Si alguna vez te has preguntado qué papel juegan las series de televisión en nuestras decisiones de vida, probablemente no estés solo. Recuerdo cuando vi por primera vez «House» a los diecisiete años. La idea de ser un doctor tan ingenioso, sarcástico y hábil me pareció muy atractiva. Sin embargo, después de un impulso pasajero de querer descifrar diagnósticos médicos, decidí que las matemáticas ya eran un desafío suficiente para mí. ¿Quién quiere enfrentarse a pacientes en estado crítico cuando puedes zambullirte en los problemas de un cálculo integrador?

La chispa de la televisión: ¿Quién se inspira en quién?

Lo cierto es que hay un fenómeno fascinante tras las pantallas. Series como «House» han motivado a muchos a decidir estudiar medicina. Imaginen a un grupo de jóvenes, todos soñadores e idealistas, decidiendo que quieren «salvar vidas» porque su héroe en la pantalla lo hace con tanta facilidad. La historia es la misma en España, donde, tras el estreno de «Merlí», una avalancha de estudiantes se lanzó a las facultades de Filosofía, impulsados por una representación carismática de la materia que durante años había sido considerada como la «hermana fea» de las disciplinas académicas.

«La vida es un largo examen de filosofía», sugiere Platón. Bueno, si hay algo que puede prepararte para ese examen, es ver a Merlí desmenuzar conceptos complejos con un toque de sarcasmo y amor a la vida. Tras su estreno en 2015, la serie no solo nos brindó una visión renovada de la filosofía, sino que también nos enseñó la importancia de cuestionar y buscar respuestas. Así que, ¿quién diría que una simple serie podría revolver la brújula profesional de tantos jóvenes?

El triángulo amoroso entre filosofía, jóvenes y un examen

Introducción a ‘Amor platónico’

Hablemos de algo más reciente: “Amor platónico”, una película que, como una sátira a nuestro propio sentido de responsabilidad, gira en torno a una situación muy conocida para muchos estudiantes. ¿Quién no ha dejado el estudio para el último minuto, claudicando ante la distracción del amor juvenil? La trama, que sigue a Luna y Noah en una noche de estudio antes de un examen de filosofía, se siente muy familiar, algo como una crónica de nuestras propias noches de desvelo.

Luna es el clásico personaje que representa a muchos en la vida real: está tan absorta en su relación que no tiene tiempo para Platón o el concepto de «la caverna». ¡Ay, los amores de adolescencia! ¿Quién necesita la sabiduría de los antiguos filósofos cuando puedes perderlo todo por un «me gusta» en Instagram?

Un viaje a la caverna y más allá

Durante esa noche crucial, Luna tiene la oportunidad de salir de su propia caverna platónica, un lugar donde su amor por su novio bloquea el acceso al conocimiento. Noah, su amigo y tutor, intenta atraer su atención hacia la filosofía, pero ella no parece estar muy dispuesta a dejar a su enamorado de lado. ¿No suena familiar? En mis años de estudiante, recuerdo que estaba tan absorto en una relación que las matemáticas empezaron a parecerse más a un arte abstracto que a un campo científico.

Luna y Noah abandonan la caverna, pero de una forma muy diferente a lo que se espera. ¿Realmente importa si aprueban el examen o no? La metáfora de la caverna nos enseña que el conocimiento es más valioso que cualquier calificación. Así como en «Merlí», la verdadera enseñanza va más allá de la simple memorización de los textos.

Más allá de las pantallas: el impacto real en nuestras vidas

El legado de Merlí: ¿una nueva generación de filósofos?

El impacto de «Merlí» en la cultura española fue tan profundo que incluso le dio vida a un remake en Italia y una secuela centrada en el personaje de Carlos Cuevas. Nos planteamos entonces: la filosofía está en auge, o simplemente está reinventándose gracias a la televisión. En un mundo donde las redes sociales predominan, parece haber un creciente interés por los valores perennes que la filosofía promueve.

La serie sirve como una puerta de entrada a un mundo que muchos consideran difícil. A menudo pienso, si las clases de filosofía fueran impartidas de forma entretenida en la escuela, tal vez habría más estudiantes interesados en explorar estas ideas profundas. En cierto sentido, «Merlí» se convirtió en un catalizador que permitió a los jóvenes reconectarse con preguntas fundamentales sobre la vida, la moral y, por qué no, el amor.

Las influencias culturales en la sociedad

Lo que es más fascinante es ver cómo estas narrativas están moldeando no solo las decisiones de carrera, sino también la manera en que enfrentamos problemas cotidianos. En «Amor platónico», se puede ver el claro contraste entre estudiar filosofía y disfrutar de la vida. Me pregunto, ¿hay tal cosa como un equilibrio perfecto? Las preguntas que plantea se cruzan en un dilema clásico: encontrar el tiempo para los sueños y la filosofía de la vida misma.

Merlí y su enfoque en la filosofía podrían ser un recordatorio para nosotros de nunca dejar de cuestionar. Y sí, claro que es más cómodo sentarse en el sofá y mirar cómo otros se involucran en debates filosóficos, pero, ¿qué hay de nuestra propia exploración intelectual?

La industria del entretenimiento y la cultura educativa

La influencia del cine en la juventud actual

Las plataformas como Prime Video y Filmin han desempeñado un papel clave en democratizar el acceso a contenido educativo. Al ver «Amor platónico» y «Merlí», uno podría preguntarse si deberíamos considerar a estas series como herramientas pedagógicas. Si hay una forma de revitalizar la educación, podría ser a través de un buen guion y un par de personajes entrañables, ¿no crees?

De una forma divertida, la filosofía se convierte en el hilo que conecta estas historias, mostrando cómo la curiosidad intelectual es un catalizador para el crecimiento personal. Invito a los lectores a que hagan un salto de fe y se sumerjan en obras que empujen sus límites. Después de todo, nada se pierde en intentar expandir nuestra mente… excepto un par de horas de sueño, quizás.

Conclusión: lo que la televisión nos enseña de forma inesperada

Al final, todos somos un poco como Luna o como Noah, buscando respuestas en un mundo confuso y repleto de distracciones. A lo largo de estas historias, tanto en Ciencias como en Filosofía, se nos recuerda que la búsqueda del conocimiento puede ser una aventura emocionante, a menudo acompañada de momentos hilarantes y otros profundamente significativos.

Así que la próxima vez que elijas una serie o una película, piénsalo dos veces. Podrías estar decidiendo más sobre tu futuro del que imaginas. En un mundo donde los episodios son cortos, recuerda que cada una de nuestras decisiones puede ser impulsada por el deseo de aprender y crecer. Nunca subestimes el poder de una buena serie: podría ser la chispa que encienda una nueva pasión, o al menos, te ofrezca un momento de risa y reflexión en tu camino hacia el futuro. ¡Así que a ver series y a estudiar filosofía! ¿Quién sabe? Tal vez la próxima generación de pensadores esté a solo un episodio de distancia.