Si alguna vez has tenido la fortuna de visitar Madrid, es probable que te hayas pasado por delante del emblemático hotel Palace. Este icónico edificio no solo ha sido testigo de la historia de la ciudad, sino que también ha vivido su propia transformación. Tras una impresionante reforma de 22 meses y una inversión de 90 millones de euros, el hotel ha vuelto a abrir sus puertas bajo la marca de lujo The Luxury Collection, de Marriott. Pero, ¿qué se escondía detrás de este proyecto y cómo se entrelazan el lujo y la historia en un solo lugar?

Una joya arquitectónica de más de un siglo

Desde su inauguración en 1912, el hotel Palace ha sido un testigo mudo de los acontecimientos más importantes de Madrid. Los turistas, los artistas y los dignatarios han pasado por sus puertas, dejando una huella imborrable en sus pasillos y habitaciones. Y hablando de huellas, aunque mi propio recorrido por este hotel ha sido limitado a disfrutar de una cena en su restaurante, puedo decirte que la magia de estos lugares se siente en el aire. Las historias que han flotado en sus espacios son el verdadero perfume del hotel.

El gerente general, Pablo Flores, con más de una década al mando del Palace, ha vivido la emoción y la presión de dirigir un proyecto de esta magnitud en un hotel siempre abierto. “Nunca había enfrentado una reforma sin cerrar las puertas”, confiesa mientras asiente con una sonrisa, recordando los momentos difíciles. Su experiencia en aperturas de establecimientos habla por sí sola, pero me pregunto: ¿cuántas de esas experiencias incluyeron el manejo de frescos con más de un siglo de historia?

Un sofisticado juego de espacio

La renovación fue un desafío monumental. La cúpula original, como un gran sombrero de gala, necesitaba atención y amor. Imagine a los restauradores desmembrando uno a uno los 1.875 cristales que la componen, mientras otros se afanan en la creación de un taller temporal justo en el espacio, para devolver a la luz su antigua esplendor. ¿Quién necesita un gimnasio cuando tienes un taller de cristal en el lobby?

Flores comparte que la ausencia de edificios adyacentes permitió que la reforma se desarrollara sin interrumpir el funcionamiento del hotel. Esto me recuerda cuando intenté redecorar mi propia habitación. ¿Te imaginas tener que dejar todo para convertir el espacio en una “zona de renovación” por varios meses? Un verdadero ejercicio de paciencia.

La fusión perfecta de modernidad y tradición

En el proceso de restauración, la visión fue clara: respetar la historia mientras se incorpora modernidad. Lázaro Rosa-Violán, el diseñador de interiores a cargo, tomó inspiración del cercano Real Jardín Botánico de Madrid y, como resultado, cada rincón del hotel respira naturaleza y elegancia. ¿Sabías que incluso los azulejos de las duchas son una réplica de la vista aérea de la fuente central del Jardín Botánico? Es como si el hotel mismo dijera: “¡Mira lo que tengo que ofrecerte, naturaleza!”

El vestíbulo, que ahora recuerda al original de 1912, evoca una sensación de nostalgia que es difícil de capturar en una experiencia moderna. También, la historia de los huéspedes ilustres se respira en cada esquina, desde la sala Ernest Hemingway hasta la sala Mata Hari. Es como si cada habitación tuviera su propio cuento que contar, y uno no puede evitar preguntarse qué secretos guardan esas paredes.

El 27 Club: un homenaje a la cultura

Uno de los espacios más intrigantes de la renovación es el 27 Club, un bar que rinde homenaje a los poetas y artistas que solían reunirse en el Palace. Un lugar donde las mentes brillantes del pasado se dan la mano con la modernidad, haciendo de este un punto de encuentro perfecto. Es el tipo de lugar donde podrías escuchar risas y conversaciones profundas mientras saboreas un cóctel.

Me viene a la mente, mientras escribo, un recuerdo de un bar en Madrid donde las charlas se mezclaban con música en vivo. El vibrante ambiente era contagioso, y esperas tener una conversación digna de los mejores escritores de la literatura. Sería un sueño disfrutar de un trago en el 27 Club y escuchar a alguien recitar un poema mientras se sienta en una de las antiguas sillas.

La gastronomía a otro nivel

Con el chef Nuno Matos al mando de la cocina, la oferta gastronómica del Palace se ha elevado a un nuevo nivel. Matos, que solía hospedarse allí de niño, ahora tiene la responsabilidad de hacer que cada plato cuente una historia. La combinación de tradición y modernidad se ha trasladado a su menú, ofreciendo una experiencia culinaria que refleja tanto la rica historia de Madrid como las tendencias contemporáneas.

Bondades de la vida: el arte de comer bien. Eso, más un entorno de lujo, y te encuentras en el nirvāna culinario. Los precios, como era de esperar, son un poco más altos, comenzando en 645 euros por noche en la habitación más barata. Pero, hey, ¿quién dijo que el lujo era barato?

La magia de los detalles

No se puede hablar de la nueva era del hotel Palace sin tener en cuenta los detalles que han sido cuidadosamente seleccionados durante la renovación. Desde telas antiguas hasta tapices belgas de siglos, cada elemento tiene una historia que contar. Al observar veces en las que he bata brava para elegir cortinas, me imagino las horas de consideración que las decoradoras tuvieron que pasar eligiendo cada pieza.

Quizás por eso me quedé tan pasmado al ver el teléfono de 1912 que hay en el bar. Un simple objeto, pero uno con tanto peso familiar que claro que lo puedes ver en una película de época.

La experiencia del Palace: un viaje a través del tiempo

Visitar el renovado hotel Palace no es simplemente una experiencia de lujo; es una inmersión en la historia de Madrid. Con tantas historias flotando en el aire, uno no puede evitar preguntarse: ¿qué pasaría si las paredes pudieran hablar? ¿Qué historias de amor, traiciones y triunfos podrían contar?

El palacio no solo ofrece hospedaje; ofrece un viaje a través del tiempo, un refugio donde cada cliente puede sentirse parte de algo más grande que ellos mismos. Empezar un día en Madrid desde este hotel es casi como comenzar un libro fascinante que se despliega a medida que exploras la ciudad.

Conclusiones y reflexión

El hotel Palace de Madrid ha renacido como un símbolo del lujo y la cultura. En un mundo donde la modernidad puede a menudo hacer que perdamos de vista la historia, este hotel ha logrado fusionar ambos mundos de manera sobresaliente. Mientras reflexiono sobre mi propia experiencia con la arquitectura y el diseño, me doy cuenta de que a veces, el pasado tiene mucho que enseñarnos sobre el futuro.

Así que la próxima vez que pienses en un destino en Madrid, recuerda que el hotel Palace no es solo un lugar donde hospedarte. Es un lugar de historia viva, donde cada habitación guarda un trozo del alma de la ciudad. Tal vez sea el momento de descubrirlo, porque después de todo, ¿quién podría resistir un poco de lujo, una chispa de historia y una buena copa de vino? ¡Salud!