¿Alguna vez has asistido a un evento donde los límites de la realidad parecen desvanecerse, y los personajes de tus juegos o series favoritas cobran vida ante tus ojos? Si la respuesta es sí, probablemente hayas estado en el Saló del Manga de Barcelona, un evento que, cada año, transforma la ciudad durante el primer fin de semana de diciembre. Este año, celebramos sus 30 años de pasión por el anime, el manga y, por supuesto, el cosplay.

¿Qué es el cosplay?

El término «cosplay» es una combinación de las palabras inglesas «costume» (disfraz) y «play» (jugar). Pero no se trata de un simple disfraz de Halloween. El cosplay es una forma de arte, una expresión creativa que permite a los aficionados transformarse en sus personajes favoritos, desde valientes héroes hasta villanos carismáticos, todo con una meticulosidad que haría dudar al mismo Da Vinci.

Recuerdo la primera vez que intenté hacer algo similar. Me pasé semanas confeccionando un disfraz de un personaje de un videojuego que amaba, solo para volverme loco cuando el día del evento me di cuenta de que faltaba una pieza esencial: ¡el sombrero! ¿A quién no le ha pasado algo así? La emoción es tanto parte de la experiencia como el resultado final.

El auge del cosplay en Barcelona

Cada año, el Saló del Manga atrae a centenares de fans que se sumergen en un mar de color, creatividad y competencia. Este año, por ejemplo, Sara, una cosplayer de 22 años, confesó haber trabajado en su disfraz de la protagonista de Akatsuki no Yona durante tantas horas que solo logró dormir cuatro esa semana. Hablemos de dedicación. ¿Cuántos de nosotros hemos sacrificado el sueño por nuestras pasiones?

Uno de los aspectos más impactantes del evento es que hemos pasado de una simple pasión a algo mucho más significativo: una comunidad en crecimiento. Cosplayers como Ayuru, con más de 28,000 seguidores en redes, han llevado este hobby a nuevas alturas, convirtiendo su amor por el cosplay en una carrera. Ayuru incluso ha representado a España en competiciones internacionales y ha trabajado con grandes marcas como Riot Games. Esta evolución nos lleva a la pregunta: ¿qué motiva a estas personas a dedicarse a algo tan elaborado?

Una introducción a la comunidad

La comunidad del cosplay en Barcelona no se trata solo de vestirse como un personaje. Es un espacio seguro donde la gente puede ser quien quiera ser sin miedo a ser juzgada. Hay un sentido de aceptación y apoyo mutuo que es duradero. Bea Muñoz, más conocida como Trixxi, comenzó comprando sus trajes hasta que se animó a confeccionar el suyo propio. ¿Qué tal si te digo que la mayoría de los cosplayers están más que dispuestos a compartir sus secretos de costura? Es un entorno donde el aprendizaje se da de forma natural, y donde los errores son simplemente parte del viaje.

Y hablando de costura, es importante mencionar a Dani P., quien opera la sastrería La Pimpinela en Barcelona. Este lugar sirve no solo a producciones teatrales, sino que en los últimos años ha visto un auge en los pedidos de trajes de cosplay. Los precios van desde los 50 euros para piezas más simples hasta los 1,500 o 2,000 euros para vestimentas complejas. Pero, vale la pena cada céntimo cuando ves el brillo en los ojos de quienes llevan tu creación.

La evolución de la cultura del cosplay

¿Te has preguntado alguna vez cómo ha evolucionado el cosplay? La llegada de los personajes del universo Marvel y el aumento de popularidad de animes y mangas han contribuido a que muchos jóvenes se involucren en el arte del cosplay. Durante la pandemia, cuando el acceso a piezas de ropa era escaso, muchos se dieron cuenta de que podían hacer su propia ropa, ¡y así nació el «cosplay casero»! ¿Quién lo diría? Una crisis global provocando un estallido de creatividad.

Por otra parte, esta moda ha revitalizado mercados en crisis, como las mercerías. Como mencionó Dani, los clientes han abierto puertas a un nuevo mercado. El hecho de que los cosplayers inviertan en sus trajes no solo ayuda a las empresas locales, sino que también fomenta talleres y cursos. Es una forma de apoyo mutuo en su máxima expresión.

Un lugar para todos

Entre las muchas historias inspiradoras en esta comunidad, está la de Marina, conocida como Azania. Desde los diez años, Marina se ha sumergido en la costura y ha trabajado en sus cosplays con la ayuda de su abuela. ¿No es genial cómo la costura se convierte en un medio para estrechar lazos familiares? Es hermoso pensar que, mientras algunos padres e hijos juegan videojuegos juntos, otros se sientan a coser.

Virgine Verrier, del taller Muchafibra, también ha visto cómo el cosplay se convierte en una forma de conexión intergeneracional. Ella nota que muchas chicas acuden a su taller buscando ese vínculo con sus abuelas y madres. ¿Y quién podría culparlas? Hay algo imbatible en compartir un interés común con alguien que ha vivido más experiencias que uno mismo.

Cosplay y diversidad

Un aspecto importante del cosplay es su naturaleza inclusiva. No hay requisitos estrictos sobre cómo se debe ver un personaje. Virgine verifica que el cosplay se trata de adaptar el personaje a la persona que lo quiere llevar. Puedes ser cualquier cosa que desees, y eso es lo que hace esta comunidad tan especial.

Incluso los géneros son fluidos en este mundo. Desde hombres disfrazándose de personajes femeninos hasta mujeres encarnando héroes masculinos, todos son bienvenidos. Todo el mundo tiene un lugar aquí, reflejando cómo el cosplay fomenta la autoexpresión y la diversidad.

Los números detrás del evento

Observando el éxito del Saló del Manga, no es de extrañar que, según informes recientes, las ventas de mangas han registrado un aumento del 184% entre 2020 y 2021. Y no solo eso, ¡1698 nuevos títulos llegaron al mercado español solo en 2023! Eso no es solo un hito, es toda una explosión cultural que nos invita a reflexionar.

El evento no solo es un lugar para mostrar y admirar, sino también para aprender y compartir. Con una serie de charlas y competiciones, es el punto de encuentro donde la creatividad y la pasión se encuentran, creando una experiencia inolvidable.

Reflexiones finales

Aunque puede parecer que el cosplay es solo una tendencia o una moda momentánea, me atrevería a decir que ha llegado para quedarse. La comunidad y el espíritu de colaboración fomentados en eventos como el Saló del Manga están creando una nueva forma de cultura en Barcelona y más allá.

En un mundo donde a menudo se nos anima a ser serios y responsables, el cosplay brinda un pequeño respiro. Es un recordatorio de que, sin importar la edad, podemos encontrar alegría en la creatividad, la comunidad y la conexión. Así que, la próxima vez que veas un cosplayer en un evento, pregúntate: ¿qué historia cuentan esos trajes y por qué son tan significativos?

Y tú, ¿te atreverías a sumergirte en el mundo del cosplay? Te aseguro que no solo aprenderías sobre costura, sino también sobre ti mismo. Después de todo, en un universo lleno de posibilidades, siempre hay un personaje esperándote para salir a la luz.