La llegada del Año Nuevo es una fecha emblemática en muchas culturas alrededor del mundo. En Tokio, este evento no solo marca el fin de un ciclo, sino que también era, hasta hace poco, una explosión de luces, música y, claro, de bebida (quizás demasiado de beber). Sin embargo, este año las calles de Shibuya, uno de los distritos más vibrantes de Japón, se verán privadas del bullicio festivo que durante años caracterizó esta celebración. ¿El motivo? Una mezcla de preocupación por el comportamiento de los turistas, regulaciones sobre el consumo de alcohol y, quizás, una pizca de sentido común.

La decisión que sorprendió a los locales y turistas

Imagina que has planeado tu viaje a Tokio, soñando con verte a ti mismo en el famoso cruce de Shibuya, rodeado de miles de personas, todos contando los segundos hasta la medianoche. La música resuena, hay fuegos artificiales y, por supuesto, un par de copas de sake en la mano. Suena increíble, ¿verdad? Pero, ¡sorpresa! Te enteras de que las celebraciones de Nochevieja han sido canceladas por cuarto año consecutivo.

La noticia ha dejado a muchos con un sabor agridulce. Por un lado, el sentido de seguridad y orden promovido por el gobierno local puede parecer razonable, especialmente después de la pandemia que todos conocemos y de la reciente prohibición de beber en las calles. Pero, por otro lado, ¿dónde queda la diversión? ¿Es posible que Shibuya, conocido por sus fiestas inolvidables, se transforme en un lugar para el bienestar público más que en un epicentro de celebración?

Un vistazo al pasado: de la juerga al silencio

La historia de Shibuya en Nochevieja

Desde 2016, Shibuya, con su famoso “Shibuya Scramble”, se convirtió en el corazón de las celebraciones de Año Nuevo en Tokio. Anteriormente, se organizaban conciertos y eventos con grandes celebridades que atraían a más de 120,000 asistentes en su mejor momento. Pero, como dice el dicho, «todo lo bueno tiene un final». En 2020, la llegada del COVID-19 cambió la historia. Las festividades no solo se detuvieron; la necesidad de crear un entorno seguro llevó a los organizadores a actuar de forma drástica.

Como anécdota personal, recuerdo un episodio en el que traté de llegar a Shibuya para disfrutar de la fiesta. Las multitudes eran abrumadoras y, en mi intento de cruzar el famoso paso de peatones, me sentí como un salmón nadando río arriba. ¡El caos era real! Pero hay algo cautivador en estar rodeado de tanta energía. Ahora imagina lo desolador que sería ver ese lugar vacío en la víspera de Año Nuevo.

Más allá del contexto pandémico

Luego de que el COVID-19 nos diera una lección de vida (y de paciencia), Shibuya optó por no retomar las celebraciones masivas. Las autoridades argumentaron problemas logísticos y de seguridad, pero ahora sabemos que la prohibición permanente de consumir alcohol en espacios públicos en el distrito fue la chispa que encendió la decisión de cancelar la fiesta. Este cambio se implementó en octubre de 2024, en un intento por cultivar un ambiente más seguro y ordenado.

Alcohol y turismo: una combinación peligrosa

El impacto de la prohibición en Shibuya

La reciente prohibición de beber alcohol en las calles no solo refleja la intención de las autoridades locales de mantener la paz y el orden público, sino que también habla de un cambio cultural profundo. Según un portavoz del distrito, «estamos en el proceso de cambiar la cultura del consumo público de alcohol en Shibuya. No creemos que este sea el momento adecuado para organizar eventos de esta magnitud.» ¿Significa esto que los japoneses están diciendo adiós a su rica tradición de festividades ruidosas?

Es irónico, ¿no? Un país conocido por su cultura festiva y hospitalidad ahora se preocupa por las multitudes borrachas. Pero ¿quién puede culparlos? Después de los incidentes de Halloween, donde cientos de visitantes ebrios se apoderaron de las calles, es comprensible que los locales estuvieran un poco alarmados. Recuerdo haber estado en una fiesta de Año Nuevo que terminó con más que solo abrazos y felicitaciones. La combinación de alcohol y multitud puede ser como mezclar aceite y agua.

El flujo creciente de turistas: un doble filo

Desde la reapertura de fronteras post-pandemia, el número de turistas internacionales ha crecido desmesuradamente. Mientras que esto es emocionante para la economía local, también añade una capa de complejidad a la gestión de grandes eventos. ¿Se imaginan ese estrés extra por tener que cuidar a miles de turistas, además de los locales?

Un punto importante a considerar es cómo esta regulación puede afectar la imagen de Tokio como un destino turístico. Las atracciones son una gran parte de lo que impulsa a la gente a visitar. Sin ellas, ¿Tokio se convertirá en un destino de «bienestar» en lugar de «diversión»? Es un dilema difícil, y aunque muchos prefieren un ambiente más ordenado, hay quienes piensan, «¿y qué hay de la diversión?»

Un futuro incierto: ¿desaparecerán las festividades en Shibuya?

Las decisiones tomadas por las autoridades de Shibuya pueden significar una transformación radical de su identidad. Las tradiciones de fiesta pueden dejar paso a un enfoque más serio y regulado de las celebraciones. Pero, ¿es eso realmente lo que la comunidad quiere?

Cambiando la narrativa de festividades

A medida que el comité organizador se prepara para aplazar cualquier posible reanudación de festividades hasta 2025 como mínimo, hay un gran interrogante sobre el futuro de estas celebraciones icónicas. ¿Se perderán las tradiciones festivas por completo, dejando a Shibuya como un eco de lo que fue? O, por el contrario, ¿podría ser que esta pausa sirva para reinventar las celebraciones de Año Nuevo de una manera más sostenible y alineada con ciertos valores de convivencia social?

Personalmente, creo que, a pesar de la presión de la modernidad y la seguridad, siempre habrá un lugar en el corazón de las personas para la fiesta y la celebración. Tal vez la esencia del Año Nuevo no esté tan relacionada con el alcohol, sino con la conexión entre las personas, con el espíritu de comenzar de nuevo. Quizás en 2025 podamos ver un regreso a esa magia festiva, tal vez incluso con un enfoque más consciente.

Reflexiones finales: ¿qué significa la celebración para nosotros?

Mientras los locales reflexionan sobre la prohibición y el pasado glamuroso de las celebraciones de Año Nuevo en Shibuya, es inevitable preguntarse: ¿cómo definimos la celebración?

La esencia de un festival realmente radica en la comunidad, en compartir momentos y en dar la bienvenida a un nuevo año rodeado de seres queridos. Entonces, aunque Shibuya esté bloqueando el consumo de alcohol, eso no significa que la celebración deba morirse. Quizás debemos adaptarnos a un nuevo tipo de festividad.

Así que, amigos, mientras pasamos la Navidad y aguardamos la llegada del Año Nuevo, no olvidemos que cada uno de nosotros puede ser un portador de alegría, sin importar el lugar donde estemos. Tal vez, incluso en medio de un ajuste radical social, podamos encontrar nuevas formas de conectar, celebrar y crear recuerdos. ¡Salud para el 2025! 🍶


Y así, con un guiño hacia la esperanza de un regreso a las tradiciones y un agradecimiento por el orden, concluyo mi reflexión sobre un tema tan vigente. Al fin y al cabo, como se dice, lo que pasa en Shibuya, ¡puede que no se quede en Shibuya! ¿Y tú, qué opinas? ¿Debería Shibuya volver a celebrar, o debería mantener su enfoque más serio en pro del bienestar público?