En un mundo donde las redes sociales están dominando la forma en que nos comunicamos, ¿por qué no llevar esta tendencia al ámbito político? Ese parece ser el objetivo del alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, quien ha decidido dejar de lado las tradicionales ruedas de prensa y ha optado por un formato más personalizado… y, sí, un poco más controvertido.

La rueda informativa que cambia la historia

El pasado martes, en lugar de la clásica conferencia de prensa rodeado de periodistas, Jácome se presentó ante sus ciudadanos a través de Auria TV, el canal de televisión local. Con un tono de voz que parecía decir «¿Ahora qué, prensa?», el alcalde anunció la introducción de esta nueva forma de comunicación donde él es el único responsable del mensaje. ¿Recuerdas la última vez que algo así sucedió en tu ciudad?

Ya sé lo que estás pensando: “¿realmente un alcalde debería comunicarse de esta manera?” A veces, a todos nos gustaría poder tomar el control de cómo se presenta nuestra información. Y eso es exactamente lo que Jácome está intentando hacer. Declaró que “La verdad no necesita intermediarios” y ofreció a los ciudadanos un número de WhatsApp para que pudieran hacer preguntas en tiempo real. Todo esto mientras está rodeado de unos divertidos Cascanueces, que seguramente han visto mejores días, pero que le dieron un toque bastante peculiar a la presentación.

La manipulación mediática: ¿una preocupación real?

En el corazón de su discurso, el alcalde enfatizó su desconfianza hacia los medios tradicionales, culpándolos de una supuesta “manipulación mediática” y un “caciquismo” alarmante en Ourense. ¡Vaya manera de describir la prensa! Para ser honesto, cualquier político que haya sido mal interpretado alguna vez, puede sentirse así. ¿Cuántas veces hemos visto nuestras palabras descontextualizadas en las noticias?

“¿Por qué los medios subvencionados tienen más poder político que nosotros?”, se preguntó. A pesar de su retórica combativa y algo exagerada, también remarcó que muchos de esos medios tenían su propia audiencia, “aunque no tengan espectadores, oyentes o lectores”. Es irónico, ¿no? Algunos de nosotros tememos hablar en público, y aquí tenemos a un alcalde temiéndole a los micrófonos de los reporteros.

Sin embargo, debo ser honesto aquí y hacer una pausa: la crítica a los medios no debería ser un camino de un solo sentido. Mientras que es vital que nuestros líderes sean transparentes, también lo es que los periodistas ejerzan su labor de forma ética y con responsabilidad. Sin duda, la manipulación existe en ambos lados del micrófono.

La Navidad y su “monotema”

El primer “directo” tuvo un tono ligero, pues se tocó el tema de la programación navideña en Ourense. ¡Abran paso! Parece que las festividades son el verdadero hilo que une a todos en esta época del año. Aunque el alcalde se tomó un momento para criticar que “la gente que hace las preguntas no está muy atenta”, ironizando sobre el desinterés del público. Me pregunto, ¿será que los ciudadanos realmente estaban distraídos buscando qué hacer con sus luces de Navidad?

Lo cierto es que, más allá de lo ameno del formato, lo que Jácome está proponiendo es un nuevo paradigma. Una minoría podría argumentar que esto se siente más como un reality show que como un ejercicio democrático. Pero a veces la línea es tan delgada como un hilo de espumillón en el árbol.

Las críticas de los profesionales

Lo que realmente llama la atención es cómo el Colexio de Xornalistas de Galicia ha respondido a esta nueva forma de comunicación. Han dejado claro que la función de los periodistas es “fiscalizar” y no simplemente ser instrumentos de propaganda política. Eso es un punto clave, y ¿a quién no le gustaría tener un poco más de responsabilidad en el discurso político?

Si yo estuviera en su lugar, probablemente también sentiría que se está erosionando la función fundamental del periodismo. La pregunta es, ¿en un mundo donde todos somos emisores de información, cómo se garantiza que estamos recibiendo la verdad? ¡Vaya lío!

La autenticidad en la era digital

La era digital ha traído consigo una revolución en la forma en que consumimos información. Todos tenemos la oportunidad de ser nuestros propios editores, pero eso no siempre significa que lo hagamos bien. Los ciudadanos, ahora más que nunca, tienen la capacidad de interactuar directamente con sus líderes a través de plataformas como YouTube y los WhatsApp, aunque no siempre con el mismo filtro crítico que un buen periodista podría ofrecer.

Por su puesto, la autenticidad es una moneda valiosa. ¿Cuántas veces no hemos visto a políticos intentando parecer más accesibles publicando selfies? Sin embargo, no podemos olvidar que el acceso a la información de calidad sigue siendo crucial. La pregunta es: ¿podemos confiar en nuestros representantes si son los únicos que cuentan su historia?

Un nuevo libro y nuevas promesas

No podía faltar la clásica jugada comercial: Jácome se despachó con la noticia de que estaba trabajando en un libro que, según él, “será noticia en todo Ourense”. Aquí es donde la ironía puede dar la vuelta completa. Mientras él se comunica directamente con la gente, a través de este formato, ¿no es también un intento de captar la atención de sus futuros lectores? “¡Mira, estoy trabajando en un libro!” Suena casi como una promesa de Navidad.

Quiero decir, debemos dar a los políticos sus cinco minutos de fama, pero también recordarles que no son los únicos autores de la narrativa. Esto es un esfuerzo colectivo en el que todos debemos estar involucrados.

La próxima rueda informativa: ¿un enfoque diferente?

La próxima rueda informativa promete ser «un tema estrictamente político». ¿Qué significa eso? Espero que no sea más crucigrama que Parlamento, pero ya sabemos que el humor, como la política, está en la interpretación. A medida que avanzamos, aquí está mi deseo: que esta nueva iniciativa siga promoviendo la comunicación directa, pero también que se mantenga la importancia del periodismo responsable.

Está claro que estamos en un momento de transformación en la comunicación política. Pero, como en toda buena historia, siempre hay un héroe y un villano en acción. Así que, ¿cuál será el papel del pueblo en esta narrativa? ¿Seremos meros espectadores, o tomaremos la batuta en esta historia que se sigue escribiendo?

Reflexiones finales

Así que, aquí estamos, en un punto de inflexión en la política de Ourense. Mientras el alcalde Jácome se adentra en este nuevo camino, es esencial recordar que en la comunicación, la verdad y la transparencia deberían ser nuestros mejores aliados. La próxima vez que mires una noticia, o te unas a un chat de WhatsApp sobre política, piensa en qué tipo de información deseas consumir y cómo puedes contribuir a ese diálogo.

La historia de cómo nos comunicamos con nuestros líderes es tan importante como la de aquellos que los eligen. Así que, amigos de Ourense y más allá, ¡mantengamos la conversación viva! ¿Estamos dispuestos a ser parte de este nuevo cambio o estaremos solos ante el cascanueces? ¡Aquí el tiempo y nuestras acciones lo dirán!