¡Hola, aventureros de la curiosidad! Hoy los invito a sumergirnos en un tema que me fascina: el misterio de la Atlántida. Esa civilización perdida que ha cautivado la imaginación de hombres y mujeres desde que Platón levantó el velo de la historia. Si alguna vez te has preguntado si la leyenda de la Atlántida podría tener algo de verdad, o si hay nuevas civilizaciones que se esconden bajo las aguas, ¡este artículo es para ti! De hecho, un grupo de intrépidos españoles ha decidido hacer frente a esta incógnita al investigar los fondos marinos, revelando que el océano sigue siendo uno de los grandes desconocidos de nuestro planeta.

¿Por qué seguimos obsesionados con la Atlántida?

Desde que tengo memoria, he estado rodeado de historias sobre civilizaciones antiguas, y siempre había creído que la Atlántida era meramente un mito. Pero, ¿qué pasaría si fuera un reflejo de verdades pasadas? La chispa de curiosidad creció aún más cuando me enteré de la extraña realidad que encierra el agua que nos rodea. ¡Hablamos de un 70% de la superficie terrestre cubierto por agua, y sabemos muy poco sobre ello! En serio, es como tener un enorme armario lleno de secretos, y solo haber explorado la parte visible.

Un interesante estudio revela que solo conocemos un 30% de nuestro planeta. De ese porcentaje, solo un 2% corresponde a los fondos marinos. Imagínate, un océano entero de secretos por descubrir y nosotros aquí, buscando respuestas sobre nuestros pasados. Además, la idea de que puedan existir estructuras sumergidas, que quizás sean restos de civilizaciones antiguas, suena como el guion de una película de Hollywood. Pero aquí no estamos hablando de ficción, sino de emprendimiento y ciencia real.

Descubriendo el océano con ICTYS

Aquí es donde entra en juego el proyecto ICTYS, una iniciativa realmente apasionante surgida en Zaragoza. José María Jiménez, un hidrólogo y amante del mar, decidió regresar a su hogar durante la pandemia, encontrando en la hidrografía civil un campo casi inexplorado. Junto con su equipo, buscaba cartografiar los fondos acuáticos y descubrir lo que el vasto océano escondía. Sería un poco como ir a buscar la Atlántida, ¿no crees?

El nombre ICTYS, que proviene de la palabra griega que significa «pez», nos recuerda que, en última instancia, estamos hablando de vida marina y riqueza oculta. A lo largo de cinco años, José y su equipo se sumergieron (literalmente) en la construcción de un barco de relevamiento topográfico que ha hecho de la batimetría su aliada. Esta técnica permite escanear el fondo del mar mediante pulsos de sonido, generando imágenes que nos permitieron ver lo que está bajo la superficie.

¿Alguna vez imaginaste que el agua podría «iluminarse» gracias a las ondas sonoras? Es como una fiesta de luces, pero en lugar de bailar, los datos se recopilan para enriquecer nuestro conocimiento sobre el agua y su lecho. Así, el Ebro, un río que por mucho tiempo había ocultado sus secretos, se convirtió en el laboratorio perfecto para probar el nuevo barco de ICTYS.

¡Al agua, pato! Pruebas en el río Ebro

Durante las pruebas realizadas en agosto y septiembre, el equipo de ICTYS se aventuró a explorar el pozo de San Lázaro en el Ebro. Para su sorpresa, ¡descubrieron estructuras sumergidas a seis metros de profundidad que podrían ser de origen romano! Si esto no suena como el inicio de una película de aventuras, no sé qué lo hará. Es como si la historia nos hablara desde el fondo del río, y José y su equipo fueran los traductores.

Imagina estar allí, lanzando los pulsos de sonido, mientras un antiguo acueducto se revela ante ti. La adrenalina y el misterio debieron ser palpables. El propio Jiménez describe el asombro que sienten al ver que, usando tecnología avanzada, en vez de palas o cámaras burbujeantes, logran desenterrar la historia. Ahora sabemos que la visión del mundo sumergido que tenemos está más cerca de la realidad gracias a la labor de estos exploradores modernos.

El futuro del patrimonio sumergido

Pero eso no es todo. A través de su incansable trabajo, el barco también hizo un descubrimiento fascinante: ¡no se trataba solamente de estructuras romanas, sino que también se evidenciaba la existencia de una cantera artificial! Imagina a José, mirando este antiguo sitio y pensando que, con cada descubrimiento, está añadiendo una pieza más al rompecabezas de la historia.

Es un momento emocionante no solo para la arqueología, sino también para todos aquellos que creemos en la necesidad de preservar nuestro patrimonio. Nadie quiere que una parte de la historia acabe olvidada en el fondo de un río, y ICTYS está contribuyendo a que las futuras generaciones tengan acceso a una historia que de otro modo permanecería oculta.

¿Tecnología en la búsqueda de desaparecidos?

Un giro inesperado en la narración se produce cuando José menciona el impacto de eventos naturales recientes, como la DANA. La preocupación por las inundaciones llevó a que muchas personas se contactaran con ICTYS para saber si su barco podría ayudar a buscar personas desaparecidas. Es un recordatorio brutal y profundo de cómo la ciencia y la tecnología pueden unirse para ofrecer esperanza en tiempos de desesperación.

El equipo se adentra en el trabajo con la Guardia Civil, con la esperanza de que su tecnología única pueda emplearse en la búsqueda de cuerpos en aguas difíciles. Es en momentos como este que uno se da cuenta de cuán valiosa puede ser la batimetría, incluso en la vida real. Si solo nuestros amigos de Hollywood se dieran cuenta de que el verdadero drama humano se encuentra a menudo en la vida real y no en la ficción.

¿Por qué la hidrografía necesita nuestra atención?

La hidrografía ha sido históricamente ignorada aquí en España, pero países como los Países Bajos nos enseñan que incluso el lugar más bajo del mar puede ser topografía de increíble belleza y utilidad. ¿Qué podemos aprender de su éxito? La inversión en tecnología de hidrografía es crucial, no sólo para la economía, sino para la preservación del medio ambiente.

Los barcos que emplean tecnología avanzada y autónoma son el futuro. Ya no es suficiente con pensar en el mar como un mero medio de transporte. Debemos explorarlo y entenderlo mejor, ya que este profundo azul está lleno de secretos que aún deben ser revelados. La verdad es que necesitamos encontrar formas de interactuar con el océano que sean sostenibles y respetuosas.

Esta reciente inclinación hacia un enfoque más holístico en la economía azul es un aspecto crucial. ¿Cómo podemos asegurarnos de que el mar siga siendo una fuente de vida y no solo un lugar de explotación? ¿Podrá el esfuerzo de ICTYS y proyectos similares servir como modelo a seguir para otros?

Conclusiones: más que un mito

Así que, amigos, cuando piensen en la Atlántida y las maravillas del océano, recuerden que hay un grupo de valientes que está desafiando lo desconocido. Con ingeniosos métodos y un gran sentido de la curiosidad, ICTYS no solo está explorando lo que yace oculto bajo las aguas, sino que también intenta cambiar la forma en que entendemos nuestra relación con el agua en todos los aspectos de la vida.

Quizás la historia de la Atlántida y de civilizaciones hundidas continúe siendo un mito para algunos, pero cada descubrimiento hecha por esos exploradores modernos nos acerca más a la verdad. ¿Quizás el océano tiene más que revelar de lo que podríamos haber imaginado?

Por ahora, mantendremos la mente abierta y el corazón dispuesto a sumergirnos, porque al final del día, cada pieza de historia que aparece en la superficie nos recuerda que siempre hay más que explorar y descubrir. Así que, la próxima vez que mires al océano, piensa en todo lo que podría estar esperando a ser encontrado. ¡Hasta la próxima exploración!