En un mundo donde los trends cambian más rápido que la velocidad de la luz (o al menos más rápido que nuestro intento de ponernos al día con ellos), hay algunos nombres que resisten el paso del tiempo. Uno de estos nombres es Suárez, una casa de joyería que ha tejido su historia a lo largo de 80 años con hilos de tragedia, resiliencia y amor. Pero hoy no solo exploraremos la historia de Suárez, sino que también descubriremos cómo han logrado mantenerse relevantes, incluso en tiempos de crisis.

Un inicio humilde: historia de amor y tragedia

Imagínate por un momento: es 1943 y te encuentras en una tienda-taller de apenas 20 metros cuadrados en Bilbao. Ahí comienza la odisea de la familia Suárez, liderada por Emiliano Suárez Faffián y su esposa, Sara. Pero como si de un guion trágico se tratase, en 1974, ambos mueren en un accidente de tráfico. En la vida real, no hay cortes comerciales ni ediciones de guion.

Los hijos, Emiliano y Benito Suárez, con menos de 30 años, tomaron el timón del barco familiar. ¿Te imaginas el reto? ¡A los 30 años y ya con la responsabilidad de revitalizar un legado familiar! Como joven emprendedor, esto resuena profundamente. Te enfrentas a un mundo implacable donde las expectativas son altas y el tiempo es limitado.

¿Y qué hicieron? No solo mantuvieron la joyería, sino que la expandieron. En 1982, abrieron una icónica tienda en la calle de Serrano en Madrid. Este acto no solo representaba la expansión de un negocio, sino un nuevo capítulo, una renovación de promesas familiares.

Conectando con el corazón del cliente

Una de las cosas más fascinantes de Suárez es su enfoque en las emociones. En un mundo donde muchas veces la compra de joyería se reduce a un mero intercambio comercial, Suárez se esfuerza por ofrecer algo más: emociones. Al igual que un chef que se asegura de que cada bocado de su plato cuente una historia, Suárez busca que cada pieza de joyería sea un relato visual de amor, celebración y recuerdos.

¿Alguna vez has recibido una joya? Esa mezcla de emoción y expectativa es lo que capturan con su servicio Sur Mesure. Desde 1992, este servicio está dedicado a crear piezas únicas que marcan momentos icónicos: bodas, nacimientos o simplemente porque sí. Y no hay nada como el “porque sí” – esa razón que a menudo nos hace comprar pastel a media tarde, o en mi caso, ese libro que nunca leeré.

Con la reinvención de este servicio en 2018, aplicaron un enfoque moderno: se sumaron a la era digital pero manteniendo su esencia artesanal. ¡Qué manera de equilibrar tradición y modernidad!

La evolución del consumidor

Hoy en día, la presión para atraer a los consumidores es feroz. Pero la familia Suárez ha sabido adaptarse a los cambios de nuestros tiempos. Recuerda aquellos días en que solo los hombres se aventuraban a comprar joyas? ¡Es casi como recordar cuando las llamamos “disquetes” en lugar de “memorias USB”!

Las mujeres, autónomas y empoderadas, hoy son las protagonistas en este escenario. Se regalaban joyas entre amigas, una especie de celebración de la sororidad. Y claro, Suárez se dio cuenta de que sus clientes no eran solo hombres con billeteras llenas; ahora también hay un ejército de mujeres que buscan destacar su individualidad.

El arte de la creación: detalle tras detalle

Hablemos del proceso detrás de estas joyas. Recuerdo aquella vez que intenté hornear un pastel. Las matemáticas y el arte de la cocina no siempre van de la mano. Del mismo modo, diseñar una joya pasa por un complejo proceso que abarca desde la elección de la materia prima hasta la creación del boceto.

En Suárez, el proceso puede durar de 5 a 12 semanas. Y aquí es donde radica la magia. Cada joya es más que un simple conjunto de piedras preciosas; son emociones en estado puro. La familia selecciona cada gema y cada diamante a mano, asegurándose de que solo el 0.5% de las que ven cumplan sus estándares de calidad. Eso es un nivel de control que admiro y, sinceramente, espero que también se aplique a mis elecciones de vino.

En cuanto a las tendencias, el diamante sigue siendo la estrella en los compromisos de boda, pero los zafiros azules y rosas están haciendo su debut estelar. ¿Y quién no adoraría un anillo que no solo tenga un alto contenido emocional, sino que también se vea como si hubiera salido de un cuento de hadas?

Innovación y sostenibilidad: clientes del futuro

La sostenibilidad es el nuevo negro, y Suárez no se ha quedado atrás. Compran materias naturales y han aplicado procesos sostenibles en su producción. ¡Incluso están a la vanguardia de la tecnología con inteligencia artificial para optimizar procesos!

Imagina que una máquina puede ayudarte a encontrar la variante perfecta para tu diseño. Es un poco como tener a Tu Futuro Yo susurrándote al oído cada vez que intentas elegir entre maracuyá y mango en una smoothie.

La expansión internacional: Sur buscando el oro

Cuando la crisis del 2008 asoló al mundo, muchas empresas se acobardaron. Pero no Suárez. Como un guerrero en la arena de gladiadores, se adaptaron y abrieron más de 20 puntos de venta en El Corte Inglés. Pasaron de 5 a más de 70 tiendas, lo que es nada menos que un logro admirable.

Todo este esfuerzo ha hecho que la marca sea reconocida en mercados internacionales como México y Portugal. España, como sinónimo de calidad y elegancia en el mundo de la joyería, se posiciona cada vez más fuerte en la escena global. No parece que Suárez vaya a reducir el ritmo pronto, y con su reciente premio como “Familia Empresaria del Año” de la Adefam, queda más que claro que el futuro es brillante, ¿verdad?

Un legado que perdura

Hoy, 2024, celebran 80 años en el negocio. 80 años de historias, emociones y un compromiso inquebrantable con sus clientes. En un momento donde tantas marcas luchan por destacar, Suárez ha logrado no solo sobrevivir, sino prosperar.

Mientras esto se escribe, pienso en el valor de cada joya, no solo en términos monetarios, sino en su significado. No se trata solo de oro y diamantes, sino de momentos atesorados que, como el buen vino, se vuelven más valiosos con el paso del tiempo. Y, ¿quién no querría tener una joya que no solo se lleve en la piel, sino también en el corazón?

Así que la próxima vez que consideres una adquisición especial, ya sabes dónde buscar. Recuerda que en cada joya de Suárez hay más que cristales y metales preciosos: hay un pedazo de historia, amor y, sobre todo, un legado que ha demostrado que, al final del día, lo más importante son las emociones que llevamos con nosotros. ¿Qué joya elegirá tu historia?