A medida que el mundo cambia, las perspectivas también deben hacerlo. Hablando de cambios, ¿no les parece irónico que, en pleno siglo XXI, sigamos discutiendo sobre la paridad de género en el lugar de trabajo? Es como si, a pesar de todos los avances, algunos de nosotros todavía estuviéramos atrapados en un episodio de «Mad Men», donde el café es un lujo y la igualdad de género parece un concepto de otro planeta.
A pesar de esto, los datos recientes son alentadores. Un estudio de la consultora Grant Thornton revela que, por primera vez, las empresas de la “clase media” en Europa (es decir, aquellas que emplean entre 250 y 3,000 trabajadores y facturan entre 50 y 500 millones de euros) han alcanzado una representación femenina del 40% en los puestos directivos. ¡Eso sí que merece un buen brindis con café!
A qué se debe este cambio
El informe indica que las mujeres ocupan los cargos directivos en ciertos sectores más que en otros. Por ejemplo, los puestos de dirección de recursos humanos han alcanzado un 41% de representación femenina, mientras que en la figura del consejero delegado obtenemos solo un 27%. Si esto no es una metáfora perfecta de la “tarta” del liderazgo, ¡no sé qué sería!
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sostiene que el 30,4% de los puestos en los consejos de administración de las empresas cotizadas están ocupados por mujeres. Sin embargo, su propio Código de Buen Gobierno recomendaba, para 2022, al menos un 40%. ¿Deberíamos tomar esto como un motivo de celebración o de preocupación?
La voz de la nueva generación: el futuro es brillante
El futuro de la igualdad de género y la diversidad en las posiciones de liderazgo también depende de las nuevas generaciones. La ingeniera informática Inmaculada Sánchez enfatiza que para ver un aumento real en las mujeres en posiciones directivas, debemos trabajar en los niveles previos, es decir, en la educación. Los ejemplos inspiradores son clave, y no tienen por qué ser figuras famosas. A veces, el mejor mentor puede ser esa vecina ingeniera que estaba siempre dispuesta a ayudar con las matemáticas.
“Los niños y niñas necesitan ver que hay espacio para todos en el mundo de la tecnología”, dice Inmaculada. Eso me hace recordar una de mis experiencias en la escuela, cuando una profesora de matemáticas nos llevó a un taller de robótica y me hizo sentir que quizás yo también podría ser una ingeniera algún día. Esa clase fue como un mini-certificado de que la «geometría» no es solo un dolor de cabeza, sino una oportunidad.
Barreras y retos en el camino a la paridad
A pesar de los avances, Mirian Izquierdo, presidenta de la Fundación Woman Forward, señala que todavía hay una resistencia monumental para que las mujeres accedan a puestos de alto nivel. «El progreso en los comités ejecutivos sigue siendo lento», afirma Mirian, quien ha vivido de cerca las dificultades que enfrentan las mujeres que deciden emprender, especialmente después de los 45 años. Ella resalta que la representación femenina en puestos de CEO ha caído del 28% en 2022 a un preocupante 19% en 2023.
La clave para revertir esta tendencia, según Mirian, no es solo el impulso desde arriba, sino la creación de estrategias de esponsorización. ¿Por qué? Porque, como bien dice ella, la diversidad de género no solo es justa, también genera valor. Estudios de la UC Berkeley Haas School of Business demuestran que las empresas con una mayor representación femenina tienden a ser más transparentes y menos propensas a la corrupción. ¡Un buen argumento para tener más mujeres en los directivos!
Cambiando la narrativa: más mujeres, más oportunidades
Alicia Martínez, neuróloga y cofundadora de Time is Brain, enfatiza que el verdadero cambio no solo se trata de cumplir objetivos numéricos; se trata de dar a las mujeres una voz real sin estereotipos. «El talento no entiende de género», asegura con firmeza.
La mentalidad de que la tecnología es un terreno exclusivamente masculino aún persiste en algunos rincones. Pero es fascinante ver cómo, a lo largo de los años, las percepciones han ido cambiando lentamente. Recuerdo cuando, de niño, veía a mi hermano y a su grupo de amigos en sus computadoras, y yo miraba desde lejos, pensando que “no era para mí”. ¡Menuda tontería de la que me di cuenta mucho después!
Este tipo de cambios no solo abren puertas para las mujeres en tecnología, sino que, como dice Martínez, crean referentes para las generaciones futuras. De esta forma, se rompe ese terrible techo de cristal, permitiendo un flujo de ideas frescas en el mundillo empresarial.
La importancia de los modelos a seguir
La necesidad de modelos a seguir en todas las áreas es primordial. María Barranco, trabajadora social y psicóloga, también se suma a esta conversación. Ella sostiene que, desde la escuela, las mujeres deben perder el miedo a la tecnología. Su madre, una innovadora por naturaleza, fue la fuente de inspiración que necesitaba para luchar por un mundo más equitativo. ¡Mujeres como ella son las que hacen falta para inspirar a futuras generaciones!
Las iniciativas como la Barcelona Woman Acceleration Week nos muestran que este tipo de eventos son necesarios para tener diálogos productivos sobre la igualdad y la diversidad en el entorno empresarial. ¿No es genial pensar que podríamos vivir en un momento en que no se necesiten tales foros porque la igualdad será simplemente la norma?
Iniciativas y acciones concretas
Como dice Blanca Sorigué, directora general del Consorci de la Zona Franca de Barcelona, si no adoptamos medidas activas, las brechas de género pueden persistir durante generaciones. La iniciativa SysFem, por ejemplo, promueve la incorporación de mujeres en el ámbito industrial y tecnológico. Además, programas como Feel the ZF Power buscan despertar el interés por la formación en STEM desde una edad temprana.
Esto no es solo una cuestión de igualdad, es una cuestión de lógica. Empresas que fomentan la diversidad de género suelen tener estrategias más sólidas y resultados más positivos. Es como si pensáramos en una orquesta sinfónica: no se puede tener solo violines; necesitamos todas las secciones para que la música suene armoniosa, ¿no creen?
El camino por delante
El viaje hacia la paridad de género en los espacios de liderazgo en el ámbito empresarial no se logrará de la noche a la mañana. Sin embargo, el compromiso continuo, no solo de las mujeres, sino también de todos, es esencial. La educación y la conciencia social son claves, así como la implementación de políticas y acciones que fomenten la inclusión.
En definitiva, el futuro es esperanzador. Ya hemos comenzado a romper barreras y a construir un camino hacia un mundo en el que todos, independientemente de su género, puedan prosperar. La paridad de género no es solo un objetivo; es un pilar estratégico para construir empresas más fuertes y sociedades más justas. Y, al final del día, ¿quién no quiere ser parte de ese cambio?
¿Estamos dispuestos a luchar juntos por un lugar en el que todos seamos representados? ¡La respuesta debería ser un rotundo «sí»!