El viaje hacia el autoconocimiento y la sanación personal es uno de los caminos más intrigantes y a la vez desafiantes que podemos emprender. En este artículo, nos adentraremos en el apasionante mundo del “amor de piel adentro”, un concepto que hemos aprendido de la psicóloga y escritora Elisenda Pascual, quien con su nuevo libro, nos invita a revisar nuestros patrones emocionales para querernos mejor.

Reconociendo nuestras heridas: el primer paso hacia la sanación

Recuerdo la primera vez que me senté en un sofá de terapia. Un gesto que, en mi mente, era más propio de una película de Hollywood que de mi vida. Encontrarme frente a un profesional fue como abrir un baúl de recuerdos que creía cerrado con llave. Al igual que Elisenda, en ocasiones uno necesita «romperse» un poco para poder renacer. Su historia personal, marcada por la ruptura y el dolor, me resonó profundamente. ¿Cuántas veces hemos sentido que el corazón se rompe, pero al mismo tiempo, nos brinda una nueva perspectiva?

Elisenda comparte que a medida que se acercaba a sus 42 años, experimentó un dolor intenso, pero este también trajo consigo una calma inesperada. Es un recordatorio de que, muchas veces, de la adversidad surgen las lecciones más valiosas. ¿Te ha pasado alguna vez? ¿Has sentido que, en los momentos más oscuros, hay un destello de claridad que te impulsa a seguir adelante?

La dinámica de nuestros apegos

La influencia de las experiencias de nuestra infancia puede ser casi asombrosa. La psicología del apego, teoría que describe cómo nuestras primeras interacciones moldean nuestro comportamiento en relaciones futuras, es crucial para entender por qué atraemos a ciertas personas a nuestra vida. Anteriormente, tomábamos como normal las dinámicas perjudiciales; quizás crecimos en un entorno donde el maltrato emocional era la norma, y de ahí nuestro deseo de sostener patrones destructivos.

Elisenda apunta a que muchos preferimos mantener relaciones tóxicas antes que afrontar la soledad. Este fenómeno es bastante común, pero ¿por qué sucede? Tal vez, como seres sociales, el miedo al vacío emocional nos lleva a aceptar lo que creemos que “merecemos”, incluso si no es lo mejor para nosotros.

Cuando veo alrededor, me doy cuenta de que hay personas que se aferran a relaciones que parecen más un callejón sin salida. El deseo de conexión es tan fuerte que, a veces, olvidamos cuestionar nuestra propia valía. ¿Cuántos de ustedes han estado en una relación donde se sienten menospreciados, pero aún así se quedan?

La trampa del hacer: ¿qué pasa con el ser?

Vivimos en un mundo donde hacer parece ser sinónimo de valorar. Desde el crecimiento personal hasta las redes sociales, estamos constantemente en modo «hacer». Pero, ¿qué pasa cuando pasamos a llevar la esencia del ser? Según Elisenda, la incessante necesidad de actuar puede despojarnos de nuestra identidad. He conocido a personas que tienen una vida exterior glamorosa, con carrión de coches y casas, pero que, en el fondo, se sienten vacías. A veces me pregunto: ¿este modelo de éxito realmente está hecho para todos nosotros?

Entrar en un estado de “estoicismo emocional” es una trampa a la que nos hemos acostumbrado, ¿verdad? Nos mantiene en movimiento, pero ¿nos hace realmente sentir bien? Cuando nos centramos en el hacer, nos olvidamos de parar y observar cómo nos sentimos.

El egoísmo madurado: un fine line

Otro concepto fascinante que Elisenda menciona es el de «egoísmo madurado» versus «egocentrismo». ¿Cuántas veces hemos confundido cuidar de nosotros mismos con ser egoístas? Esta confusión puede llevarnos a sacrificar nuestras propias necesidades en favor de los demás, lo que nos lleva a un caso de agotamiento emocional.

El egoísmo madurado es el arte de poner nuestras necesidades en un lugar de prioridad sin sentir la carga de la culpa. Recuerdo un momento en el que decidí que priorizar mi salud mental significaba decir “no” más a menudo. Fue liberador, ¡y me permitió invertir más en mí misma! ¿Has vivido algo similar? ¿Te has permitido el lujo de decir “no” sin sentirte mal por ello?

Perfeccionismo: el enemigo de nuestra felicidad

El perfeccionismo es otra trampa en la que muchos caemos. La búsqueda constante de mejorar y alcanzar un ideal puede transformarse en una búsqueda interminable que, en lugar de traernos satisfacción, nos hace sentir eternamente insatisfechos. ¿Te has encontrado en la carrera por ser más delgado, más exitoso o con más logros, solo para darte cuenta de que nunca parece suficiente?

Elisenda lo define como “la zanahoria del caballo”; siempre hay algo más que perseguir, pero nunca se alcanza verdaderamente. Un mantra que he adoptado en estos momentos es “basta”. Está bien no ser perfecto, incluso las fresas tienen manchas, ¡y son deliciosas!

Crítica constructiva versus queja

En un momento de reflexión, Elisenda menciona que la crítica se ha instaurado como un “deporte nacional”. La crítica puede ser constructiva si se acompaña de acciones que fomenten el cambio. Pero, ¿hasta qué punto es fácil caer en la queja y olvidar la acción?

Parece que vivimos en un ciclo vicioso de quejas sin propuestas efectivas para el cambio. Un día decidí dejar de quejarme sobre un amigo que siempre llegaba tarde y, en su lugar, hablar con él sobre cómo me hacía sentir. ¡Fue revelador! En lugar de criticar, propusimos un plan para salir a tiempo juntos.

Construyendo una mentalidad de gratitud

A veces es fácil ver lo negativo y olvidarnos de lo positivo. Esto es algo que Elisenda destaca. En sus reflexiones sobre la gratitud, ella nos recuerda que siempre hay algo que funciona, incluso en los días más oscuros. ¿No es este uno de los secretos para una vida más plena? La neurociencia también respalda esta práctica, ya que cultivamos la gratitud en nuestra vida, entrenamos nuestro cerebro para mirar y valorar lo positivo.

No se trata de ignorar los problemas, sino de aprender a mirar lo que sí funciona. Cada mañana, yo intento escribir tres cosas por las que estoy agradecida, ¡y sorprendentemente me despierto con un mejor estado de ánimo! ¿Puedes intentar esto?

La importancia de cuidar nuestra salud mental

La salud mental es un tema que, afortunadamente, está recibiendo cada vez más atención. En la sociedad actual, parece que la búsqueda del placer nos ha vuelto “comodones” en cuanto a enfrentarnos a nuestros problemas. Sin embargo, Elisenda nos recuerda que la ansiedad es una aliada que nos está señalando que algo no está en su lugar.

He leído acerca de un exitoso empresario que enfrentó una fuerte crisis emocional, solo para descubrir que nunca había aprendido a gestionar el estrés. La lección es clara: no deberíamos tapar nuestras inquietudes, sino cuestionarlas y resolverlas. ¿Por qué no le damos a nuestra salud mental la misma importancia que a la salud física?

Un cambio de perspectiva

El mundo puede parecer abrumador y caótico. Pero, como bien dice Elisenda: “hay más bueno que malo”. La preocupación por los problemas globales, la injusticia social y el daño al medio ambiente son reales, pero también lo son las soluciones emergentes y los movimientos hacia un futuro mejor.

Personalmente, he aprendido que involucrarse en causas que importan puede revitalizar nuestro sentido de propósito. No se trata solo de nosotros; se trata de cómo nuestro esfuerzo cuenta para algo más grande.

Reflexiones finales

La travesía hacia el autoconocimiento y la sanación es profunda y continua. Con cada giro en el camino, encontramos nuevas verdades sobre nosotros mismos. Nos retamos a sentir, a soltar y a aprender, tal como lo comparte Elisenda Pascual en su libro Amor de piel adentro.

¿Estás listo para sumergirte en la experiencia del autoconocimiento? Recuerda que, aunque el camino pueda parecer complicado, siempre hay luz al final del túnel. Cada pequeño paso que damos nos acerca más a la versión más plena de nosotros mismos. ¿Qué patrón emocional te gustaría revisar hoy?