¡Hola, amigos! Hoy quiero hablarles de algo que va más allá de las pasarelas y las portadas de revistas. Estoy aquí para compartir con ustedes una charla llena de anécdotas y risas que se llevó a cabo recientemente entre cuatro impresionantes modelos que, sin lugar a dudas, han dejado huella en el mundo de la moda. Sí, ¡estoy hablando de Inés Sastre, Judit Mascó, Laura Ponte y Nieves Álvarez! Estas mujeres han desafiado el tiempo y el estereotipo de que la belleza y el éxito en el modelaje tienen una fecha de caducidad.
Así que, siéntense cómodamente y prepárense para un recorrido lleno de historia, humor y reflexiones sobre la vida, la moda y la amistad.
¿Más que simples modelos?
Al adentrarnos en esta conversación, es imposible no notar cómo estas mujeres han forjado relaciones inmensas a lo largo de sus carreras. Pablo Motos, el anfitrión del programa, comenzó con un saludo, provocando alguna que otra risa. «Con tantas modelos aquí, ¡me siento como un Funko!», bromeó. ¡Y es que con esa entrada, cualquier tensión se evaporó en el aire!
La espontaneidad de Motos fue un buen reflejo de cómo estas modelos también ven su profesión. “Me encantan los premios, es una cosa muy bonita que te den uno. Hay gente que los rechaza, pero a mí me hacen mucha ilusión”, declaró Inés Sastre, dejando claro que, a pesar de lo superficial que algunos pueden pensar que es este mundo, siempre hay un espacio para la celebración y el reconocimiento.
Y hablando de premios, no son más que el reflejo de años de trabajo, esfuerzo y -por qué no decirlo- un poco de suerte. Judit Mascó compartió que su carrera despegó tras aparecer en la portada de Telva a la tierna edad de 17 años. «Bravo, Telva. Para mí, una revista emblemática de nuestro país que ha hecho mucho por la moda española», agregó con una nostalgia que sólo las que han vivido lo mismo pueden captar.
Los amigos en la industria
Laura Ponte y Nieves Álvarez, por su parte, coincidieron en que la industria de la moda no es solo un campo de batalla; es también un lugar que fomenta la solidaridad y el cariño. Ponte compartió cómo considera este premio como una «celebración de muchos años de trabajo con unos equipos deliciosos». Esto nos recuerda una verdad fundamental: en cualquier industria, el apoyo mutuo es lo que realmente hace la diferencia. ¿Quién puede negar que una palabra amable o una mano amiga puede cambiar completamente nuestra perspectiva?
La amistad entre estas modelos se remonta a sus inicios, cuando todo era “una aventura maravillosa”. «Nos da mucha alegría cuando nos vemos», comentó Mascó, haciendo eco del sentimiento colectivo de que, en el fondo, somos más que modelos: somos amigas y compañeras de vida.
La edad: un número y poco más
Aquí es donde las cosas se ponen interesantes. A medida que las mujeres discuten su longevidad en la industria, Pablo Motos no podía evitar dejar caer una pregunta divertida: «Pensaba que las modelos se llevaban fatal». La respuesta fue unánime: no. De hecho, Judit Mascó, parece tener un sentido del humor bien desarrollado sobre el tema, afirmando que esa idea es más del cine de serie B que de la realidad. «Tenemos mucho compañerismo y buen rollo desde siempre», señala, invalidando ese viejo estereotipo.
Lo curioso es que, aunque todas hayan pasado de los 50, siguen activas en un mundo que a menudo asocia la juventud con la belleza. Judit, en particular, se mostró sorprendida de aún estar trabajando “más que nunca” y reflexionó sobre la velocidad de la vida. ¿Recuerdas esa frase sobre que con la edad se adquiere sabiduría? Pues parece que hacer malabares entre compromisos laborales y la vida personal no se vuelve más fácil con el tiempo. “Sería guay poder trabajar un día o dos a la semana. Pero no se puede”, concluyó entre risas.
Esta conversación me recuerda mis propias experiencias en la vida laboral. Si bien no soy modelo, he sentido la presión que viene con el paso de los años y cómo, de repente, la juventud parece ser un bien efímero. Sin embargo, ¿no es excitante que ahora se empodere a las mujeres mayores de 50 años? ¡Me encanta!
La famosa pose ‘Pataky’
A medida que avanzamos en la conversación, aparece el tema de la famosa pose de Elsa Pataky en los photocalls. Judit, con su chispa habitual, hizo un reclamo divertido: «Eso de ‘hacer un Pataky’ en realidad es ‘hacer un Mascó'». ¿Quién diría que una simple pose podría generar tanto debate y risas? Este tipo de interacciones muestran cómo la camaradería puede surgir incluso en el ámbito más inesperado.
La referencia a ‘hacer un Pataky’ parece ser un guiño a cómo ciertas posturas se convierten en íconos culturales, y la forma en que las mujeres influyen en la percepción de la belleza a través de pequeños gestos. En un mundo donde cada movimiento es observado, esta conversación no solo es refrescante, sino también muy necesaria.
Conclusiones sobre la moda y la vida
A medida que llegamos a la parte final de esta vibrante discusión, es clave reflexionar sobre las lecciones aprendidas. La moda, no importa en qué etapa de la vida se encuentre, es un reflejo de nuestras experiencias, de nuestras amistades y, sobre todo, del amor propio.
Aquellas que tienen la experiencia de ser modelos, una carrera que sobre todo emana de la superficialidad, también están en el negocio de construir relaciones significativas y de aprender sobre sí mismas y sobre el mundo. ¿No es hermosa esta dualidad? Claro que sí.
En un momento donde las mujeres están rompiendo barreras y redefiniendo el concepto de lo que significa ser «hermosa», estas cuatro mujeres demuestran que la vida es un viaje. Cada experiencia se convierte en un ladrillo que construye esa fortaleza que llamamos autoestima.
Así que, la próxima vez que veas una portada de revista o un evento de moda, recuerda estas palabras de las modelos: hay mucho más de lo que se ve. Y como siempre, ¿quién no necesita un buen amigo que te apoye en cada paso del camino?
Espero que este pequeño viaje por el mundo de la moda y la amistad les haya brindado una nueva perspectiva. Recuerden que la belleza no tiene fecha de caducidad; la verdadera belleza está en nuestro viaje, en nuestras historias y -por supuesto- en nuestras risas compartidas. ¡Hasta la próxima!