Estamos a menos de un mes de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, un evento que no solo es crucial para el futuro de la nación norteamericana, sino también para el resto del planeta. Imagina un tablero de ajedrez gigantesco donde cada movimiento de una pieza puede afectar a otros jugadores en distintas partes del mundo. ¿Quién hubiera pensado que un simple lanzamiento de dados en un juego de Monopoly, es decir, las decisiones políticas de los líderes, podría moldear el destino de economías y relaciones internacionales?

El impacto de Estados Unidos en el mundo

Las elecciones del próximo 5 de noviembre se sienten como si estuvieran a la vuelta de la esquina. Para los aficionados a la política —y sí, hay aficionados a la política como hay a los deportes—, este podría ser un evento tan emocionante como unas finales de la NBA. Después de todo, Estados Unidos es una de las principales potencias del mundo, y su política externa y decisiones económicas influyen en naciones de todos los continentes.

Pero, ¿realmente nos afecta a todos?

Sí, y bastante. Desde las relaciones diplomáticas hasta los acuerdos comerciales y la inmigración, cada decisión que tomen los líderes estadounidenses tiene repercusiones. Al final del día, somos una comunidad global, aunque a veces parezca que vivimos en burbujas separadas.

¿Quiénes son los candidatos?

En esta ocasión, los dos principales contendientes son Kamala Harris, actual vicepresidenta y portavoz del ala demócrata, y Donald Trump, el expresidente y candidato del Partido Republicano. La elección entre ambos se ha convertido en un referéndum no solo sobre sus respectivas visiones políticas, sino también sobre el rumbo que debería tomar la política estadounidense en un mundo cada vez más cambiante.

Mientras que Harris parece querer avanzar hacia un enfoque más multilateral, enfocado en la diplomacia y la cooperación internacional, Trump presenta una visión más aislacionista, donde la política interna tiene un peso mayor que los acontecimientos internacionales.

¿Te imaginas vivir en un mundo donde la política externa se determina más por un «Yo tengo el mejor trato» que por un diálogo respetuoso? El futuro de las relaciones internacionales podría estar precisamente en juego.

La postura de los candidatos en el escenario internacional

Los apoyos de Trump

Donald Trump ha tejido una red de apoyos que incluya a algunos líderes controversiales. Desde su relación con Vladimir Putin, donde el expresidente ha afirmado que tiene una estrecha amistad, hasta su camaradería con Xi Jinping, presidente de China. ¡Aparentemente, la amistad hace que el mundo sea un lugar mejor! O al menos más entretenido.

En una de sus intervenciones, Trump afirmó que tenía «una relación muy fuerte» con Xi. La frase es tan ambiguo que podría estar hablando de su vecino de al lado. Pero, dejando las bromas a un lado, esto podría tener implicaciones serias. En un mundo donde Taiwán y las tensiones de Ucrania son puntos de incertidumbre, el hecho de que Trump se sienta “respetado” por estos líderes es algo que no debemos tomar a la ligera.

Y no se olviden de Javier Milei, el presidente de Argentina, quien ha comentado que Trump y él son «los dos políticos más relevantes del planeta Tierra». Ya me imagino cómo se verían ambos en una selfie: ¡un momento histórico!

Los apoyos de Harris

Por otro lado, la vicepresidenta Kamala Harris ha forjado amistades más alineadas con una visión diplomática y cooperativa. La Unión Europea es, en gran medida, pro-Harris. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, también se muestra favorable, habiendo mantenido diferentes reuniones para fortalecer la cooperación.

Esto representa mucho más que una simple línea partidaria; es una clara señal de que muchos líderes internacionales desean un enfoque que priorice el diálogo para resolver conflictos. ¿No es eso lo que queremos todos? Una charla amena y civilizada en lugar de un grito mutuo en la sala de juntas de la ONU.

¿Qué pasaría si gana cada uno?

Imagina por un segundo cómo sería el mundo bajo Trump o Harris. Si Trump regresa a la Casa Blanca, la política seguramente se inclinará hacia un enfoque más severo en relaciones internacionales y con un marcado nacionalismo que podría afectar a alianzas como NATO y compromisos en torno al comercio. De hecho, habrá que ver si sigue desmantelando tratados internacionales que no se alinean con su visión. Ya sabes, todo en aras de «Estados Unidos primero».

Por otro lado, si Harris se queda con la Presidencia, podríamos esperar un acercamiento más fuerte con aliados tradicionales y un reinicio de conversaciones sobre el cambio climático, en especial dado que la administración republicana ha sido bastante reacia a abordar el tema. ¿Te imaginas volver a tener, por fin, a Estados Unidos como un líder en la lucha contra el cambio climático?

Reflexionando sobre nuestras prioridades

Ahora, hablemos de algo que a menudo pasamos por alto, aunque esté en el centro de nuestras charlas diarias: la inmigración. Dependiendo de quién gane, el enfoque hacia los inmigrantes y las políticas de asilo podrían cambiar drásticamente. Imagínate el drama si un inmigrante podría pasar de necesitar un ‘¿me puedes ayudar?’ a un ‘seré bienvenido en su casa’.

También está el punto de los derechos laborales, que son vitales tanto para la economía como para la ética social en cualquier país. Una política laboral inclusiva debe ser una prioridad, ya que la diversidad cultural enriquece el tejido social y económico.

Perspectivas sobre futuras alianzas

Sin duda, uno de los aspectos más intrigantes de esta elección es cómo se configurarán las relaciones bilaterales con países como China y Rusia, que, por cierto, no son exactamente conocidos por abordar temas de manera sencilla. Si el nuevo presidente decide incrementar la presión, podríamos estar a las puertas de tensiones diplomáticas que nos harían recordar películas de Hollywood sobre la Guerra Fría.

Además, las elecciones pueden influir en cómo otros países europeos y asiáticos verán las alianzas en su propio contexto. España y el gobierno de Pedro Sánchez han mostrado su inclinación hacia Harris, que podría resultar en un fortalecimiento de las relaciones en el ámbito europeo, todo mientras Trump sucumbe a su humor provocador.

La conclusión que todos estamos esperando

Así que, amigos, mientras se acercan estas elecciones, recordemos que, al final del día, no estás solo si sientes el peso de la ansiedad; hay un mundo entero acechando. Las elecciones no son solo sobre nombres y partidos; se trata de quién liderará un país formidable en un mundo en constante cambio.

¿Al final del día, tú qué preferirías? ¿Un enfoque más inclusivo y amigable o uno que priorice el individualismo y el nacionalismo? Compártelo. Este es el momento de hablar y decidir nuestro destino compartido.

Por lo tanto, preparémonos para una montaña rusa de emociones en las próximas semanas. Recuerda que tus elecciones, tus voces son importantes, ¡y la política podría no ser tan aburrida como pensabas! Así que, ponte cómodo, y no olvides unirte a la conversación. Esto apenas empieza. ¡Que inicien las apuestas!