El mundo de la política siempre ha sido un terreno resbaladizo, y os lo digo en serio. A veces, las decisiones no solo parecen ineficaces; también pueden volverse en nuestra contra, a pesar de las mejores intenciones de los involucrados. Este es el caso del último episodio protagonizado por el Partido Popular (PP) de Isabel Díaz Ayuso en España, donde se ha impedido la comparecencia del profesor canadiense François Béland. El motivo de esta controversia: un análisis que, según su investigación, podría destapar verdades incómodas sobre el manejo de la crisis sanitaria en las residencias de mayores durante la primera ola de la pandemia. Pero, ¿cuál es la verdadera historia detrás de este veto? ¿Qué implicaciones podría tener?

Un contexto difícil

La pandemia de COVID-19 ha sido uno de los eventos más colonizadores de nuestras vidas en la última década y, aunque ya parece que estamos empezando a ver una luz al final del túnel, los traumas, las decisiones y las lecciones aprendidas siguen resonando en las esferas políticas y sociales. En este contexto, las decisiones tomadas durante las distintas olas han sido cuestionadas. El hecho de que un investigador destacado como Béland, un experto en salud pública, deseara compartir su análisis de la situación es, sin duda, un evento que merece la atención de todos.

¿Por qué el PP decidió vetar su comparecencia? ¿Acaso temían que su investigación revelara datos que incomodarían a la administración de Ayuso? Los políticos suelen ser expertos en la gestión de imágenes y, en una situación como esta, se enfrentan a la difícil decisión de equilibrar la transparencia con la defensa de su gestión. Sin embargo, al actuar de esta manera, se crea un aire de suspicacia que no ayuda a nadie.

La investigación de François Béland

François Béland no es un nombre nuevo en la esfera de la salud pública. Con una trayectoria académica que incluye la investigación sobre la gestión sanitaria en residencias de mayores, su trabajo ha sido fundamental para entender cómo se han respondido diversas crisis sanitarias en el mundo. En el caso de la pandemia, su análisis de los datos del 7 de marzo de 2020 revela aspectos críticos sobre cómo se gestionó la crisis de las residencias en España. Un tema sensible, sin duda.

Imagina por un momento a un profesor canadiense que, desde su escritorio en una universidad quizás nevada, se sumerge en las complejas aguas del sistema de salud español. El resultado de su análisis podría interpretarse como un canto a la verdad en un momento en que la cobertura y los cuidados a los ancianos parecían ser a menudo, a lo mejor, considerados en segundo plano.
¿No es esta la razón por la que las opiniones de expertos externos son vitales en tiempos de crisis?

Una decisión con repercusiones

La decisión del PP de impedir que Béland se presentara ante la Asamblea no solo levantó críticas desde la oposición, sino que también desencadenó un debate más amplio sobre la transparencia gubernamental y la validez de las voces críticas en una democracia. ¿Qué estamos dispuesto a sacrificar en nombre de la política? La libertad de expresión también incluye la capacidad de cuestionar y analizar las decisiones de quienes tienen el poder, y al bloquear esa voz, se puede provocar un efecto bumerán.

Otra anécdota para reflexionar: recuerdo una discusión acalorada en una cena de amigos, donde unos defendían a capa y espada a su partido favorito, mientras que otros se reían de la incapacidad de la política por ser autocrítica. En esos momentos me doy cuenta de que a menudo nos alejamos de lo esencial y nos enfocamos más en disparar opiniones que en escuchar. Tendemos a olvidar que el verdadero avance se produce a través del diálogo y la crítica constructiva.

Las críticas y el debate democrático

Naturales han sido las reacciones de varios sectores en contra de esta decisión del PP. La oposición ha calificado el veto como un acto de censura, lo que, como muchos de nosotros sabemos, no es la mejor manera de manejar las cosas. Sin embargo, los políticos también son humanos y, como todos nosotros, tienen miedo. El miedo puede ser un buen motivador, pero también puede llevarnos a poner en práctica medidas que no son las más adecuadas.

¿Cómo podemos esperar que crezca la confianza ciudadana si lo que hacemos es ocultar información? La realidad es que es difícil construir un puente de confianza cuando los ciudadanos perciben que sus gobernantes tienen algo que ocultar. ¿No sería más fácil abrir un espacio de diálogo y debatir sobre las críticas en lugar de cerrarlas?

Un sinfín de lecciones

Cada uno de nosotros ha aprendido algo de esta pandemia, ya sea a través del dolor, la pérdida o simplemente el aislamiento que ha cambiado nuestra forma de interactuar. Resulta que en su búsqueda interminable de control, los gobiernos pueden caer en la trampa de querer demostrar que todo está bien. Pero la verdad es que todos nos hemos visto impactados de formas diferentes, y reconocerlo sería un gran paso hacia adelante.

Por otro lado, la lección que resalta aquí es que de nada sirve silenciar las voces críticas. La historia de la humanidad nos demuestra que siempre hay consecuencias para el silencio. ¿No puedes pensar en al menos una vez que el silencio ha llevado a una situación peor? Recuerdos que salen a la superficie como el barro en un charco después de la lluvia.

Conclusiones: el camino hacia adelante

Votarse a la sombra de la censura abiertamente podría significar ir en contra de lo que todos nos merecemos: la verdad y la plena transparencia. El camino hacia adelante en la política y en la salud pública debería centrarse en la colaboración, el diálogo y la escucha activa. Con cada día que pasa, queda más claro que la única forma efectiva de avanzar, sea en el ámbito que sea, es permitiendo que todas las voces sean escuchadas.

No olvidemos lo que decía mi abuela: «La verdad siempre sale a la luz, pero los secretos se mueren con nosotros». Al final del día, el cambio verdadero dependerá de los actos que decidamos tomar, y nosotros, como ciudadanos, también debemos estar dispuestos a cuestionar y demandar verdad en cada rincón de nuestra vida cívica.

Así que, la próxima vez que veas un veto, recuerda que quizás lo mejor sería abrir la puerta y dejar que las voces críticas hablen. Porque solo así podremos construir nuestro camino hacia una mejor sociedad, más informada y consciente. ¿No crees que es lo que todos queremos?


En este artículo hemos explorado el veto del PP sobre François Béland, sus repercusiones en la transparencia gubernamental y cómo esto nos podría afectar como ciudadanos. Reflexionemos, aprendamos y cuestionemos, siempre desde el respeto y la búsqueda de la verdad.