En un mundo cada vez más globalizado, donde la música parece fluir por las megaciudades como si no hubiera un mañana —piensa en todas esas listas de reproducción que se actualizan cada viernes—, hay algo profundamente refrescante en escuchar los acordes rurales que emergen de los rincones más escondidos de nuestro país. La reciente llegada del videopódcast «Acordes Rurales» es un recordatorio vibrante de lo que significa ser músico en el campo, muy lejos de las luces de neón y el bullicio urbano.

La esencia del proyecto

Dimas un respiro y piensa en eso: ¿cuántas veces hemos escuchado canciones que nos han hecho sentir algo profundo y no sabíamos que detrás de ellas hay historias que nos conectan con la tierra, la familia y las raíces?

«Acordes Rurales» es una iniciativa de El Kappa Producciones, una productora audiovisual aragonesa que decidió dar voz a estos artistas. Este pódcast, que se lanzó con un enfoque claro y decidido, invita a los oyentes a conocer la autenticidad de los artistas rurales, mostrándoles como nunca antes.

Como dice Guillermo Aguilera, el director del programa: «La idea de hacer este programa ha surgido como una evolución natural de nuestra trayectoria como productora… seguimos haciendo esto desde la reivindicación cultural.» Y, como amante de la música, debo confesar que me emociona ver un proyecto así florecer.

Conociendo a nuestros artistas

Permíteme hacer una pausa aquí. Reflexiona: cuando escuchas una canción, ¿te has preguntado alguna vez sobre la persona que la creó? Detrás de cada acorde, hay un ser humano con historias, sueños y luchas. Vicente Aguilera, el conductor de «Acordes Rurales», nos ofrece una mirada sincera al proceso. Él comparte que no es experto en música, pero conocer a los artistas y sus trayectorias ha sido «increíble». ¡Eso es lo que me gusta escuchar!

La primera temporada del pódcast presenta ocho episodios grabados en lugares emblemáticos como Aragón, Asturias, Navarra, La Rioja y Castilla y León. Cada episodio ofrece entre 30 y 40 minutos de entrevistas y actuaciones en vivo.

Hablando de actuaciones, el primer episodio nos presenta a Ixeya, un dúo zaragozano que, con su fusión de sonidos, nos lleva a un viaje musical que explora sus raíces rurales. Imagina cómo es crear música en un lugar donde las montañas son testigos y las tradiciones se entrelazan con las melodías modernas.

Acordes Rurales y sus múltiples plataformas

Lo interesante de «Acordes Rurales» no es solo el contenido, sino también cómo se está presentando al mundo. Puedes disfrutarlo en Spotify, Apple Podcasts y YouTube, así como en su propia página web acordesrurales.com, donde además hay contenido adicional como live sessions, vídeos promocionales, artículos y hasta un mapa interactivo de los municipios involucrados. ¡Es casi como un viaje sin salir de casa!

La fusión de lo antiguo y lo nuevo

El hecho de que este pódcast combine narrativa con actuaciones en vivo es un golpe maestro. A veces, la tecnología puede alejarnos de lo auténtico, pero aquí es todo lo contrario. A medida que los músicos comparten su viaje, nos invitan a sumergirnos en su mundo de sonidos, relatos y emociones.

Y aquí viene la mayor belleza de este proyecto: los músicos no son solo intérpretes, son guardianes de historias olvidadas. A medida que escuchamos sus relatos, nos damos cuenta de que cada canción puede ser una conversación entre generaciones. ¿Quién no ha aprendido algo de sus abuelos sobre la vida a través de una canción? Las historias nunca envejecen, y la música es el mejor vehículo para llevarlas a lugares donde no pueden llegar las palabras.

La música como espejo de la realidad

Ahora, hablemos de algo más profundo. La música rural no solo es un arte; es una herramienta de reivindicación social. En un país acosado por la despoblación rural, los artistas que participan en este proyecto dan voz a comunidades que a menudo son ignoradas. Las historias de estas comunidades, sus luchas y sus triunfos, resuenan en cada nota.

Por ejemplo, Ixeya, que se presentó en el primer episodio, no solo crea música por el amor a la melodía, sino que también aborda temas como el feminismo y la conciencia ambiental. La canción en aragonés «Corre», que mencionada en su primer EP titulado «2020», no solo es un canto al amor, sino un recordatorio de las raíces y el valor de nuestra lengua.

Es como esa conversación que tuviste una vez con un amigo que vive en el campo. Tal vez compartieron historias sobre cómo el cambio climático afecta a su comunidad o cómo sus tradiciones se ven amenazadas por el paso del tiempo. La música, en este sentido, se convierte en un puente entre el pasado y el presente, un medio en el que se pueden expresar estas preocupaciones.

Una comunidad unida por la música

Para aquellos que siguen el pódcast, hay una promesa: cada mes, se añadirán nuevos episodios de diferentes grupos musicales, ampliando nuestro horizonte cultural y ayudándonos a descubrir esa riqueza escondida en el paisaje rural. Desde octubre hasta mayo, hay un banquete musical esperándonos. Y, honestamente, estoy aquí por ello.

En un contexto donde la música a menudo parece ser un producto industrializado, «Acordes Rurales» se presenta como un refugio de creatividad genuina y autenticidad. Al igual que cuando estamos en la cocina y decidimos preparar una receta familiar, a veces se requiere un poco de amor, pasión y un toque de locura para que todo se mezcle bien. Y eso es exactamente lo que este programa hace.

Reflexiones finales

Al final del día, «Acordes Rurales» no solo se trata de música. Se trata de conocer, de explorar nuevas realidades y de entender que, aunque las ciudades puedan parecer el centro del universo, hay un mundo vibrante que late en las áreas rurales, lleno de historias esperando ser contadas.

¿Te imaginas salir a dar un paseo por esos campos y encontrar a artistas como Ixeya inspirándose en la naturaleza que los rodea? ¿Acaso no te gustaría escuchar sus historias mientras las mariposas revolotean a nuestro alrededor? Eso es lo que «Acordes Rurales» nos invita a hacer: reconectar.

Así que, ¿por qué no te unes a este viaje? Así como la música tiene el poder de movernos, las historias de estos artistas pueden abrir nuestras mentes y corazones. Tal vez te encuentres a ti mismo reflexionando sobre las historias que has vivido, o quizás descubras un nuevo amor por la música que proviene de esos rincones escondidos, todo con solo dar play en tu pódcast favorito.

Si hay algo que estamos aprendiendo de «Acordes Rurales», es que la música es un lenguaje universal que no solo une a las personas, sino que también nos recuerda de dónde venimos y hacia dónde queremos ir. En estas épocas tan convulsas, ¡nada como un buen acorde rural para elevar el espíritu!