La radiotelevisión pública valenciana, À Punt, ha sido objeto de atención reciente tras la propuesta de Vicente Ordaz como su nuevo presidente. Este movimiento, aunque esperado, plantea preguntas importantes sobre el futuro de la radiotelevisión en la Comunidad Valenciana y los intereses políticos que lo rodean. Vamos a desglosar qué significa realmente este cambio y cómo podría afectar a los ciudadanos.

Un paso adelante en el camino hacia lo público

Cuando se habla de radiotelevisión pública, la mayoría de nosotros podemos recordar algún momento en el que sintonizamos un canal en busca de noticias justas e imparciales. Sin embargo, la realidad muchas veces es más intrincada. La decisión del Consejo de Administración de la Corporación Audiovisual de la Comunitat Valenciana (CACVSA) de proponer a Ordaz supone un cambio en la dirección de À Punt, pero, ¿será el cambio para mejor?

La elección unánime y sus implicaciones

La noticia de la elección unánime de Ordaz ha sido recibida con diferentes reacciones. Por un lado, el hecho de que haya sido propuesto por un grupo diverso de consejeros, incluyendo exmiembros de medios de comunicación respetados, brinda una mirada de esperanza. Por otro, no podemos ignorar que todos fueron elegidos por el Partido Popular y Vox, lo que genera suspicacias. ¿De verdad habrán elegido a Ordaz por su experiencia y no por su afinidad política? Solo el tiempo lo dirá.

Yo, como amante de la radio y la televisión pública, a menudo me he preguntado si estas instituciones logran servir efectivamente al pueblo, o si son ventanas desde las que se proyectan intereses políticos. A veces, cuando me siembro en el sofá con un café, intento recordar alguna buena noticia que haya salido de la televisión pública. Es esa búsqueda de calidad y diversidad lo que nos mantiene mirando.

Un nuevo capítulo para À Punt

Con Vicente Ordaz a la cabeza, À Punt se encuentra en la encrucijada entre ser un espacio de libertad para la diversidad informativa y un canal que se ajusta a la narrativa de los partidos que lo nombraron. Seré honesto, me encantaría poder darle el beneficio de la duda a Ordaz, pero cuando pienso en el camino que ha recorrido À Punt desde su inicio, no puedo evitar sentir un cosquilleo de inquietud.

¿Quién es Vicente Ordaz?

Vicente Ordaz no es un desconocido en el campo del periodismo. Ha tenido un recorrido largo y diverso, incluyendo su reciente cargo como director de informativos en COPE Valencia. En ese puesto, se enfrentó al desafío de mantener la credibilidad en un mar de rumores y fake news. ¿Puede que su experiencia le haya dado las herramientas necesarias para liderar À Punt de una manera que beneficie a todos los valencianos? Esperemos que sí.

En alguna ocasión, hablando con un amigo sobre los nuevos líderes en los medios, comentábamos sobre la insistencia de algunos periodistas en mantener la verdad como bandera. Si Ordaz puede llevar esa misma ética a À Punt, quizás la radiotelevisión pública valenciana logre reclamar su espacio en la mente y los corazones de los ciudadanos.

Consejeros: ¿una elección variada o un juego de sombras?

Los consejeros de la CACVSA están, en su mayoría, alineados políticamente. Si bien esto puede ser habitual en otros organismos, levanta preguntas sobre su capacidad de actuar de manera independiente. ¿Puede un grupo de personas elegidas mayoritariamente por el mismo partido garantizar un contenido diverso y plural?

Las figuras como Alfonso Gil, Pilar Caro y Rosalía Mayor, entre otros, tienen una carrera que respalda su elección, pero también existe el riesgo de que honren más los intereses políticos que la misión pública. En el fondo, cada uno de nosotros ha vivido el drama de una serie de televisión que parecía prometedora al principio, pero luego se convirtió en un eco de lo predecible.

La sombra de la política en medios públicos

Cuando una entidad pública se convierte en un emblema del poder político, surge la cuestión de cuán independiente puede ser. Las elecciones de consejeros del CACVSA han dejado claro que los partidos tienen su huella en la radiotelevisión pública. Compromís y el Partido Socialista decidieron no participar en el proceso, dejando el campo abierto para el dominio del PP y Vox. ¿Es esto una señal de conformidad o de resistencia frente a un sistema considerado viciado?

La necesidad de diversidad en la programación

Es imperativo que À Punt logre un espacio que no solo represente a los partidos que lo gestionan, sino que también refleje la rica diversidad cultural y social de la Comunidad Valenciana. Los valencianos quieren ver su vida y sus historias en la pantalla, no solo las narrativas de los políticos.

Viví una experiencia similar la primera vez que vi un programa sobre la cultura valenciana. Fue emocionante ver la diversidad de nuestra gastronomía y patrimonio. El programa «Degustando Valencia» me llevó por un viaje que incluía tanto comentarios de chefs locales como historias de viejos restaurantes familiares que llevan generaciones alimentando a sus comunidades. Imaginemos que À Punt adopta un enfoque similar para conectar con su audiencia. ¿No sería increíble degustar el sabor de la autenticidad a través de la pantalla?

El papel de la audiencia: ¿qué queremos ver?

Al final del día, la audiencia tiene el poder de exigir lo que quiere. A medida que aceptamos nuevos cambios en la radiotelevisión pública, debemos considerar cuidadosamente qué queremos ver en nuestros canales. La participación ciudadana es crucial. En un mundo donde el acceso a la información es instantáneo, cada uno de nosotros puede ser un defensor del contenido y los valores que promovemos.

Consumir medios de calidad

Si bien es casi una regla tácita que todo el mundo chismea en redes sociales o se adentra en el mundo de los podcasts, la radio y la televisión pública siguen siendo vitales para una sociedad informada. No deberíamos adoptar un enfoque conformista en lo que consumimos. Exigir más diversidad y calidad debe ser nuestro objetivo.

Cuando un canal logra captar nuestra atención de verdad, podemos sentir la diferencia. En mi último viaje a Valencia, sintonizando À Punt, recordé la mezcla de historias que tocaban mi corazón. Esa conexión entre la audiencia y los medios es lo que podemos construir de nuevo, a través de votos y voces.

El futuro: ¿hacia dónde va À Punt?

Aunque la elección de Vicente Ordaz puede inyectar una nueva vida a À Punt, no podemos ignorar la realidad política del momento. Con la ratificación que se espera el 28 de enero, ¿veremos un cambio real o solo una cosmética en el panorama de la radiotelevisión pública? Solo el tiempo nos dirá si Ordaz y su equipo serán capaces de llevar a À Punt hacia un nuevo futuro, plural y diverso o si caerán en la tentación de servir solo a los intereses de quienes lo nombraron.

Al final, la comunidad valenciana necesita una radiotelevisión pública que refleje sus historias, su cultura y sus luchas. A medida que avanzamos a través de este nuevo capítulo, todos debemos mantenernos informados, críticos y sobre todo, participar activamente en el diálogo sobre el futuro de nuestros medios.

Así que la próxima vez que te sientes a ver À Punt, pregúntate: ¿está realmente capturando la esencia de mi comunidad? Y si no es así, ¡brinda tu voz! Después de todo, como diría un viejo amigo: «La voz del pueblo es la voz de Dios». ¿O era algo así?

Con esperanza y una pizca de sarcasmo, miraré de cerca cómo se desarrolla esta historia. Porque al final del día, todos queremos un poco más de autenticidad en nuestros medios. ¡Hasta la próxima, amigos!