En el reciente tumultuoso panorama electoral de Estados Unidos, un grupo inesperado de votantes ha captado la atención de analistas, medios y hasta de los mismos candidatos: ¡los amish! Sí, esos individuos que a menudo son sinónimos de ajetreo rural, ceremonias simples y un estilo de vida auto-sostenido. Pero ¿alguna vez te has preguntado qué llevó a esta pacífica comunidad a cruzar la línea de la política y participar activamente en las elecciones presidenciales? Hoy, nos adentramos en el fascinante mundo de la política del «swing state» de Pensilvania, donde la comunidad amish ha hecho historia al respaldar a Donald Trump, y lo que esto significa para el futuro político de Estados Unidos.

Pensilvania, el estado que mueve la balanza

Pensilvania no es solo un simple estado más en el mapa electoral; es uno de los siete estados «bisagra» que, en cada elección presidencial, tienen el potencial de decidir el futuro del país. Con 19 delegados electorales en juego, es un lugar donde los votos cuentan y cada decisión tiene su peso. Históricamente considerado un bastión demócrata, el estado sorprendió a muchos cuando Donald Trump logró un triunfo arrollador sobre Kamala Harris en 2024. Este giro inesperado ha llevado a todos a preguntarse: ¿Qué ha cambiado?

Como si la historia estuviera escrita por Hollywood, el escenario de Pensilvania nos recuerda un poco a la trama de «Único testigo», donde un niño de la comunidad amish se convierte en testigo crucial en un caso de asesinato. Esta vez, sin embargo, no fue un niño quien se alzó como «testigo», sino toda una comunidad que decidió salir de su aislamiento para votar.

La magia de la conexión con los amish

El caso de los amish puede parecer trivial o incluso exótico en el panorama político estadounidense, pero su papel en las elecciones es mucho más profundo de lo que uno podría pensar. En el pasado, esta comunidad se había mantenido al margen de la política. Sin embargo, varios factores llevaron a una movilización inesperada y masiva durante estas elecciones.

El primer punto crítico fue el ‘Early Vote Action’, un grupo conservador fundado en 2023. Esta agrupación ha trabajado arduamente para hacer llegar el mensaje de la importancia del voto a las comunidades, tal como un cuervo mensajero, pero con menos plumas y más tablas. Scott Pressler, su fundador, decidió tocar puerta por puerta en mercados agrícolas y talleres amish en el condado de Lancaster, donde reside una de las comunidades amish más grandes del país. ¿Recuerdas cuando tus padres te decían que eras libre de elegir? Bueno, parece que a los amish también les estaban recordando eso, pero con un guiño político.

¿Y qué hay del famoso caso de Amos Miller? Este episodio se convirtió en un catalizador para la movilización amish. Miller, un agricultor local, se encontró en el punto de mira de las autoridades cuando sus productos lácteos fueron acusados de provocar brotes de E. coli en otros estados. La comunidad se volcó con él y desató una ola de descontento contra lo que percibían como intervención gubernamental excesiva. Así es, a veces la burocracia puede hacer más que solo llenar formularios; también puede cambiar votos.

¿Por qué Trump?

Cuando muchos pensaron que el voto amish sería una elección relativamente apolítica, en 2024 se reveló que la realidad era muy diferente. Tuvieron un impacto significativo en el resultado de las elecciones, especialmente considerando que en años anteriores, los votantes amish habían sido casi invisibles en el proceso electoral. De hecho, el incremento en el número de votantes amish registrados superó los 4.000 solo entre 2016 y 2020. Un cambio impresionante, ¿verdad?

La mayoría de esos nuevos votantes decidieron respaldar a Donald Trump, apoyando su mensaje de «gubernamentalidad limitada» y «libertad religiosa». Estos conceptos resonaron profundamente en las almas de una comunidad que ha luchado durante años por mantener su estilo de vida frente a un montón de bureaucrats con corbatas. Como quien dice, si alguien te está hostigando, es más probable que busques defenderte. Y la defensa en este caso fue a través de las urnas.

Sin embargo, Trump no solo se dirigió a los amish desde la distancia de titulares rimbombantes. ¡No! De hecho, el 3 de noviembre, solo dos días antes de la crucial jornada electoral, hizo una parada en el condado de Lancaster para pedirles su voto y cuestionar las encuestas que pronosticaban un empate con Harris. ¿Te imaginas la escena? Uno se imagina a Trump en una granja amish, rodeado de vacas con sombreros de vaquero. Podría ser la trama de una comedia de enredos.

La diversidad del voto en Pensilvania

Pensilvania no es solo la tierra de los amish; ahí reside una mezcla vibrante de comunidades. El voto hispano ha comenzado a tener un impacto notable en los resultados electorales también. En menos de dos décadas, la población latina se ha duplicado, alcanzando unos 620,000 votos registrados. Un cambio de juego, tal como ver a tu abuelita bailar salsa en una fiesta de cumpleaños: inesperado, pero definitivamente memorable.

Sorprendentemente, la tendencia nacional ha mostrado un giro hacia los republicanos en la comunidad latina, algo que ha dejado atónitos a muchos analistas. Combinado con el apoyo evangélico, que a menudo vota en bloque, Trump ha logrado hacerse un espacio en un estado que antes se veía como un bastión demócrata.

Reflexiones sobre la polarización social

Pensilvania es un espejo de la polarización social que estamos viendo en todo el país. Durante décadas, el cierre de fábricas y la falta de oportunidades han dejado su huella en la clase trabajadora. La comunidad ha estado viviendo un ciclo de deudas y adicciones, y es comprensible que busquen a alguien que prometa un cambio. Las industrias de acero y carbón han declinado, y el estado ha tenido que diversificarse hacia sectores como la salud, la extracción de gas natural y el comercio electrónico.

La transformación de la economía de Pensilvania es emblemática de una lucha más amplia en EE.UU. Pero además, nos plantea interrogantes profundos que aún nos enfrentamos hoy: ¿Qué hace que una comunidad tradicional abandone su neutralidad política? ¿Qué sucede cuando esos cambios son guiados por figuras polémicas? Y, más importante aún, ¿hacia dónde va nuestro país cuando las divisiones se profundizan y las comunidades se mueven en direcciones inesperadas?

Conclusión: un llamado reflexivo

En este tierno y complicado juego político, Pensilvania se ha destacado como un fascinante campo de batalla. Desde el respaldo de los amish hasta el impulso de la comunidad latina, parece que Estados Unidos se encuentra en un cruce de caminos donde cada voto cuenta. Así que, querido lector, la próxima vez que escuches sobre estas «minorías» -ya sean religiosas, raciales o de otro tipo-, no subestimes su impacto.

La historia de la comunidad amish y su contribución a las elecciones de 2024 es un recordatorio de que la política puede estar muy cerca de nosotros, incluso en los lugares que menos esperamos. Así que, ¿quién sabe? Tal vez la próxima vez tus vecinos amish no solo te inviten a tomar un té, sino que también te hagan un llamado para unirte a la acción política. ¿Estás listo para dar el salto?