La prueba MIR de este año ha dejado un rastro de adrenalina y ansiedad entre los más de 15.000 aspirantes que intentan cumplir su sueño de convertirse en médicos. Personalmente puedo contar que la experiencia de buscar un lugar en el sistema de salud no es solo una cuestión académica, sino también emocional. Este examen, que se ha convertido en un verdadero campo de batalla, trajo consigo un formato más difícil y largo que nunca. ¿Te imaginas el escenario? Un grupo de más de 15.000 nerviosos candidatos atrapados en una sala, mirando una hoja que parece cuyo tamaño ha crecido sin ninguna razón aparente. Si alguna vez has estado bajo presión, sabes de lo que hablo.

Un examen más complejo y extenso

El examen MIR 2025 no solo fue más largo— ¡se alargó aproximadamente una página y media más que el año anterior!— también incorporó cambios significativos en su estructura. Fernando de Teresa, director académico de MIR de CTO, comentó que el examen contendría alrededor de 130.000 caracteres. Imagínate leyendo tanto texto en un ambiente de esa magnitud. Te devuelvo a aquel primer momento cuando no podías concentrarte en un solo parpadeo sin que un susurro de ansiedad inundara tus pensamientos.

Esto puede sonar como algo trivial, pero cuando estás ahí, cada carácter cuenta. Así que, si fuiste uno de los que pensó que estaba preparado y luego entró en pánico al ver la cantidad de texto, no estás solo. ¡He estado allí!

Reflexiones pos-examen: ¿fue realmente tan complicado?

La respuesta casi unánime entre los aspirantes y las academias fue que el examen fue más difícil de lo esperado. Muchos candidatos, a la salida, expresaron su sorpresa y, si me permites, su frustración. Es válido preguntarse, ¿qué estaba pasando con este examen? ¿No deberían ser proporcionales la dificultad y la preparación previa?

Fernando de Teresa también se hizo eco de esta sensación de confusión, señalando que incluso los profesores mostraban dudas sobre algunas preguntas. Innovador, ¿verdad? Imagínate a esos docentes, con años de experiencia, sintiéndose como yo cuando trato de descifrar el menú en japonés. Eran preguntas cuya claridad no estaba garantizada. ¡Había material para una sitcom!

Los nuevos mundos de las especialidades

Cada año se habla de un cambio en las especialidades que tendrán mayor protagonismo en el examen. Esto genera tanta expectativa como las últimas series de Netflix. En esta ocasión, las áreas de oncología y cardiología brillaron, acaparando la atención con preguntas sobre diagnóstico y tratamiento. Mi amigo Javier, que sueña con ser cardiólogo, estaba convencido de que este año se le había dado un lugar principal, hasta que se dio cuenta de que tenía que prepararse activamente para ello. Pero, como siempre, un parpadeo en el camino puede ser un trabajo arduo.

Por otro lado, enfermedades infecciosas también hicieron su entrada triunfal, desbancando a cirugía general y digestivo. ¡Vaya sorpresas nos depara la medicina! Sin embargo, no puedo evitar quedarme con la duda: ¿acaso los exámenes se basan en un guion de una serie dramática?

El formato del examen: pregunta visual

¡Atención! Aquí comenzó la odisea visual. Este año, se incluyeron bloques de preguntas con imágenes. Desde luego, esto añade un giro inesperado. Miguel Castillo, director académico de Promir, resaltó que, si bien la dificultad de estas imágenes era media, el desafío real vino del número de imágenes por pregunta. Debo decir que esto me recordó a aquellos juegos de adivinanza, donde cada imagen se convierte en una pista, pero ¿quién tiene tiempo para eso en medio de un examen? Como si no tuviéramos suficiente estrés, ahora debíamos ser expertos en imágenes también. ¡Gracias, educación!

Reflexiones de los expertos

Como siempre, los “expertos”, que son lo que hacen nuestro calvario más comprensible, no se quedaron atrás. Los médicos en activo y los académicos manifestaron su sorpresa con el formato. Algunos hasta se sintieron un poco como si estuvieran en un episodio de “Dr. House”, enfrentando casos que parecían sacados de un escenario completamente diferente.

“Todo el examen nos hizo sentir como si estuviéramos en un episodio de juego extremo”, comentó Alfonso Pérez, coordinador de simulacros. ¡Que viva la creatividad! Este examen no solo buscaba evaluar conocimiento, sino también la capacidad de adaptarse a situaciones inusuales, ¿verdad?

La eliminación de la nota de corte

Un aspecto vital del examen MIR 2025 fue la eliminación de la nota de corte. Esta decisión ha aportado un soplo de aire fresco, permitiendo a todos los opositores ser evaluados sin un umbral mínimo de puntuación. Imagina la mezcla de emociones: por un lado, un alivio a corto plazo, ¡y por otro, la posibilidad de que elevar el rosa podría salir mal! Sin presión, ¿no?

Resumen de aprendizajes

Sí, este fue un examen duro. Pero también deberíamos verlo como una oportunidad valiosa para aprender y crecer. En esos momentos de presión máxima, no hay nada como la experiencia compartida entre compañeros que atraviesan la misma tormenta.

Aquí hay unas cuantas recomendaciones a los futuros aspirantes que estén leyendo esto: significa que deberías estar comprando un buen libro de relajación ahora. Sí, tomarte un tiempo para meditar, y reflexionar sobre lo aprendido. Con cada examen, cada pregunta compleja y cada tarea adicional, uno va levantando su nivel de competencia en este maravilloso mundo de la medicina.

Reflexiones finales: ¿Qué pasa después del MIR?

Después de todas las dificultades, los aspirantes pueden sentirse desanimados. Pero aquí va un pequeño consejo: cada desafío trae consigo oportunidades de crecimiento. Una vez pasadas las pruebas de resistencia, todos enfrentan el camino hacia el ejercicio de la medicina. La satisfacción de ayudar a otros es lo que cuenta.

En conclusión, si alguna vez te enfrentas a este reto, etcétera, recuerda: se trata de un paso más en tu camino. La medicina es un viaje donde la perseverancia, el conocimiento y la pasión son fundamentales. A los que están en el camino: les deseo la mejor de las suertes en el viaje que tienen por delante. Y a los que asistirán el año próximo, bienvenidos a la aventura.

Recuerda, cada examen es un ladrillo más en la construcción de tus sueños. Y tú, querido lector, ¿estás listo para afrontar tu guerra personal en el examen MIR?