La saga de Deadpool es una montaña rusa de emociones, humor y, por supuesto, «tetas y explosiones» (como diría el propio Wade Wilson). Con la llegada de Deadpool y Lobezno, muchos de nosotros, los afortunados fans que hemos seguido al antihéroe durante años, nos preguntamos: ¿cómo se comportará este personaje tan irreverente bajo la atenta mirada de Disney? Como bien recordamos, antes de que todo se dividiera entre los dos universos, Deadpool se hallaba cómodamente sentado en los márgenes, haciéndonos reír con un humor que, a menudo, tocaba lo grotesco. Así que, con la integración de 20th Century Fox a la gran familia de Mickey Mouse, esperábamos ansiosamente ver cómo se desenvolvía en esta nueva era.
El temor a la censura de Disney: ¿cómo será Deadpool ahora?
Una de las preguntas más recurrentes entre los fans y en los foros de discusión fue: ¿modificaría Disney el arrogante humor de Deadpool? Imagínate por un segundo a Deadpool tratando de convencer a un grupo de mortales sobre la importancia de mantener seguros a los perritos de la calle mientras se viste con un traje de superhéroe que aún tiene sangre (si no de un enemigo, de la última pizza que cenó, quién sabe). Es cierto que la Casa del Ratón ha tenido un historial agridulce en lo que se refiere a la censura, pero Ryan Reynolds, en varias entrevistas, juró que había recibido el visto bueno para mantener la esencia salvaje del personaje. Y, la verdad, tenía cierta razón.
Después de todo, Deadpool y Lobezno no solo ha sido un éxito en taquilla —pues ya es, nada más y nada menos, que la producción calificada R más taquillera de la historia— sino que ha demostrado que el humor punk y la violencia gratuita aún tienen cabida en el corazón de Disney. Sin embargo, como en toda historia de amor con complicaciones (y a veces gracietas), ha habido algunos tropiezos.
Un chiste que no pasó el filtro: ¿qué se quedó fuera de la película?
En un giro que solo podría conjugarse con la ironía del propio Deadpool, se ha revelado que un chiste fue considerado demasiado fuerte, incluso para esta película. El director, Shawn Levy, hizo menciones en entrevistas sobre la censura de un particular chiste que involucraba a Mickey Mouse de una manera que, digamos, no es exactamente digna de una conversación en la mesa de Navidad. El chiste, donde Deadpool expresa que no puede respirar por la cantidad de «polla de Mickey Mouse en su garganta», fue finalmente eliminado.
Lo curioso es que esta pieza de humor se presenta en el contexto de una trama que claramente juega con el absurdo y la irreverencia, elementos que han hecho célebre al personaje. Sin embargo, supongo que Disney se ha visto obligada a establecer algunas pautas. ¿Quién puede culparlos? Hasta los que no son fans de Mickey Mouse saben que un chiste relacionado con el querido ratón podría provocar más que unas simples risitas —quizás un par de reuniones de crisis urgentes.
Pero, ¿realmente fue una pérdida?
Lo irónico es que la sustitución del chiste original trajo consigo otro remate que, aunque más seguro, logró provocar carcajadas en el público presente. Esto nos lleva a recordar que a veces, menos es más. Aunque la broma que se quedó fuera puede parecer divertida, es posible que el cambio no haya afectado profundamente la experiencia global de la película. Aun así, me cuesta no imaginar la cara de los productores de Disney al leer el guion original. ¡Vaya risas!
Deadpool se siente como en casa, nuevamente
Desde su primera aparición en el cine, Deadpool se ha ganado el corazón de muchos, no solo por sus hazañas heroicas (o más bien, antihéroicas), sino por su carisma innegable. Esa combinación de autoconocimiento, humor crudo y la capacidad de romper la cuarta pared ha sido su sello distintivo. Con su regreso junto a Logan, el personaje no solo homenajea el pasado de los cómics, sino que también conecta de manera profunda con una base de fans que ha crecido con él.
Sigue siendo fascinante observar cómo Deadpool mantiene su esencia a pesar de las circunstancias cambiantes. En mis propias experiencias de vida, a menudo he sentido que transitar por los márgenes puede ser más liberador. ¿No les ha pasado a ustedes? A veces, dejar que el caos se desate y no ajustarse a un código estricto es lo que nos permite brillar. Y eso es justo lo que Deadpool representa —un bocado de libertad, sin las ataduras de la convencionalidad.
Pero seamos honestos: ¿es mejor que sus predecesores?
Desde que Disney absorbe el estudio de Fox, hemos sido bombardeados por diversos rumores y noticias sobre cómo los superhéroes más coloridos de Marvel iban a haber cambiado. Como fan del mundo de los cómics, viví esa tensión en carne propia. Sin embargo, mirando el resultado final, puedo decir que ha superado las expectativas de muchos, con una mezcla de humor, acción y, por supuesto, un poco de locura.
La combinación perfecta: Deadpool y Lobezno
La novela gráfica que retrata la relación entre Deadpool y Lobezno ha contribuido a sentar las bases de este hilarante lanzamiento. La química entre ambos personajes es innegable; la dinámica de un soberbio auto-denominado antihéroe y un mutante rudo como Lobezno aporta un sinfín de escenarios cómicos. Sin embargo, el verdadero as bajo la manga es cómo logran complementarse en sus locuras, convirtiendo la película en una especie de danza de chistes que envolvieron al público desde el principio.
¡No sé ustedes, pero tras ver las primeras escenas, sentí que estaba ante una verdadera joya del cine! Había momentos que hacían eco del antiguo humor de aquellos clásicos de oro. Recordé anécdotas de mi infancia junto a amigos: esos días en los que las risas eran nuestra única responsabilidad. El sentido de camaradería que se desarrolla al ver a Lobezno y Deadpool intercambiar bromas sardónicas resonó profundamente con esa nostalgia.
¿Realmente podemos dejar de pensar en el juego de poder entre estas dos empresas?
Viendo cómo Deadpool se enfrenta a sus enemigos, además de a su nueva realidad tras la fusión de Disney y Fox, no puedo evitar preguntarme: ¿hasta qué punto los intereses comerciales moldean nuestra narrativa? ¿Nos veremos obligados a tragarnos un Deadpool edulcorado? La respuesta parece ser un resonante no. Al menos, esa es la esperanza que muchos de nosotros mantenemos en nuestros corazones y nuestras risas.
Un futuro incierto pero emocionante
A pesar de la censura que puede haber existido, el saldo final es positivo. Deadpool ha logrado salir del rincón de la comedia y ocupando nuevamente un lugar en el horizonte del cine de superhéroes. La recaudación estratosférica de Deadpool y Lobezno, incluso superando a grandes titanes como Joker y La Pasión de Cristo, es un claro indicativo de que el público desea más «locuras» al estilo de Deadpool.
No obstante, que la participación de Disney haya dejado una marca en la película es innegable. Pero podría ser un paso necesario hacia un equilibrio —una especie de balanza que nos permita disfrutar de un Deadpool realista y auténtico sin pérdidas en un entorno comercial muchas veces restrictivo.
Conclusión: Deadpool y Lobezno, una experiencia que vale la pena
Así que si aún no la has visto —y asumo que estos días comprobaste cómo tu amigo se doraba en un cine lleno de chistes escalofriantes y emocionantes— es un momento perfecto para disfrutar de Deadpool y Lobezno. Nos brinda una mezcla de nostalgia, locura y humor que pocos otros pueden igualar. Aún me encuentro riéndome de la película y recordando cada pequeña referencia que explota desde lo más profundo del universo de los cómics. Deadpool se ha logrado adaptar sin perder su esencia, un triunfo que merece ser celebrado con un buen merchandising.
Así que, la próxima vez que dudes del humor de un superhéroe, recuerda: Deadpool está aquí para rasgar esa cuarta pared y recordar que, al final, todos necesitamos reírnos juntos, incluso en los lugares más oscuros. Y si a veces hay un poco de Mickey Mouse en el camino, bueno, se puede superar… en nombre de la risa.