Últimamente he estado navegando por TikTok, lo que me resulta una experiencia tan confusa como divertida. Entre bailes de 15 segundos y recetas de cocina que requieren cuatro ingredientes imposibles de encontrar, me topé con un fenómeno que captura mi atención: Stiff Sullivan. Quizá lo hayas visto o, al menos, escuchado su nombre. ¿Un cineasta prometedor en una plataforma de videos cortos? ¿Es posible? Bueno, su historia es lo que realmente me hizo reflexionar sobre lo que significa ser artista en nuestros días. Y aunque mi experiencia en el cine se limita a ver «Cazafantasmas» unas cuantas veces y a intentar hacer palomitas, estoy emocionado de contarte sobre esta insólita figura del mundo del terror.

¿Quién es stiff sullivan?

Para los que no están al tanto, Stiff Sullivan es el nombre de usuario de Carlos Iglesias, un joven de 28 años que ha conquistado TikTok con sus minipelículas de terror. Con más de tres millones de seguidores en la plataforma, este talentoso director está haciendo olas en el mundo del cine, pero de una manera un tanto inusual. En lugar de acurrucarse en una sala a oscuras filmando escenas épicas, Carlos usó su ingenio para canalizar el horror en videos de formato vertical, dando vida a historias que no superan el minuto de duración. ¡Genial, ¿verdad? Es como si Hitchcock hubiera decidido hacer sus películas en un teléfono móvil, y se hubiera olvidado de que necesitaba actores.

Carlos no siempre tuvo esta suerte. Antes de que el mundo digital lo encontrara, este nativo de Marchamalo, Guadalajara, exploraba su pasión por el cine en un entorno poco favorable. “Yo nunca he tenido un plan B”, dice con convicción en una cafetería del centro de Madrid. Su determinación es inspiradora y, al mismo tiempo, un poco aterradora. Cuando le pregunté si alguna vez pensó en dedicarse a otra cosa, sonrió y movió la cabeza. “¿Y si no hay alternativas? Pues tendrá que haberlas”. ¿Por qué no es esto un lema inspirador en algún salón de café hipster?

El destello de la creatividad en un mundo digital

Una de las cosas que me parece fascinante de Carlos es cómo logró abrirse camino en un espacio tan saturado como TikTok. Al inicio, Carlos probó suerte en YouTube y buscó financiación a través de crowdfunding para una película en 2022. Pero una revelación cambió el rumbo de su carrera: el formato vertical. “Nadie había pensado en hacer cine en TikTok”, explica. ¿Quién diría que un aplicativo lleno de bailes y coreografías sería la nueva meca del cine? Es algo así como si un chef decidiera abrir un restaurante en una tienda de ropa.

El éxito no tardó en llegar. Algunos de sus videos han superado los 20 millones de reproducciones y uno de ellos logró incluso subir a la estratosfera con 30 millones. Estas cifras son impactantes, especialmente al comparar las plataformas de streaming tradicionales que hacen malabares para lograr números aceptables. En un mundo donde el último blockbuster solo es rentable si rompe récords (¡gracias, Barbie!), Carlos ha encontrado una manera no solo de sobresalir, sino de conectar emocionalmente con su audiencia. Y todo esto lo logra desde su hogar, lo que nos lleva a preguntarnos: ¿Debería considerar dejar mi trabajo de oficina para comenzar a hacer terror?

La presión de la creatividad y el proceso de trabajo

Nada en la vida es fácil, y Carlos es consciente de ello. Uno de los aspectos más desafiantes que ha enfrentado es mantener su ritmo de producción. Cada semana, se enfrenta a la presión de publicar una historia original. “Es tortura”, afirma. Y para que te hagas una idea, muchas veces se encuentra grabando videos a la medianoche porque simplemente no tiene ideas. En esas noches oscuras de desesperación, Carlos se aferra a ciertos rituales que para alguien fuera del mundillo del cine podrían sonar… extraños. Por ejemplo, a veces se ducha con agua fría como si estuviera tratando de reanimarse después de un viaje a la luna. Para los que nos consideramos más de sofá y manta, eso suena como una pesadilla. ¡Pero cada loco con su tema!

Cuando le pregunto cómo supera esos bloqueos creativos, la respuesta es sorprendente. Se sale a correr hasta que le viene la idea o se sumerge en un libro de cine. ¿Ves? Estaba equivocado al pensar que sentarse en una silla frente a la computadora y ver memes sería un camino directo hacia la fama. Cada vez que pienso en mi procrastinación reciente – mirando videos de gatos y buscando recetas de pan – me echo a reír. Fui a la escuela de cine (o, al menos, eso es lo que me digo a mí mismo mientras miro el último episodio de una serie) y aquí estoy. En comparación, Carlos es un guerrero creativo en un mundo que consume contenido más rápido que tú y yo consumimos café.

El cine como una representación de miedos humanos

Carlos no se limita a realizar historias escalofriantes llenas de sustos gratuitos. En su proceso creativo, busca lo que él llama el “terror humano”. ¿Alguna vez has sentido miedo a lo desconocido? Esa sensación de estar solo en una habitación oscura, de oír un ruido proveniente del pasillo y preguntarte si es la casa que te quiere asustar o solo tu imaginación desbordante. Carlos se sumerge en ese miedo, en la ansiedad y en la soledad, para luego dar vida a sus personajes. De hecho, enfatiza que nunca se sienta a decir “voy a contar una historia sobre la ansiedad” – simplemente lo hace. Y eso, amigos, es una habilidad digna de alabanza.

Su infancia también ha jugado un papel crucial en su camino hacia el horror. A menudo se siente identificado con personajes de Agatha Christie y Edgar Allan Poe, cuentos que lecontaba su madre. Esas primeras impresiones lo han llevado a explorar su propia relación con lo que significa experimentar miedo. Si hay algo que me encanta de su enfoque es cómo transforma experiencias personales en algo que resuena con la audiencia. ¿No es este el verdadero propósito de la narrativa?

Stiff sullivan como un nuevo referente del miedo

Al leer y comprender su viaje, una pregunta permanece en mi mente: ¿es Carlos simplemente un cineasta que se ha metido en la vorágine digital, o es algo más? Algunas veces se siente más cómodo en festines de cine que en eventos de influencers, y definitivamente no se siente parte de esa “secta” que se ha formado alrededor de esta nueva cultura. Para él, el cine, el arte y la expresión son lo más importante, no un número de seguidores o visitas.

Esto me recuerda a aquel amigo mío que fue a un evento y salió diciendo que todos eran “falsos”. La verdad es que, en la industria, la autenticidad se está volviendo una especie de rareza, y siempre hay un aire de superficialidad flotando en el ambiente. Carlos, en cambio, continúa conectado a su esencia creativa y eso se nota en sus obras, ¡las cuales no me atrevería a ver justo antes de dormir!

Conclusiones y reflexiones finales

Carlos está en medio de un camino emocionante y aterrador. Su búsqueda de oportunidades no es solo una historia de éxito en TikTok; es un recordatorio de la lucha constante y la perseverancia necesaria para destacar en el mundo del cine. Aunque a menudo nos encontramos en un mar de contenido perecedero, él ha encontrado la manera de hacer que su historia resuene de manera profunda y auténtica.

Por mi parte, aplaudo su capacidad para trabar un vínculo tan humano con su audiencia, y su dedicación me inspira a ser un poco más creativo en mi vida diaria. Quizás no necesite una cámara de cine para narrar historias, tal vez solo tenga que mirar alrededor y ver qué miedos están bajo la cama. Y tú, ¿te atreverías a explorar el mundo del cine de terror como Carlos, o preferirías seguir mirando la vida desde el sofá?

Con la mirada puesta en el futuro, uno no puede evitar preguntarse: ¿Qué hará Carlos en su próximo capítulo? No podemos esperar a descubrirlo, pero una cosa es segura: llevemos siempre un poco de terror en nuestros corazones y apaguemos las luces antes de tocar “reproducir”.