Si hay algo que nos atrapa como humanos, es la búsqueda de lo desconocido. Te lo digo yo, que cada vez que miro al cielo por la noche, me pregunto si alguna vez habrá extraterrestres que visiten mi vecindario. Pero hay personas que llevan esta curiosidad al siguiente nivel. Hoy vamos a hablar de Don Pettit, un astronauta que ha hecho de la fotografía en el espacio un arte digno de admiración.

Quién es Don Pettit: el hombre detrás de la cámara

Para quienes no conocen a Don Pettit, déjenme pintarte un retrato. A punto de cumplir 70 años en abril de este año, Pettit es nada menos que el astronauta activo de mayor edad en la NASA. No solo eso, sino que también es uno de los mejores fotógrafos que ha recorrido los confines de la Estación Espacial Internacional (EEI). Su capacidad de captar imágenes impresionantes del mundo desde el espacio nos deja a todos boquiabiertos.

En septiembre de 2024, Pettit comenzó su cuarta misión en la EEI a bordo de la Soyuz MS-25. Aparte de ser un ícono en la comunidad astronauta, se convirtió en la segunda persona más longeva en llegar a órbita, justo detrás del legendario John Glenn. Este último lo hizo a la bella edad de 77 años, un record que tal vez sea un destino al que Pettit puede aspire, si las estrellas se alinean.

Un viaje visual a través del cosmos

Imagínate esto: estás orbitando la Tierra a miles de kilómetros de altura, con una vista de la Vía Láctea que deja sin aliento. Pettit ha estado compartiendo imágenes sorprendentes desde su ventana de la EEI. La última, que muestra el núcleo de la Vía Láctea y la luz zodiacal, nos recuerda que los rincones del universo son más hermosos de lo que podríamos haber imaginado.

Recuerdo la primera vez que vi una foto del espacio. Era como descubrir que en una caja de bombones, el que menos te llamaba la atención era el que tenía dentro un relleno de café. La belleza del cosmos es así: inesperada y deliciosa. Las capturas de Pettit tienen ese efecto, revelando la majestuosidad del universo con cada imagen.

La técnica de la larga exposición

Si hay algo que Pettit hace extremadamente bien, es jugar con el tiempo. Su habilidad para utilizar la larga exposición en fotografía espacial es notable. Puedes ver cómo capta el movimiento de las estrellas, creando estos espectaculares rastros de luz que se entrelazan en el cielo nocturno. Aquí se muestra el arte de la paciencia, algo que todos necesitamos aprender, ¿cierto? Sobre todo cuando ansiosamente esperamos a que suene el microondas.

En sus misiones anteriores, Pettit no solo se limitó a la fotografía. También capturó imágenes de desastres naturales, como tormentas eléctricas y volcanes en erupción. Imagina hacer un “viaje” por el planeta y volver con un álbum de fotografías que haría celoso a cualquier fotógrafo de bodas.

Innovaciones espaciales: entre el café y el arte

Pero Pettit no solo se queda con la cámara. También ha explorado la microgravedad de maneras ingeniosas. Junto a su colega Mark Weislogel, desarrolló una taza especial para beber café en el espacio. Esto no es broma: ¡un invento que aprovechó la tensión superficial del líquido! Es como si un café normal en la Tierra no fuera suficiente; no, tenemos que hacer que el café flote. ¿Te imaginas la escena? Tú, en gravedad cero, tratando de tomar un sorbo de tu taza mientras todo lo demás se mueve en un torbellino cósmico.

Al final, lograron la primera patente obtenida íntegramente desde la órbita terrestre, lo que es todo un logro en su carrera. Me gustaría ver el día en que podamos tomar café de esa manera mientras navegamos por una reunión virtual. Solo espero que mi conexión de Internet sea tan fiable como la de Pettit en la EEI.

Un vistazo a la actividad solar

Ahora, además de la fotografía artística, Petti ha sabido capitalizar el momento en términos de ciencia solar. A inicios del 2025, nos compartió unas espectaculares imágenes de las auroras vistas desde el espacio.

Las auroras son un espectáculo que debes ver al menos una vez en la vida, y verlo desde el espacio es, sin duda, una experiencia de “hollywood”. La intensidad de la actividad solar, combinado con su pericia, ha convertido su fotogénica vista espacial en un trabajo de admiración. ¿A cuántos de nosotros nos gustaría presenciar eso? Quizás se pueda hacer una especie de Crucero Espacial de las Auroras. Yo haría fila.

Las conexiones de la tecnología y el espacio

Es curioso mencionar que en su última imagen, se pueden ver también los satélites Starlink de SpaceX, que han sido la clave para que la tecnología evolucione en el ámbito espacial. Esta interconexión entre tecnología y exploración espacial hace que hoy en día no solo podamos soñar con las estrellas, sino que las podamos ver más cerca que nunca. ¿Quién dice que no podamos vivir en una era donde enviar un tweet desde la órbita terrestre sea tan común como pedir una pizza en 30 minutos?

Reflexiones finales: la curiosidad humana nunca muere

Al final del día, Don Pettit es un recordatorio de lo que se puede lograr con curiosidad y determinación. Su legado visual no solo es un testimonio de la belleza del universo, sino también de lo que significa ser humano. Siempre estamos buscando el próximo horizonte, el siguiente planeta donde la vida podría sostenerse.

En un mundo donde las redes sociales pueden ser ruidosas y distraer a veces, Pettit nos hace detenernos y mirar hacia arriba. Ahí es donde realmente residen las maravillas del mundo. Así que la próxima vez que mires al cielo, hazlo con una mezcla de admiración, curiosidad y, sí, un poco de humor sobre las posibilidades. Porque si hay algo que hemos aprendido de Pettit, es que el espacio es vasto y los sueños son infinitos.

Al fin y al cabo, la exploración espacial no es solo tarea de científicos y astronautas, sino de todos nosotros. Desde tu sofá, con un café en las manos, ¡tú también puedes soñar con las estrellas!

Conclusión: siempre hacia adelante

Como admirador de Pettit y sus aventuras, espero que su legado inspire a más personas a mirar hacia el cielo y preguntarse: “¿Qué hay más allá?” Y tal vez un día, Instagram se llene de imágenes de turistas espaciales, sorprendidos por las auroras y, claro, con tazas de café flotando en sus manos. ¡Quién lo diría!

En esencia, Don Pettit no es solo un astronauta, es un narrador. A través de su lente, sabemos que el viaje nunca termina, y que siempre hay más por descubrir. Así que salud por los sueños, y por todo lo que vendrá.

Y tú, ¿qué esperas para alcanzar tus propias estrellas?