes: ¿Y qué hacen con esos sabores únicos una vez que desaparecen del menú? Esta es una estrategia que asegura que siempre haya algo nuevo, algo intrigante. Después de todo, ¿quién no desea incluir un poco de ingenio en su rutina alimentaria?

Planes de expansión y futuro

La ambición de Grosso Napoletano no se detiene ahí. Con una meta de abrir 100 locales para 2026, la cadena está lista para llevar la pizza artesanal a nuevos horizontes. Sin embargo, no lo harán a expensas de la calidad. La expansión está bien pensada y se basa en la fidelidad a sus raíces.

Pero, aquí está la pregunta que flota en el aire: ¿será suficiente la calidad para mantener la demanda casual en esta era de comida rápida? Su modelo se basa en una combinación de innovación y una fuerte conexión con la tradición, lo que los convierte no solo en otra cadena, sino en un movimiento en la industria.

La pizza: un símbolo cultural

Desde encima de una mesa o de un plato, la pizza ha tenido un profundo impacto cultural. En Italia, es casi un símbolo sagrado; en España, ha sido de alguna manera una revelación. Grosso Napoletano no solo ha crecido como una cadena de pizzerías, ha fomentado una red de conexión entre las culturas, uniendo a fatigosos aficionados a la pizza bajo su bandera de calidad.

Recuerdo cuando fui a uno de sus locales por primera vez. El ambiente era vibrante; personas risueñas compartiendo porciones, y en cada mesa alguien estaba levantando su copa, brindando por la vida. Era un momento que, aunque simple, evidenciaba que la pizza es, aunque rica, un vehículo de amor y comunidad.

Reflexiones finales

En un mundo lleno de opciones de comida rápida desechables, Grosso Napoletano representa una gloriosa celebración de la comida auténtica y de la pasión por la cocina. Con su comprometido enfoque en la calidad y su respeto por la tradición, han demostrado que la pizza no es solo una comida para comer, sino una experiencia para saborear y compartir.

Así que la próxima vez que tu grupo de amigos entre a una pizzería y comiencen a debatir sobre lo que constituye la «mejor» pizza, puedes sostener que hay un nuevo contendiente en esa lucha de salsas y masas: Grosso Napoletano. Con cada bocado, ellos han demostrado que se puede mezclar la tradición con la innovación y salir vencedor.

Ahora, la pregunta que debes hacerte es: ¿Cuánto tiempo más vas a esperar para probar esta experiencia? Porque créeme, una vez que lo hagas, probablemente no habrá vuelta atrás. ¡Y sí, estamos hablando de una verdadera revolución de pizza! 🍕