La Navidad, ese momento del año que el Marketing ha decidido que debe ser celebrado con cenas interminables, sobremesas que parecen un maratón de «¿quién se atreve a comer el último trozo de tarta?» y brindis tras brindis que nos deja pensando si el champán también cuenta como hidratos. Pero, ¡detente un momento! ¿Quién dijo que debíamos sufrir durante la temporada festiva? Hoy, te traigo una serie de consejos prácticos sobre cómo disfrutar de las festividades sin que la báscula se convierta en tu peor enemigo.
La triste realidad de los kilos navideños
Según un estudio reciente, hasta el 66% de los españoles puede llegar a engordar hasta tres kilos en Navidad. Y aquí estoy yo, levanto la mano entre risas, contando todas esas veces que me prometí que esta vez sería diferente. ¡Desde ya, 2023 es el año en que no me dejo llevar por esos polvorones!
La magia de las fiestas también puede llevarte a esos kilitos extra que nadie quiere. Así que, en lugar de entrar en pánico y hacer una dieta de lechuga y agua, decidí buscar opciones más eficaces y menos drásticas, que además se alinean con los consejos de Leo Cerrud, un nutricionista que nos ofrece estrategias sensatas para mantener el equilibrio.
La importancia del déficit calórico
Para entender cómo manejar nuestro peso durante las fiestas, primeramente tenemos que hablar de un concepto clave: el déficit calórico. Genial, en teoría. Pero, ¿qué significa realmente? En pocas palabras, necesitas consumir menos calorías de las que quemas. Eso se traduce en una dieta equilibrada y, preferiblemente, personalizada. Y déjame decirte, es mucho más fácil de decir que de aplicar cuando tienes a la abuela diciéndote que el turrón de Jijona “está hecho para comerlo con amor”.
La ola de la lactocena: ¿una cena ligera?
¿Has escuchado alguna vez el término «lactocena»? Yo tampoco hasta que lo leí. Leo Cerrud sugiere que, durante una dieta hipocalórica, deberíamos cenar como vikingos, y cuando digo eso, me refiero a lo mínimo. Imagina que, después de ese festín de mediodía, solo te apetece un yogur desnatado o un vaso de leche. ¡Eso es! No tienes que dejarte morir de hambre, simplemente opta por un lácteo, que además de ser ligero, te saca del apuro.
El azúcar y los carbohidratos: ¿nuestros amigos o enemigos?
Aquí es donde las cosas se ponen interesantes. La fruta, sí, esa amiga aparentemente inofensiva que llevamos a la cena de Navidad, también tiene su dosis de azúcar. Pero no te preocupes, Leo nos tiene cubiertos; sugiere que la mejor opción es comer fruta con moderación y en el momento adecuado. Y el tema de los carbohidratos es esencial: ¡hay una hora para todo! Los carbohidratos deben ser consumidos antes de las 17:00h. ¿Interesante, verdad? Las tostadas integrales por la mañana son el camino a seguir, ¡porque a quién no le gusta un desayuno delicioso!
La verdad sobre los dulces y procesados
Te lo digo desde el corazón: la bollería y los dulces no tienen cabida en una vida saludable, ni durante la Navidad. Aunque es fácil caer en la tentación de un trocito de tarta, tenemos que ser firmes. Suspendamos el recuerdo del delicioso sabor y abracemos la visión de una Navidad más saludable. Esto implica decantarnos por opciones crudas, hervidas o al vapor en lugar de fritas y rebozadas. Piénsalo: ¿quieres sentirte bien después de la cena o como si llevases un ladrillo en el estómago?
Proteínas: el componente olvidado
Las proteínas se convierten en tus aliadas. En cualquier momento del día, son nutritivas, regeneran tejidos y sacian el hambre. Si algo me ha enseñado mi madre, es que un buen plato de lentejas no solo llena el estómago, sino que también alimenta el alma. Así que sí a los huevos, carnes magras y pescados; pero, por favor, ¡no te olvides de esos embutidos bajos en grasas!
La dieta mediterránea: ¿el camino a seguir?
No es un secreto que la dieta mediterránea ha sido reconocida como una de las más saludables. En esta época de fiestas, podemos disfrutar de sus bondades sin problemas. Recuérdalo: más frescura y menos procesados son la clave. Esto no quiere decir que no podamos disfrutar de una buena comida familiar, más bien nos invita a elegir sabiamente.
Escoge bien tus carbohidratos
En esta lucha contra las calorías extra, deberías saber que los carbohidratos integrales son preferibles. Es fundamental elegir la opción completa desde el principio. Este truco puede ser mágico para evitar esos picos de azúcar que nos arrastran a la galletita de chocolate al final del día. ¡Porque, admitámoslo! A veces tampoco hay nada de malo en una galleta, siempre que elijas bien.
Sí, el agua es tu amiga
Es un hecho: la hidratación es clave. Beber suficiente agua no solo te mantiene hidratado; además, ¡ ayuda a saciar el hambre! Leo sugiere un buen objetivo como tomar de 330 a 500 ml de agua varias veces al día. Si eres de esos que se olvidan de beber, ¡instala una alarma en tu móvil! Es como tener un pequeño recordatorio de que la vida es mejor con agua.
Actívate, aunque sea un poquito
Y, claro, no podemos olvidar el tema de la actividad física. No te preocupes, no necesitas una rutina de entrenamiento de Crossfit. Leo propone dedicar solo 20 minutos al día. Ojo, no es necesario ser un atleta. Hacer un pequeño paseo por el barrio después de cenar puede hacer maravillas. En serio, ¿quién podría resistirse al encanto de caminar mientras repasan los mejores momentos del día?
Reflexiones finales: un brindis por la moderación
En conclusión, las fiestas no tienen por qué ser sinónimo de engorde y culpabilidad. Mantenerse saludable en Navidad es un arte que vale la pena cultivar. Al final del día, se trata de disfrutar, de los seres queridos, y, sí, de los platos deliciosos, pero con un sentido de responsabilidad. Así que, mientras las luces brillan y las risas llenan el aire, recuerda: se trata de equilibrio y moderación.
Así, cuando llegue enero, no te peses todavía, a menos que estés preparado para ver una cifra que, por ahora, no tiene importancia. Lo que verdaderamente importa es cómo te sientes: durante esta Navidad, ¡elige cuidar de ti mismo sin sacrificar la alegría! ¿Listo para celebrar de esta manera?
Espero que con este artículo te animes a disfrutar de las fiestas pasándola bien con comida deliciosa sin la presión de engordar! Recuerda, es la actitud la que importa, así que mantén una sonrisa y pasa un rato agradable.