La tarde del pasado jueves en Buenos Aires fue, sin duda, un festín para los amantes del cine. ¿Quién podría resistirse a sumergirse en una experiencia cinematográfica cuya propuestase extiende por dos países, recibiendo el aliento de festivales españoles de renombre como los de San Sebastián y Málaga? La MASS (Muestra de Cine Español en Argentina) ha llegado para quedarse y con ella, se hacen eco las palabras del alcalde de la ciudad, Jorge Macri, quien dijo: “Ni Argentina ni Buenos Aires serían lo que son sin el cine y la cultura”. ¡Y cuánta razón tiene!

Un evento que no te puedes perder

La inauguración de esta cita cultural se llevó a cabo en el emblemático Teatro San Martín de Buenos Aires, en la sala Leopoldo Lugones. Si no has estado allí, déjame decirte que es el tipo de lugar que te hace sentir inmediatamente que estás en una película, rodeado de historia, arte y las vibraciones de risas y aplausos de anteriores proyecciones. Aquí, hasta el aire tiene un toque de magia. Pero volviendo al tema, esta muestra no solo abarcó lo visual; tuvo una esencia que vibró en cada rincón del teatro.

¿Te imaginas a 200 personas sentadas en esa sala, con palomitas en mano, esperando ansiosas para descubrir qué historias españolas habían cruzado el océano? Esa anticipación es como aquella que sientes justo antes de un primer beso, mezcla de nervios y emoción, y eso es exactamente lo que se respiraba ese día.

La importancia del cine en la cultura

Durante la inauguración, el alcalde Jorge Macri no escatimó en elogios hacia el cine. “Muchas conquistas sociales y democráticas se dieron en ese cuadrado mágico que es la producción audiovisual”, afirmó. ¿Quién puede estar en desacuerdo? El cine ha sido, a lo largo de los años, un espejo donde miramos nuestros aciertos y errores como sociedad. Las historias que se cuentan en la pantalla grande reflejan nuestra realidad, nuestros dilemas y, por supuesto, nuestras esperanzas.

Días atrás, hablaba con un amigo sobre las películas que nos han marcado; nos pasamos horas debatiendo sobre la profundidad de un personaje o lo impactante de una escena. ¿Acaso existe algo más poderoso que una historia bien contada? Al final del día, el cine no solo nos entretiene, sino que también nos invita a reflexionar.

Una selección cinematográfica para todos los gustos

La MASS se extenderá hasta este sábado en Buenos Aires, llevando consigo una selección variada de películas que abordan diferentes facetas del ser humano. Entre ellas se encuentran obras premiadas como “Soy Nevenka”, que obtuvo el Premio Agenda 2030 Euskadi Basque Country, y “Los destellos”, galardonada con la Concha de Plata a la mejor interpretación.

Y no solo eso, también se proyectará el hermoso documental “Mugaritz. Sin pan ni postre”, que fue presentado por su director Paco Plaza, quien, al igual que muchos de nosotros, espera que su trabajo “deje una semillita en el cerebro de las personas”. La idea de aportar algo a la audiencia es lo que muchos cineastas persiguen, y personalmente, no puedo evitar sentir una conexión especial al escuchar eso.

El futuro del cine español en Latinoamérica

Es interesante reflexionar sobre lo que Paco Plaza menciona: “Latinoamérica y España comparten una manera de entender la vida”. Y con esta frase, no solo se abre un diálogo cultural, sino también una oportunidad para la industria audiovisual en ambos continentes. Las películas españolas están encontrando un terreno fértil en Latinoamérica, donde las historias resuenan con el público, creando lazos que van más allá de la pantalla.

Recorriendo la sala, me acordé de una película que vi hace años, “El laberinto del fauno”. Esa fusión de fantasía y realidad me hizo ver cómo nuestros miedos y esperanzas se reflejan en el cine. Lo que me lleva a preguntar: ¿podrán los cineastas de España captar la esencia de la cultura latinoamericana en sus próximas producciones? O mejor aún, ¿podrán los cineastas latinoamericanos contar su historia en colaboración con sus homólogos españoles? La posibilidad queda abierta.

Un cruce de fronteras cinematográficas

Una de las cosas que más me emociona de este evento es su extensión a otros países. Después de Buenos Aires, la muestra se trasladará a Uruguay del 2 al 4 de diciembre. ¿No es genial pensar que las historias contadas en un país pueden viajar y tocar vidas en otro? A veces siento que el cine es una forma de puente, conectando corazones y mentes, y haciendo que personas de diferentes trasfondos compartan un momento en común.

Además, la colaboración entre festivales como el de San Sebastián y el de Málaga no solo enriquece esta muestra, sino que también crea un espacio para la diversidad de voces y estilos. La inclusión de títulos como “Segundo premio”, ganadora de la Biznaga de Oro a la mejor película española, permite que la audiencia tenga la posibilidad de explorar obras innovadoras que desafían las normas del cine convencional.

La presencia de la gastronomía en el cine

Un aspecto notable del evento es, sin duda, el cruce entre el cine y la gastronomía. Viendo a Paco Plaza hablar de su proyecto, recordé cómo la comida ha sido un tema recurrente en muchas películas. Este fascinante vínculo entre la cocina y el cine se convierte en un festín para los sentidos. Recuerdo una vez que vi una película donde la comida no solo era un fondo, sino un personaje en sí mismo. Y sé que muchos de ustedes han tenido esa experiencia al ver “Comer, rezar, amar” o “Ratatouille”.

Parece que los cineastas han comprendido que la gastronomía tiene ese poder de conectar culturas, tradiciones y personas. Y es en este contexto que Plaza asegura la importancia de que “la industria española tiene que mirar cada vez más» hacia la vibrante cultura latinoamericana.

¿Qué películas no te puedes perder?

A medida que se lleva a cabo esta muestra, me entran muchas ganas de hacer un repaso y recomendar algunas películas que definitivamente no deberías perderte. ¿Estás lista?

  1. Soy Nevenka: Una historia real de valentía y justicia que invita a la reflexión.
  2. Los destellos: Brindando una actuación que seguramente te dejará mudo.
  3. Mugaritz. Sin pan ni postre: Perfecta para aquellos que aman el cine y la gastronomía.
  4. Segundo premio: Una obra que no solo acaricia la vista, sino también el corazón.

¿Te imaginas disfrutar de cada una de estas películas y luego compartir tus pensamientos con amigos o familiares? Sin duda, se convertiría en una gran conversación alrededor de la mesa. Después de todo, el cine no solo se trata de verlo, también se trata de discutirlo, reflexionar y crear conexiones.

Conclusiones finales

La MASS no es solo un evento; es una celebración de la cultura, una oportunidad de reflexión y una puerta abierta hacia el entendimiento entre dos mundos. Así que, si estás en Buenos Aires o planeas visitar Uruguay pronto, asegúrate de hacer una parada en esta muestra. Recuerda que cada película que ves es una puerta que se abre a un nuevo mundo, y en este caso, podría llevarte desde las calles de Buenos Aires hasta las vibrantes plazas de España.

Al final del día, el cine es un regalo que todos compartimos. Las emociones que nos provocan las historias en la pantalla grande son universales, y en este cruce de culturas, lo que queda claro es que aún hay mucho por descubrir y tantas historias por contar. ¡Nos vemos en el cine!