Encontrar al amor verdadero es como buscar un unicornio en el bosque; sorprendente, emocionante, y, a veces, frustrante. Sin embargo, algunas parejas logran mantener viva la llama de la pasión durante años y años. Uno de esos ejemplos claros es Thalía, la indiscutible reina del pop latino, y su marido, Tommy Mottola. Con 24 años de casados a sus espaldas, su historia de amor se siente a la vez mágica y real, como una película que no quiere terminar. Pero, ¿cuál es la fórmula de su éxito? ¡Vamos a descubrirlo!

Amar primero a uno mismo: la clave del amor

Thalía nos recuerda que para amar a otro, primero debemos aprender a querernos a nosotros mismos. Ella lo explicó de manera sencilla en el pódcast «Se regalan dudas»: «El primer amor es amarte a ti». ¿No es un concepto revelador? A veces nos perdemos en la idea de que necesitamos a alguien que nos complemente, cuando en verdad, el amor debe comenzar dentro.

¿Te has encontrado alguna vez en la situación de sentir que algo te falta a nivel personal? No estás solo. La búsqueda de la pareja ideal a menudo eclipsa el trabajo que necesitamos hacer en nosotros mismos. Thalía sugiere que más que buscar a alguien que nos complete, debemos buscar a un «parejo»: un compañero de viaje en esta aventura llamada vida.

Los «parejos» y su importancia

La idea de «parejo» que menciona Thalía es relevante. No se trata solo de encontrar a alguien que sea compatible, sino a alguien que te entienda, que respete tu individualidad y que esté dispuesto a crecer junto a ti. Así como un buen par de zapatos, un «parejo» debe ajustarse a ti, pero también debe ofrecerte el espacio para que tus pies (o en este caso, tu vida) puedan moverse y expandirse.

Tommy y Thalía parecen haber encontrado ese equilibrio perfecto. Tomando ejemplos de sus propias vidas, ¿no sería genial poder disfrutar de una relación en la que cadauno puede ser una mejor versión de sí mismo? Durante esos 24 años de matrimonio, ambos han cultivado un espacio donde tienen sus propias vidas, amigos e intereses. ¡Esos son los ingredientes que crean la magia!

Independencia en el matrimonio: un concepto revolucionario

La independencia es un concepto que muchas veces parece incompatible con el matrimonio. Sin embargo, Thalía defiende la idea de que una relación debe permitir a cada persona seguir siendo quien es. Ella vivió esto en su propio día a día, afirmando que «yo vivo mi vida y mi marido vive la suya». Este enfoque puede parecer inusual, pero podría ser el secreto detrás de muchas relaciones exitosas.

¿La unión hace la fuerza?

Crecí pensando que en un matrimonio todo gira en torno a la unión, pero ¿y si esa unión no significa dejar de ser tú mismo? En la cultura popular se nos dice que deberíamos estar completamente fusionados en una sola entidad, pero el matrimonio puede ser un espacio donde cada persona conserve su esencia y sueños. ¿Cuántas veces no has deseado no rendir cuentas sobre cada uno de tus movimientos o decisiones en la relación?

Imagínate que eres una planta. Si eres un rosal, no puedes dejar de serlo solo porque estás en un jardín de otros tipos de flores. Debes florecer en tu propio espacio y al mismo tiempo disfrutar del entorno que te rodea. Thalía y Tommy han logrado crear un «jardín» donde cada uno puede florecer como individuo.

Comunicar y cuidar: el arte de amar

La comunicación es el eje central de cualquier relación que funcione, y Thalía lo sabe. Ellos se cuidan mutuamente, pero también son conscientes de la importancia de tener sus propias vidas. La idea de «sombrilla» que ella menciona es especialmente divertida. Es como esas sombrillas en la playa que te protegen del sol; tú eres el dueño de tu propia sombrilla, y juntos crean un espacio seguro para sus hijos.

La magia de la protección mutua

Cuando uno de los dos se siente abrumado, el otro está allí para protegerlo y apoyarlo. Pero, ¿qué significa esto en términos prácticos? Tomemos un momento para reflexionar sobre ello. ¿Alguna vez has sentido que necesitas un espacio, pero al mismo tiempo quieres sentir el apoyo de tu pareja? Esa es la esencia del cuidado mutuo.

En lugar de ver a su pareja como alguien a quien “necesitas”, se convierten en compañeros que se eligen el uno al otro, sabiendo que pueden estar juntos, pero también disfrutar de su independencia. A veces es difícil de visualizar, pero tener esa base de apoyo y libertad es lo que a menudo mantiene la llama de la pasión viva a través de los años.

La importancia de la vida social: las amistades son vitales

Mientras hacemos nuestras vidas, nunca debemos olvidar la importancia de tener amigos en quienes apoyarnos. Thalía menciona que tiene sus propias amigas y actividades. En mi propia experiencia, he descubierto que tener amigos que te inspiren y te motiven puede hacer maravillas en tu bienestar personal.

Las amistades en la vida de pareja

Hacer tiempo para las amistades puede parecer un lujo cuando estamos atrapados en la rutina, pero son esos momentos con amigos lo que nos recarga las pilas. Cuando encontramos ese equilibrio, es más fácil regresar a casa y aportar energía positiva a nuestra relación. Si alguna vez te sientes agobiado por las responsabilidades, recuerda la importancia de salir y disfrutar con tus amigos.

Pareciera que con el tiempo, muchos en parejas tienden a aislarse. Pero, ¿no te parece irónico que cuanto más necesitamos apoyo social, más nos alejamos de nuestros círculos de amistad?

Reflexiones finales: aprendizajes de Thalía y Tommy

Para concluir, la historia de amor de Thalía y Tommy no es solo un relato de cómo mantener viva la llama, sino un recordatorio de tocar otros aspectos fundamentales de la vida que son igualmente importantes. Amar a uno mismo, tener independencia, cultivar la comunicación y mantener amistades son aspectos que, aunque parezcan independientes, están interconectados en una relación.

Agradezcamos a Thalía y Tommy por compartir con nosotros sus sabias palabras y experiencias. En un mundo donde las relaciones a menudo terminan prematuramente, su enfoque para mantener el amor vivo es digno de ser admirado y, por supuesto, replicado.

Así que la próxima vez que te sientas perdido en el bosque de las relaciones, recuerda: no necesitas un unicornio, solo un «parejo» con el que puedas bailar bajo la lluvia de la vida (y quizás un par de buenos zapatos para que tu baile sea mucho más divertido). ¡Aquí está a 24 años de amor duradero y, con suerte, a muchos más!