¿Alguna vez te has preguntado cómo se ve el rodaje de una película porno desde dentro? Puede que te imagine un ambiente cargado de tensión, donde actores y actrices solo se centran en una cosa: el rendimiento. Pero, ¿y si te dijera que la realidad es mucho más compleja y, si me lo permites, sorprendentemente entretenida? Recientemente, tuve la oportunidad de visitar un rodaje dirigido por Erika Lust, una figura pionera en el mundo del porno feminista. Así que, preparemos el terreno, hablemos de lo que implica este tipo de cine y, de paso, reflexionemos sobre el tabú que todavía rodea al cine adulto.

Al encuentro con la realidad detrás de la cámara

Imagina llegar a un set que parece más una celebración que un simple lugar de trabajo. Aquí estoy, en el barrio de Poblenou, justo a tiempo para presenciar una escena que promete jugosidad y, por qué no decirlo, una divertida explosión de confeti. En la esquina, hay una piñata rota y, en la cama, una actriz vestida de manera bastante atrevida. El título del día es tan provocador que me hace reír: “You can pick your father but you can’t pick your daddy”. Bienvenidos a un rodaje de Erika Lust, donde la creatividad no tiene límites y el estigma del porno empieza a romperse.

Como diría mi madre, “esto no es un circo, pero con tanto espectáculo, casi parece uno”. Pero, ¿es que el cine porno no debería ser tan… rígido y carente de espontaneidad?

La charla que cambia todo

La atmósfera se vuelve más íntima cuando se lleva a cabo la Sex Talk. Algo que, un año atrás, podría haberme sonado raro. Imagínate a un grupo de personas sentados platicando «2, 3, 4…» sobre preferencias y límites sexuales antes de rodar. Pero cuando nos encontramos en una industria donde las bombas pueden estallar si alguien se siente incómodo, estas conversaciones son vitales.

Estaba a solo unos metros de Lust y sus actores, Baby Nicols y Alex Charger, charlando de manera informal pero profunda. Te lo confieso, no conocía a esos actores antes de mi visita, pero me dejaron claro que saben cómo hacer que el tema de la sexualidad sea natural. “Para que la magia suceda, todos tienen que sentirse seguros”, dice Lust. Y, honestamente, escuchar esa frase cambia la perspectiva. ¿Qué tan efectivas son nuestras propias conversaciones sobre el consentimiento y el límite? Siempre podemos aprender algo.

Detalles que importan

Así como se necesita una buena pizca de sal en una receta, un buen rodaje de porno necesita su propio condimento: la risa. La sesión se inicia con un chiste sobre la máquina de confeti que termina fallando. Sucedió que la máquina se activó justo cuando la escena comenzaba, y se rieron de la situación antes de comenzar de nuevo. Es casi como un “¿acaso eso también forma parte de la escena?”. La esencia y el tono son tan esenciales como los actores que interpretan los papeles.

¿La moraleja? La naturaleza del cine porno puede resultar sorprendentemente cálida y divertida, a diferencia de lo que muchos imaginan. Hay un ritmo, un flujo y, sobre todo, una conexión genuina entre todos los involucrados.

Erika Lust: Una revolucionaria moderna

La historia de Lust es digna de ser contada. Comenzó su andanza en este mundo mientras estudiaba Ciencias Políticas y Estudios de Género en Suecia. Ahí fue cuando su interés por el cine comenzó a tomar forma, y no de cualquier forma, ¡sino en la forma de películas eróticas pensadas para empoderar! Dos millones de descargas en solo dos meses no son moco de pavo.

Su trayectoria ha estado marcada por el deseo de transformar la percepción del porno. ¿Feminista? Totalmente. Lust no solo busca entretener, sino también educar y abrir un espacio para la representación. La “House of Erika Lust” en Barcelona es un claro reflejo de esta misión.

La experiencia inmersiva de la House of Erika Lust

Y entonces llegamos a la parte que me tenía ansiosa. Desde que escuché sobre la House of Erika Lust, supe que debíamos pagarle una visita. Al llegar, la primera reacción fue un “¡Guau!”. Este lugar no es solo un set; es una experiencia inmersiva diseñada para desafiar el dominio del porno tradicional.

La primera fase es como una biblioteca de experiencias. Te encuentras rodeado de mensajes sobre la libertad sexual y la aceptación de nuestros deseos. Pero no te engañes: cuando llegues a la segunda parte, la incomodidad empezará a asomarse. Mirar a otros experimentar sus deseos cercanos a los tuyos es, digamos, un poco extraño, pero también fenomenal.

¡Recuerda! No está permitido grabar. Es casi como si estuvieras en un templo sagrado donde el respeto a la intimidad es clave. Si la primera parte es más educacional, la segunda es pura curiosidad.

Un viaje al metaverso erótico

La culminación de la experiencia es simplemente indescriptible. Al ponerte unas gafas de realidad virtual, te diriges a un mundo donde las posibilidades parecen infinitas. Aquí puedes elegir ser quien desees y explorar un espectro que va desde lo erótico hasta lo explícito.

Bajo la pantalla de la realidad virtual, me sorprendió cómo mi avatar decide interactuar y explorar. Me sentía como si estuviera jugando a un videojuego, pero con un toque mucho más… intrigante. Era un tira y afloja constante entre mis deseos y el deseo ajeno, un verdadero análisis de los matices del deseo humano.

La curiosidad es una fuerza motriz, ¿no? Pero, ¿cuántas veces dejamos que nuestra curiosidad se descontrole? A veces es refrescante y, a veces, simplemente incómodo.

Reflexiones finales sobre el porno y la libertad sexual

Después de la experiencia, no pude evitar hacerme preguntas sobre el futuro del cine adulto. ¿Es posible cambiar la percepción del porno desde dentro? Lust cree rotundamente que sí. Su enfoque en el porno feminista desafía la narrativa tradicional y ofrece un espacio donde la sensualidad no es un tabú, sino una celebración.

Con la apertura de la House of Erika Lust, nos invita a todos a liberarnos un poco de los prejuicios y a explorar lo que significa el deseo para nosotros. Como alguien que ha pasado por la experiencia, puedo decir que, lejos de ser una sola visión del sexo, lo que viví fue una exploración de la identidad, la conexión y, sí, incluso la diversión.

Así que, ¿estás listo para ver el cine desde una perspectiva diferente? Porque te prometo que la próxima vez que pienses en el porno, puede que no solo visualices lo que hay en la pantalla; posiblemente comiences a ver a las personas detrás de ella, quienes también tienen sus historias, sus luchas, y por supuesto, sus deseos. ¡Ahora eso sí que es para pensar!