¡Hola, amantes de la televisión! Hoy nos adentramos en uno de esos temas espinosos que nos han tenido rumiando durante los últimos años: los interminables retrasos en las nuevas temporadas de nuestras series favoritas. Si eres fan de las series, seguramente te has encontrado en la penosa situación de esperar años por un nuevo capítulo. Pero, ¿por qué tarda tanto volver a ver a nuestros personajes favoritos en la pantalla? ¿Es que han estado de vacaciones en una isla paradisíaca? ¿O simplemente se están perdiendo entre escenarios de producción? Hablemos de esto, de ‘Separación’ y de esos ángulos de la industria que a menudo se nos escapan.
Una pausa más larga que el propio invierno
Mi relación con las series ha pasado por varias fases. Recuerdo la época en la que devorábamos temporadas completas en fines de semana, como si fuéramos caracoles compitiendo por el último trozo de lechuga. Pero ahora todo ha cambiado. Me siento como un niño que espera el tren de la Navidad, preguntándose si realmente llegará. Es curioso cómo, con el auge de las plataformas de streaming, hemos llegado a este punto raro en el que el tiempo parece dilatarse.
¿Se acuerdan de ‘Separación’? Esa serie que mezclaba thriller psicológico y comedia oscura en un universo distópico donde el trabajo invadía cada rincón del alma de las personas. Si no la han visto, les recomiendo que agarren sus palomitas porque el juego apenas comienza. La segunda temporada ha tardado nada menos que dos años y medio en regresar. Dos años y medio en los que he tenido que refrescar mis recuerdos y preguntarme: «¿Quién era ese personaje de nuevo?».
La tormenta perfecta: COVID y huelgas
El regreso de ‘Separación’ ha estado atormentado por sucesos ajenos a su propio guion. Siendo sincero, los últimos años han sido como una montaña rusa para la industria del entretenimiento. La huelga de guionistas en Hollywood y los coletazos de la pandemia hicieron que los productores se enfrentaran a un verdadero rompecabezas para reanudar las grabaciones. ¿No es frustrante? Pero también es comprensible.
Imaginen por un segundo estar en los zapatos de los guionistas. Ellos deben equilibrar creatividad y producción, mientras todos parecen presionarlos con relojes de arena. Recuerdo una vez un amigo mío, también guionista, que se apresuró en entregarnos un guion en medio de una tormenta de ideas. No hay nada como la presión del tiempo para hacer que uno se sienta como un pato con una pata rota.
Vivir en un mundo de blockbusters
A medida que las series se convirtieron en productos de blockbuster, el tiempo de producción se ha estirado como chicle. En el pasado, las temporadas solían salir cada año, y a nadie le preocupaba tanto. Ahora, con plataformas como Netflix, Disney+, y Apple TV+ lanzando contenido de A-list, las cosas han cambiado drásticamente.
¿Alguna vez has tratado de hacer un rompecabezas de 10,000 piezas? Tienes que encontrar las esquinas primero, y luego los bordes. Con cada trama que se enredaba, los productores de la serie tuvieron que encajar todas las piezas, y a menudo no estaban ni cerca. Esto es lo que ha llevado a los retrasos que todos conocemos solamente por escuchar las quejas en las redes sociales (¡y vaya que son creativas!).
El riesgo de perder la audiencia
La duración del tiempo es vital. Las audiencias cambian, los gustos fluctuán, y a menudo nos olvidamos de algunos personajes entre tanto vaivén. Como dice John Wells, el productor de ‘El ala oeste de la Casa Blanca’, no tener nuevos episodios durante un tiempo prolongado puede dañarte. Es un poco como una relación amorosa: si no escribes, si no mandas ese mensaje de «¿qué tal?», corres el riesgo de que tu pareja se olvide de ti.
Lo sé, reclamamos contenido nuevo, pero a veces sentimos que la espera termina creando una brecha entre la serie y su audiencia. Por ejemplo, con ‘Stranger Things’, que también sufrió retrasos, algunos fans comenzaron a preguntarse si realmente valía la pena seguir. Con cada año pasado, esa ansiedad se hace eco en nuestra comunidad de espectadores.
Nuevas estrategias para el futuro
A medida que miramos hacia el futuro, estamos notando ciertos cambios en la dirección de lo que se está haciendo. Las plataformas de streaming parecen estar revaluando sus estrategias. Por ejemplo, la serie ‘Agatha, ¿quién si no?’ está logrando lanzar nuevas temporadas en un periodo de tiempo mucho más corto, y parece que es un enfoque que otras plataformas están considerando también.
Quizá volviendo a esos días antiguos, donde las temporadas no eran eventos de la vida y esperaban tres años entre un estreno y otro.
¿Y qué hay de los creadores de contenido?
Con el auge de nombres como los hermanos Russo o Ben Stiller, que generalmente están más acostumbrados a trabajar en el cine, vienen a la televisión con una conocida minimización de los plazos. Claro, su experiencia podría aportar mucho, pero el ritmo televisivo es feroz. Si no están acostumbrados a escribir rápido y inefablemente, ¿cómo pueden hacernos disfrutar de una temporada en un santiamén?
Me recuerda a la época en la que algunos amigos y yo decidimos hacer un cortometraje. Todos eran expertos en sus campos, pero cuando se trataba de las realidad del cronómetro, nos quedó claro que la presión puede hacer que una idea genial se pierda en el tiempo.
¿Una era de menos espectáculo?
El panorama que estamos viendo, donde se busca eficiencia y costos más bajos, no puede ser ignorado. La producción de series más livianas y menos espectaculares se ha convertido en la nueva norma. Como espectadores, quizás tengamos que adaptarnos a este nuevo mundo. Pero permítanme hacer una pregunta: ¿realmente queremos sacrificar la calidad por la cantidad?
Nosotros, como audiencia, deberíamos de ser un poco más exigentes. Pero también debemos entender que la industria está experimentando un reajuste dramático. A veces reflexiono sobre cómo se sentirán los escritores, directores y actores cuando se miran en el espejo y se preguntan: “¿Y ahora qué hacemos?”.
Reflexiones finales
Así que, queridos amantes de la televisión, ahí lo tienen. La segunda temporada de ‘Separación’ ha llegado finalmente, pero no sin sus tropiezos en el camino. Nos encontramos en un punto clave en la evolución del medio, y aunque los retrasos pueden resultarnos frustrantes, hay matices que merece la pena considerar.
La próxima vez que se encuentren esperando por una serie, recuerden que, detrás de cada pausa, hay un mundo complejo —historias de creatividad, presiones de producción y quizás hasta un par de lágrimas derramadas por un guionista estresado—. Entonces, la pregunta persiste en el aire: ¿valdrá la espera? Solo el tiempo lo dirá, pero mientras tanto, que disfruten del viaje. ¡Yo definitivamente pienso celebrar el regreso de ‘Separación’ como si! 🍕✨