Cuando una situación de emergencia como la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) arrasa con casi dos decenas de municipios, la vida cotidiana cambia radicalmente, no solo para los humanos, sino también para nuestras queridas mascotas. Hace aproximadamente un mes, la Comunidad Valenciana se enfrentó a un torrente de agua que no solo inundó calles y hogares, sino que también dejó su huella en el bienestar emocional de nuestros animales. Vamos a sumergirnos en esta situación y descubrir cómo podemos ayudar a los gatos (y perros) a adaptarse a esta nueva normalidad.

La DANA y sus efectos devastadores

¿Te has imaginado alguna vez ver cómo el agua de lluvia se convierte en un torrente imparable, arrastrando todo a su paso? Personalmente, sólo de imaginarlo me pone la piel de gallina. Tras el paso de la DANA, muchos hogares fueron devastados, y entre las víctimas de este desastre se encontraban también los refugios de animales, como El Refugio de María y la protectora Modepran, donde cientos de gatos y perros perdieron su hogar.

Los efectos no solo se limitaron a los lugares físicos, sino que también impactaron profundamente en el estado emocional de nuestras mascotas. Según el veterinario y divulgador Juan de la Cerda, nuestros gatos, que son criaturas de rutina y previsibilidad, se enfrentan a un mundo caótico que les produce estrés y ansiedad. Pero, ¿por qué es tan importante prestar atención a estas emociones en nuestros peludos amigos?

La sensibilidad emocional de los gatos

Los gatos son seres altamente sensibles. Si te has fijado, tienen su propio mundo y su manera única de vivir. Muchas personas creen que los gatos son independientes y no les preocupan los cambios a su alrededor. ¡Error! Esta es una de esas ideas preconcebidas que pueden llevar a malentendidos dramáticos. No, no es que estén fríos y distantes, simplemente tienen un aire de misterio que a menudo les da esa fama.

La pérdida de su hogar habitual y el cambio en su entorno pueden ser devastadores para estos felinos. Imagina que llegas a casa y todas tus cosas han desaparecido, ¡es como si alguien hubiera hecho un episodio de «¡Cambia tu Casa!» sin tu consentimiento! Según el Dr. de la Cerda, los gatos reaccionan a cambios como la falta de su arenero habitual o un ruido inusual, modificando su comportamiento. Suena algo exagerado, pero estos cambios son verdaderamente estresantes para ellos, y pueden manifestarse de maneras que no siempre son obvias.

Reconociendo el estrés en nuestros gatos

¿Te has preguntado alguna vez por qué tu gato se esconde cuando llega un nuevo vecino o cuando hay una tormenta? Durante períodos de estrés, pueden mostrar una variedad de síntomas:

  1. Cambios en el comportamiento: Si tu gato solía ser como un torbellino de energía y ahora se comporta como un cráter de luna en su forma más tranquila, es momento de estar alerta.
  2. Escondites prolongados: Un gato que se oculta durante días puede estar lidiando con su propio tímpano emocional.
  3. Agresividad: Si tu gato de repente se convierte en un pequeño demonio, desata su rabo y se asusta por su sombra, esa puede ser otra señal del creciente estrés.
  4. Alteraciones en los hábitos de sueño: Si ahora está despierto y maullando a las tres de la mañana, tal vez sea recomendable una consulta con un veterinario.

Estrategias para reducir el estrés en nuestras mascotas

Una vez que identificamos que nuestro amigo felino está estresado, ¿cuál es el siguiente paso? Aquí te comparto algunas recomendaciones útiles basadas en consejos del Dr. de la Cerda:

Vuelve a establecer rutinas

Los gatos prosperan con la rutina. Es fundamental que ayudes a tu gato a volver a una vida pre-DANA. Esto significa horarios de comida regulares y asegurarte de que tenga acceso a su caja de arena y otros elementos familiares. Crear un ambiente íntimo y seguro les da la sensación de control que tanto necesitan.

Su dieta habitual y su espacio

Si han perdido parte de su hogar o sus lugares seguro, es crucial que hagas todo lo posible para recrear un ambiente tranquilo. Eso podría incluir mantener su comida y arena favoritas a mano. ¿No es curioso cómo un poco de croquetas familiar puede ser la salvación para esos peludos?

¡A jugar!

Los gatos también necesitan ejercicio y estimulación mental. ¡Dedicale unos minutos al día para jugar con ellos! Puedes usar juguetes con plumas o simplemente una cuerda. Si no quieren jugar, no los fuerces, pero intenta un rato de caricias suaves, eso también les ayudará a relajarse y volver a la normalidad.

Usa feromonas felinas

Como un pequeño «ambientador emocional», las feromonas pueden ser de gran ayuda para calmar a los gatos estresados. Existen varios productos en el mercado que pueden ayudar. Infórmate sobre ellos y, si consideras que es necesario, acércate a tu veterinario para una consulta.

Consultar al veterinario

Si notas que el estrés persiste, o si se manifiesta en problemas físicos como vómitos o cambios drásticos de comportamiento, ¡No dudes en pedir ayuda! Hablar con un veterinario siempre es una buena idea. No tengas miedo de ser honesto sobre tu preocupación.

La importancia de la salud emocional

A veces, parece que la salud emocional de nuestras mascotas no es tan prioritaria como la salud física. Pero, ¿te has dado cuenta de lo entrelazadas que están ambas? Un estrés prolongado puede llevar a enfermedades graves como la cistitis idiopática o la lipidosis hepática. Así que no subestimes el impacto del estrés emocional en la salud de tu gato.

Cistitis idiopática

El estrés puede desencadenar la cistitis idiopática, una condición que puede hacer que tu gato orine fuera de la caja o, incluso, que orine sangre. ¡Y no hay nada más angustiante que ver a tu felino sufrir sin una razón aparente!

Lipidosis hepática

Por otro lado, la lipidosis hepática es otra complicación que puede surgir tras sufrir estrés prolongado. Esta condición ocurre cuando el gato deja de comer adecuadamente. Por lo tanto, si notas que tu gato está comiendo menos, especialmente si ya estaba estresado, contacta a tu veterinario.

Reflexiones finales: el camino hacia la recuperación

El camino hacia la recuperación no es fácil, pero es posible. Al igual que nosotros los humanos, nuestros amigos felinos también pueden atravesar el duelo y la ansiedad después de situaciones traumáticas. Al concentrarnos en establecer rutinas adecuadas, ofrecer el amor y la atención que necesitan, y estar atentos a su salud emocional, estamos dando un gran paso hacia la reconstrucción de su bienestar.

Un mes después de la DANA, muchos están recuperando sus lugares y sus vidas, mostrando resiliencia como solo las criaturas del mundo natural saben hacerlo. Quizás tú también puedas ser parte de su recuperación. Así sea un pequeño gesto, como volver a llenar su plato de comida favorita o simplemente dedicarles un par de minutos al día para jugar.

Así que, ¿estás listo para ayudar a tu gato a recuperar su paz? ¡Ellos confían en ti! Después de todo, ser un tutor responsable significa cuidar de todos los aspectos de su vida, desde el físico hasta el emocional. ¿Quién dice que los gatos son solo unos simples animales? La verdad es que tienen un gran impacto en nuestras vidas y no son tan diferentes a nosotros. ¡Ánimo, tu gato te lo agradecerá con un suave ronroneo!