La música, ese lenguaje universal que nos une, puede ser tan diverso como la vida misma. Y cuando hablamos de La Plata, la banda emergente de València, la riqueza de su sonido refleja precisamente esa dualidad de géneros y emociones. Su nuevo álbum, Interzona, es un claro ejemplo de este enfoque. En este artículo, nos adentramos en la esencia de La Plata, explorando sus trayectorias, su música y el significado de su última creación, en un recorrido lleno de anécdotas y reflexiones.
La misión musical de La Plata: más allá de las etiquetas
Imagina que has pasado horas intentando decidir qué tipo de música te gusta. Te sientas a escuchar un álbum lleno de ritmos y letras que te tocan el alma, pero resulta que la banda no encaja en una categoría específica. Así es como se siente escuchar a La Plata. María Gea (bajista) y Miguel Carmona (batería) se encuentran en una cafetería de València, discutiendo sobre lo que significa su música en el mundo actual. La pregunta del camarero sobre el estilo musical de la banda parece un tanto desubicada: “¿Y qué tipo de música hacéis?”.
“Postpunk”, responde María. “Synth-pop”, añade Miguel. Pero la realidad es que La Plata ha superado esas etiquetas en su búsqueda de un sonido auténtico que resuene con su esencia. Con su tercer álbum, Interzona, nos invitan a explorar esa “zona propia” donde conviven diferentes géneros, una intersección que es tanto un refugio como un campo de experimentación.
En conversaciones acerca de su música, ofrecen un guiño a William S. Burroughs, aludiendo a su obra. Interzona no es solo un juego de palabras; es una referencia a la nebulosa dimensión de la creatividad, un espacio donde las fronteras son borrosas y la imaginación posee verdadera libertad. ¿No es maravilloso pensar en un mundo así?
Composición y colaboración: la evolución de un sonido
Casi una década ha pasado desde que La Plata inició su andadura en la música, y durante este tiempo, han evolucionado, tanto en estilo como en su proceso creativo. Al principio, sus ensayos eran improvisaciones, momentos casuales en los que se unían para experimentar. Pero a medida que crecieron y comenzaron a lidiar con las realidades de la vida, su forma de componer también cambió.
Desde la autodeterminación de la producción hasta la adaptación a las circunstancias, su enfoque ahora es más estratégico. En lugar de simplemente tocar en un local, alquilan estudios y trabajan bajo un método que les permite explorar su música en profundidad. Recientemente, tanto María como Miguel reflexionaron sobre cómo su música se ha transformado y cómo este viaje ha sido fundamental para entender su esencia. No es solo música; es una narrativa que sigue creciendo.
Y aquí es donde la sorpresa llega: su última propuesta, Interzona, ha sido construida en distintos escenarios y momentos, lo que han denominado como un “estudio nómada”. Ha tomado forma en diferentes lugares, desde Burgos hasta Madrid. ¡Quién lo diría! Hasta en la música existen trendsetters nómadas.
¿Y quién no ha sentido la adrenalina de una novedad creativa, esa sensación chispeante de que lo que estás haciendo en este preciso momento puede darle un nuevo giro a tu vida? Para La Plata, ese impulso es palpable, desde la experimentación hasta el planteamiento audiovisual de su trabajo.
Interzona: un viaje sonoro y emocional
Interzona no es solo un álbum; es una experiencia auditiva que invita a la reflexión. Cada pista, desde “Espejismo” hasta “Música infinita”, despliega una gama emocional,.” Mi sentido del tiempo se ha paralizado, y me encuentro navegando entre sus ritmos breakbeat, drum’n’bass, ambient y folk, casi como si fuera un explorador en un nuevo mundo. El viaje comienza con una apertura cautivadora y se agranda a medida que se despliegan sus matices.
La metáfora que María utiliza para describir la realización de este álbum —una cuidadosa secuenciación de las canciones— se traduce en una experiencia que no solo se escucha, sino que también se siente. La secuenciación les brinda una oportunidad especial de contar una historia, algo que en el mundo de la música a menudo se pasa por alto. ¿Cuántos álbumes son simplemente una colección de pistas servidas en bandeja sin un hilo conductor?
A través de su audaz producción y sus letras introspectivas, La Plata invita a los oyentes a meterse en un paisaje sonoro, desde la suavidad y la tensión a la euforia y la melancolía. Pero no se engañen, no todo es brillante y feliz; hay también dardos de tristeza y nostalgia. Después de todo, ¿quién no ha sentido la carga de la realidad entremezclada con lo onírico?
La conexión con lo cotidiano y lo cultural
Una de las fortalezas de La Plata radica en su autenticidad. No son solo músicos que buscan reflejar un estilo romántico. Ellos son parte de un tejido social más amplio, y no temen explorar los efectos de su realidad cultural en su música. La referencia que hacen a su València natal refleja cómo su entorno influye en su creación artística. La conexión con el pasado —con la movida valenciana de los ochenta— está presente, aunque con una transición que no pretende idealizarlo. Como dice Miguel, “no, seguramente no [vivir en el pasado]”.
Ese equilibrio entre lo que fueron y lo que son hoy se pone de manifiesto en su música. Por ejemplo, su decisión de no participar activamente en una campaña promocional que no resonaba con su discurso demuestra un compromiso honesto con su arte. María afirma que “aunque la canción esté superchula, lo hicimos como un encargo, y eso no tiene sentido a nivel evolutivo.”
Este tipo de honestidad a menudo se pierde en el mundo actual, donde las colaboraciones superficiales y las decisiones comerciales pueden eclipsar la esencia artística. Pero La Plata se mantiene firme, y por eso son escuchados. Interzona es un testamento a ese compromiso.
El diseño como forma de arte en sí mismo
Un aspecto que también destaca en Interzona es su presentación visual. La banda ha diseñado la carátula del álbum, una manifestación de su visión artística. Con un diseño interactivo que refleja al espectador en las portadas, La Plata invita no solo a escuchar su música, sino también a ser parte de ella. ¿Qué mejor manera de hacer que el oyente se sienta involucrado que reflejándose en la propia obra?
El uso de la cartulina metalizada representa la dualidad de la experiencia musical y la autenticidad personal, un guiño ingenioso que establece un vínculo con el concepto de “zona propia”. Cada oyente aporta su propia historia al álbum, convirtiendo el acto de escuchar en una experiencia personal y única.
A buen seguro que muchos de nosotros hemos escuchado discos donde la portada impacta tanto como el contenido. Y en el caso de La Plata, esa sinergia parece ser perfectamente intencionada, mostrando que están involucrados en cada aspecto de su arte. Después de todo, la música es una forma de arte total.
La mirada hacia el futuro: ¿qué se viene para La Plata?
Finalmente, mientras el café se enfría y las conversaciones se despliegan, queda claro que el futuro suena prometedor para La Plata. La evolución continua es la norma, y ya están planteando la posibilidad de un nuevo enfoque musical en su siguiente proyecto. “Ubicados en esa hipótesis, parecen sugerir un regreso a las raíces más orgánicas”, nos dicen, lo que definitivamente despierta la curiosidad.
Mientras tanto, sus sueños de profesionalizarse y dedicarse plenamente a su música persisten. Con la experiencia acumulada y la conexión íntima que tienen con su arte, no cabe duda de que su evolución será fascinante. Y, seamos sinceros, ¿quién no quiere saber hacia dónde llevarán su propuesta la próxima vez?
Con cada viñeta sonora y cada proyección visual, La Plata se reafirma como un grupo que no solo se mueve en los márgenes de la industria musical, sino que se inquieta por explorar nuevas territorios de expresión. Es posible que algunos vean su música como una mezcla de géneros absortos en la actualidad, pero para aquellos que escuchan con atención, es un viaje inigualable que merece ser experimentado.
En conclusión, La Plata no es solo una banda; son creadores de mundos sonoros donde invita a cada oyente a perderse. Así que, prepara tus oídos y tu corazón: el ritmo de Interzona bien podría llevarte a un lugar que nunca imaginaste. ¡Salud por la música y estos valientes exploradores de la creatividad!
Espero que este artículo resuene con la esencia de lo que buscabas. La historia de La Plata es un recordatorio de que la música no solo se escucha; se siente y se vive. 💫