Recientemente, Madrid ha estado en el centro de la controversia debido a una serie de denuncias sobre prácticas abusivas en locales de santería. Desde rituales oscuros hasta la manipulación de la salud pública, los acontecimientos han llevado a la comunidad a cuestionar la legitimidad de estos establecimientos y la seguridad de los rituales que promueven. Vamos a explorar este inquietante tema, que involucra no solo a los animales, sino también a la salud y bienestar de la sociedad.

Ritual y maltrato: un breve vistazo a la situación actual

Imagina que un día recibes una notificación alarmante: “El miércoles 17 de julio, a las 11 de la mañana… rituales con animales.” Esta fue la realidad que enfrentó la Policía Municipal de Madrid al responder a una llamada que denunciaba prácticas ilegales en una tienda de santería llamada Violetta y Bara, ubicada en el distrito de Tetuán. Ahí encontraron un escenario que parecía sacado de una película de horror: un hombre vestido casi a la medieval, preparado para un ritual oscuro, y una serie de armas blancas listas para realizar sacrificios de animales.

¿Te resulta escalofriante? A mí también. Y si creías que eso era todo, estás muy equivocado. Encontraron cinco gallos que, afortunadamente, fueron rescatados y liberados. Pero, ¿qué hay de los demás? ¿Cuántos de estos rituales se llevan a cabo en silencio, sin que el público lo sepa?

La red de santerías

Las denuncias no solo se limitan a un establecimiento. Más de una veintena de reportes han surgido en toda la ciudad, revelando una red más amplia que incluye distritos como Puente de Vallecas, Centro y Salamanca. Hasta localidades como Torrejón de Ardoz y Parla se han visto infectadas por esta situación. La Asociación de Víctimas de la Santería ha estado al frente de una batalla que podría compararse con una película de acción—dando la cara por los animales y, al mismo tiempo, tratando de desmantelar organizaciones que operan en la oscuridad.

A menudo, nos olvidamos de lo que ocurre justo en nuestra puerta, ¿verdad? Podrías estar paseando por un parque y no tener idea de que a pocos metros hay prácticas que atentan contra la salud de nuestros amigos peludos y, por extensión, de los humanos.

Prácticas prohibidas y el dolor causado a los animales

La voz de Victoria Vélez de Guevara, portavoz de la Asociación de Víctimas, retumba como un eco desgarrador al revelar lo que sucede tras los muros de estos locales. “El sacrificio animal es común con cualquier tipo de especie. Dependiendo del ritual, se utilizan animales de cuatro patas”. Esto incluye gatos, tortugas y hasta especies protegidas como el palo santo.

Curiosamente, dime si no es una ironía que en la búsqueda de «sanación» se utilicen métodos tan dolorosos y arcaicos. Según los santeros, cuanto más sufre el animal, más probable es que se cumplan sus deseos. Es como si estuvieran jugando a ser dioses, pero con el sufrimiento de seres inocentes, ¿no crees?

El costo de ser santero

Y, como todo en la vida moderna, estas experiencias vienen con un precio. Participar en un ritual de iniciación puede costarte desde 250 euros hasta 750 euros si decides optar por un exorcismo. Esto puede sonar como un verdadero robo, pero los que se ven atrapados en este mundo oscuro a menudo ven estas prácticas como una luz de esperanza en la oscuridad de sus problemas personales.

Recuerdo una vez, en una feria local, cuando me acerqué a un puesto que ofrecía «terapias vibracionales». El tipo de charlatán que prometía resolver todos mis problemas por el bajo precio de un par de cristales. Poco sabía que detrás de esas sonrisas aparentes, otros estaban lidiando con prácticas mucho más sombrías.

La lucha por la justicia y la salud pública

Las cosas no terminan en la denuncia de estos rituales. La Asociación de Víctimas también ha recogido 300,000 firmas para hacer un llamado al Congreso de los Diputados, buscando hacer que estas prácticas sean objeto de un verdadero escrutinio legal. Quieren que se incluya en el Código Penal el delito de “persuasión coercitiva”, que esencialmente es un tipo de manipulación psicológica.

Y aquí es donde se vuelve aún más preocupante. A medida que se recibe con frecuencia llamadas de damnificados, muchos de ellos provienen de familias fracturadas por la influencia de estos santeros. Si hay algo que resuena en mí es la idea de que algunos miembros de una misma familia pueden estar en lados opuestos de esta batalla. En un hogar donde se supone que se fomenta el amor y la empatía, ¿cómo se convierte en un campo de guerra espiritual?

Los extremos de la locura: ¿qué puedes hacer al respecto?

¿Qué tal si te digo que la santería ha alcanzado un nivel en el que se han encontrado, inclusive, huesos humanos en algunos de estos locales, cubiertos de sangre? Es francamente increíble. Más allá de lo macabro, esto plantea la pregunta: ¿qué otras prácticas se están llevando a cabo en la oscuridad? Al final del día, ¿quién resguarda nuestra salud pública?

A veces, me pregunto si es nuestra responsabilidad en la sociedad permanecer alerta. Tal vez un amigo te comente sobre alguna “curación” exótica que le ofrecen y tú te conviertas en el voz de la razón. Deberíamos fomentar la educación sobre estos temas y ser valientes al hablar, aunque cueste.

La esperanza en medio del horror

Aunque hay sombras en esta realidad, hay luz que brilla en la oscuridad. Organizaciones como la Asociación de Víctimas de la Santería están al frente de esta batalla, buscando ayudar a aquellos que han sido atrapados en el ciclo de la manipulación y el abuso. Están luchando no solo por los animales, sino también por las personas que se ven atrapadas en estas redes de engaño y sufrimiento.

La historia de Victoria me recuerda que, incluso en las circunstancias más terribles, hay quienes se levantan y luchan por lo que es justo. Su determinación de salvar a sus sobrinas de esta locura es un poderoso recordatorio de que el amor puede ser la fuerza más poderosa.

Un llamado a la acción

Ahora más que nunca, es importante elevar nuestras voces y denunciar estas injusticias. No solo se trata de mantener a los animales a salvo, sino de proteger a las personas que están a la deriva en un mar de engaño. ¿Te gustaría que tus seres queridos fueran víctimas de prácticas tan crueles? La respuesta es un rotundo no.

Así que la próxima vez que escuches sobre un «santero» o un «ceremonia de sanación», pregúntate: ¿qué hay detrás de esa fachada de sanación? Mantente alerta y educado, porque en un mundo donde la oscuridad puede ocultarse en cualquier esquina, la luz de la empatía y el entendimiento siempre será la mejor defensa.

En conclusión, aunque la situación es alarmante, hay oportunidades para generar cambios. A medida que tomemos conciencia de estos problemas y nos unamos en solidaridad, podemos ayudar a construir un futuro donde la santería no implique sufrimiento, sino una verdadera conexión con lo que es sagrado: la vida. Espero que esta reflexión haya sido reveladora y te invito a seguir investigando y apoyando a quienes luchan por este noble propósito. ¿Quién sabe? Tal vez tú también puedas hacer la diferencia.