El 27 de abril de 2022, Payzee Mahmod experimentó uno de los momentos más significativos de su vida. ¿Sabías que este día marcó un hito en la historia del activismo contra el matrimonio infantil en el Reino Unido? El Parlamento británico, después de una larga campaña de Mahmod y de más de 250.000 firmas recogidas, aprobó una ley que eleva la edad mínima legal del matrimonio de 16 a 18 años en Inglaterra y Gales. Este cambio no solo promete transformar vidas, sino que también ilumina la sombra que el matrimonio forzado ha proyectado sobre miles de adolescentes. Acompáñame en este viaje para desentrañar la historia de Payzee, su lucha y la relevancia de esta legislación actualmente tan necesaria.
La historia de payzee: un pasado doloroso
Payzee Mahmod nació en 1987 en el Kurdistán iraquí, pero su vida dio un vuelco inesperado cuando se mudó a Londres a los 11 años. Lo que debería haber sido una nueva oportunidad se convirtió en una pesadilla. Con tan solo 16 años, se vio obligada a casarse con un desconocido, un hombre que casi le duplicaba la edad. Me imagino cómo debe haber sido esa transición, pasar de la libertad y los sueños adolescentes a convertirse en una prenda en una subasta cultural y familiar. Por cada vestido de novia, hay una historia de gritos silenciosos.
¿Qué pasa por la cabeza de una chica que ha sido privada de sus sueños? Payzee recuerda sentirse como un objeto, como si su valor dependiera de lo que los demás pensaran de ella. Y si piensas que el horror terminó al finalizar la ceremonia, piénsalo de nuevo. Durante dos años, enfrentó un matrimonio violento y se vio atrapada en un ciclo de sufrimiento que culminó en un embarazo no deseado. La dignidad humana y el amor parecían haber sido olvidados en esta historia.
Crímenes de honor y la lucha por la verdad
La historia de Payzee también es un recordatorio escalofriante de los crímenes de honor, un fenómeno que todavía persiste en muchas comunidades. Su hermana Banaz, quien también intentó escapar de un matrimonio forzado, fue asesinada en 2006 por su propia familia. La brutalidad de este acto de odio es una sombra que se cierne sobre la historia de Payzee. La pregunta que surge es: ¿hasta cuándo toleraremos este tipo de abusos?
Mahmod, en su propia voz, describe la increíble desconexión que vivió: “Nadie me preguntó nunca: ¿por qué estás casada?” Esto revela la grave omisión de la sociedad y la falta de acción por parte de quienes deberían proteger a las niñas. Y, seamos honestos, ¿cuántos de nosotros miramos hacia otro lado cuando la injusticia se presenta ante nosotros? La falta de intervención no solo perpetúa el sufrimiento de las víctimas, sino que envía un mensaje devastador de que sus vidas no importan.
Una voz en el desierto: la lucha de payzee
Una vez que se rompió el silencio, Payzee emergió como una voz valiente en su comunidad. La organización benéfica IKWRO, que trabaja para empoderar a mujeres de comunidades de Oriente Medio, se convirtió en su plataforma para el cambio. ¿No crees que es fascinante cómo una persona puede convertir su dolor en una fuerza transformadora?
Su trabajo se extiende más allá de las fronteras, inspirando a otros a tomar medidas. En una reciente jornada organizada por Naciones Unidas, Payzee destacó la necesidad urgente de crear conciencia sobre el matrimonio infantil. Ella argumentó que “el matrimonio infantil es una violación de los derechos humanos”. Y tiene razón. En la actualidad, hay un gran número de chicas atrapadas en matrimonios forzados que viven en la invisibilidad; su lucha es un grito que falta en la conversación global.
Un cambio legislativo necesario: de 16 a 18 años
El nuevo cambio legal en el Reino Unido es un paso monumental. Antes de la aprobación, la edad mínima para el matrimonio era de 16 años, una cifra que permitía que el matrimonio infantil continuara sembrando opresión. La nueva normativa no solo prohíbe el matrimonio infantil, sino que también otorga herramientas a los servicios sociales y las escuelas para actuar rápidamente ante posibles casos de abuso. Esto, en sí mismo, es un avance significativo hacia la protección de los derechos de las niñas.
Pero, un momento, volvamos a las estadísticas. UNICEF ha reportado cierta reducción en los matrimonios infantiles en la última década. Sin embargo, Mahmod subraya que “hay muchos casos invisibilizados”. ¿Cuántas historias se quedan sin contar por la falta de visibilidad y atención? Es un desafío que cada uno de nosotros debe enfrentar.
El efecto dominó de la pandemia y el cambio climático
Ahora que comenzamos a ver un cambio en las leyes, no podemos ignorar factores globales que exacerbaban el problema. La pandemia de COVID-19 llevó a un aumento alarmante en los matrimonios infantiles. Cierres y restricciones limitaron las interacciones sociales, aumentando la vulnerabilidad de las menores a las presiones familiares. Al final del día, la falta de recursos y el aislamiento crearon un caldo de cultivo para el abuso.
Y no solo la pandemia, el cambio climático también está afectando a las comunidades vulnerables. Cuando se producen desastres naturales, las comunidades sufren, y las niñas son a menudo las más afectadas, colocándolas en mayor riesgo de matrimonio infantil. Si esto no te hace reflexionar sobre nuestra actual crisis climática, no sé qué lo hará.
La importancia de la educación y la concienciación
Para que cambios significativos se materialicen, la educación juega un papel crucial. Las instituciones deben fomentar un entorno en el que se hable abiertamente sobre los matrimonios forzados. ¿No crees que es increíble cómo la educación puede ser un poderoso agente de cambio?
Payzee enfatiza que, si los profesores y los trabajadores sociales son educados sobre las dinámicas de poder detrás de estas prácticas, podrán identificar señales de abuso en sus estudiantes. Hablamos de una cadena de responsabilidad que debe ser reforzada en todos los niveles; porque, al final, el bienestar de una niña recae en la comunidad que la rodea.
Un mensaje para las futuras generaciones
A las niñas que se encuentran en situaciones similares a la que vivió Payzee, su mensaje es claro: “No tienes que hacer nada para complacer a tu familia”. Esta afirmación resuena con la necesidad de empoderar a las jóvenes y darles la voz que merecen. A menudo, lo que más necesitan es apoyo y un recordatorio de que no están solas.
La labor de Payzee Mahmod no solo está cambiando leyes; está cambiando vidas. Su historia es una mezcla de dolor, resistencia y esperanza. Ella es un ejemplo de que cada voz cuenta y que, a través de la lucha conjunta, podemos dar un paso hacia un futuro más justo.
Reflexiones finales
El camino hacia la erradicación del matrimonio infantil es largo, pero cada paso cuenta. La reciente modificación de leyes en Inglaterra y Gales es una prueba de que el cambio es posible si estamos dispuestos a pelear por ello. Recuerda que cada acción, por pequeña que sea, puede hacer una diferencia.
Así que, la próxima vez que escuches sobre el matrimonio infantil, pregúntate: ¿qué puedo hacer yo? Después de todo, a veces, el cambio solo necesita un pequeño empujón y un poco de compasión. La lucha de Payzee Mahmod y tantas otras personas valientes está aquí para recordarnos que todos merecemos ser vistos y escuchados. ¿No crees que es hora de que la sociedad vuelva a mirar y actúe frente a esta realidad? Porque sí, las niñas de hoy son las mujeres empoderadas del mañana.