A veces, cuando pienso en la imagen de una ingeniera de telecomunicaciones, la mente me lleva a un lugar de circuitos y gorras, a un mundo que parece diseñado por y para hombres. Pero, ¿quién dice que no puede haber un rostro femenino en medio de todo eso? En este artículo, vamos a explorar la importancia de las redes de apoyo para las mujeres en profesiones tradicionalmente masculinas, a través de la voz de expertas en el campo y de estrategias que están comenzando a dar frutos. Así que acomódate, prepara tu café, ¡y acompáñame en esta travesía hacia un futuro más equitativo!
Las voces de las mujeres en la ingeniería y la aeronáutica
Mireia Colina, una ingeniera de telecomunicaciones y líder en la asociación Women in Aerospace en Barcelona, comparte una experiencia que resuena con muchas mujeres en campos similares. Al graduarse, se sintió como un “bicho raro” en su sector. Su historia es un recordatorio de que, aunque el talento abunda, el apoyo entre pares suele ser escaso. Colina enfatiza la importancia de tejer redes de apoyo, especialmente para aquellas que, como ella, acabaron en un campo donde los referentes femeninos eran prácticamente invisibles.
Gema Martín, presidenta de Ellas Vuelan Alto, se une a la conversación añadiendo que, aunque las mujeres trabajan arduamente y son profesionales competentes, el camino hacia la visibilidad es muchas veces complicado. ¿Alguna vez has sentido que tu voz se apagaba en una charla, a pesar de tener mucho que aportar? Lo entiendo perfectamente. Ella lo pone de forma clara: las mujeres suelen ser sus propias enemigas. Esto me lleva a recordar mi primer día en una conferencia: rodeada de hombres, me quedé en silencio, aunque mi mente bullía de ideas.
El subtítulo del networking: conexiones imprescindibles
El networking es una de esas palabras que pueden hacer que se me pongan los pelos de punta —y no porque me asuste, sino porque a menudo da la impresión de ser una caza de oportunidades sin alma. Elena Álvarez, que ha pasado 25 años en el campo de la caza de talentos, sostiene que las mujeres frecuentemente se presentan a candidaturas sólo si cumplen el 100% de los requisitos. Esto me hace preguntarme: ¿por qué nos exigimos tanto más que a los demás?
Elena menciona una frase que quedó resonando en mi cabeza: «Dudamos». El hecho de que muchas mujeres piensen que no son lo suficientemente buenas simplemente por no cumplir con el estándar de perfección es otro claro recordatorio del síndrome de la impostora, ese compañero incómodo que muchas de nosotras tenemos. Me hace pensar en las veces que he evitado ciertas oportunidades porque no cumplía todos los requisitos. ¿Cuántas oportunidades hemos dejado escapar por miedo a no ser “suficientemente buenas”?
El poder de compartir experiencias: Café para 10
Una de las iniciativas más inspiradoras que he encontrado es el programa Café para 10, organizado por Mujeres en Farma. La idea es simple, pero poderosa: una directiva invita a diez mujeres a compartir un café y, más importante aún, a compartir sus experiencias. La mayoría de las participantes se van sintiendo aliviadas al darse cuenta de que no están solas en sus luchas profesionales.
Es increíble cuántas veces, en mi carrera, he sentido que era la única enfrentando un obstáculo. “¿Es solo mi problema?”, me pregunto. Pero aquí está la respuesta: no, no es solo tu problema, y eso es lo que hace que el intercambio de ideas y experiencias sea fundamental. Al final del día, todas enfrentamos retos similares, y esas charlas pueden ser transformadoras.
La necesidad de referentes femeninos
Es fundamental generar referentes femeninos, especialmente en campos donde la presencia masculina es considerablemente mayor. Gema Martín insiste en que esto debe empezar desde la infancia. En el sistema educativo, la representación es clave: desde pequeños, los niños tienden a visualizar a un cirujano como un hombre. Esta realidad me recuerda un episodio de mi niñez: cuando un maestro me preguntó qué quería ser de mayor, y yo respondí “maestra” sin siquiera considerar otras profesiones. ¿Cuántas oportunidades podrían haber surgido si hubiera sabido que podía ser ingeniera, aviadora o incluso astronauta?
Redes corporativas: un paso hacia la transformación
En los últimos años, las empresas han empezado a implementar redes de mujeres, no solo como un bonito gesto de marketing, sino como un verdadero intento por promover una cultura más inclusiva. La red de mujeres en Enaire, por ejemplo, comenzó con solo 80 integrantes y ha ido creciendo significativamente, abarcando varios subgrupos que trabajan en proyectos concretos. Maria López, responsable de la red, cuenta cómo esto ha ayudado a dar visibilidad a las profesionales dentro de su propia empresa. ¿No es impresionante?
Es crucial que las empresas hagan un esfuerzo consciente para mostrar el potencial de sus empleadas y fomentar espacios de interconexión. A veces, las mujeres en una misma organización no saben qué proyectos están llevando a cabo sus compañeras. ¿Se imaginan cuántas colaboraciones podrían surgir si todas se conocieran mejor?
La unión hace la fuerza: el nacimiento de W8
La creación de la red W8 es un gran paso adelante. Compuesta por diversas asociaciones como Women in Retail y Women in Banking, busca unificar esfuerzos para fomentar el liderazgo femenino y abordar no solo los problemas laborales, sino también causas sociales. En una gala benéfica reciente, se recaudaron fondos para la lucha contra el cáncer, mostrando que, unidas, las mujeres pueden impactar positivamente en la sociedad.
Cuando una mujer ocupa un espacio de liderazgo, no solo beneficia a su entorno inmediato, sino que también se convierte en una fuente de inspiración para las generaciones futuras. ¡Es una cadena de afecto y empoderamiento que todos necesitamos en nuestras vidas!
¿Dónde están las mujeres en el espacio público?
Un giro interesante en esta narrativa es la iniciativa “Dónde están ellas” impulsada por el Parlamento Europeo. Se enfoca en aumentar la visibilidad de mujeres expertas en debates y eventos. Desde su creación, han visto que la participación femenina tiene altibajos, destacando la necesidad de conciliación y corresponsabilidad en los hogares.
En mi experiencia, he notado que la gestión del tiempo es uno de los mayores desafíos para mantener la equidad entre hombres y mujeres. ¿Cuántas veces hemos visto que las mujeres deben elegir entre su carrera y sus responsabilidades en el hogar? Es un dilema constante y, a menudo, el precio que se paga es alto. La concienciación sobre este problema es un gran paso hacia la igualdad de género.
Estableciendo un camino hacia la igualdad
A medida que las conversaciones sobre igualdad de género y empoderamiento femenino continúan evolucionando, está claro que las redes de apoyo pueden marcar una gran diferencia. Desde la infancia hasta el mundo corporativo, la visibilidad y el apoyo a las mujeres son esenciales. Al final del día, la meta no es solo tener más mujeres en puestos de liderazgo, sino también crear un entorno donde todos se sientan cómodos compartiendo sus ideas y, sobre todo, apoyándose mutuamente.
Recuerda: si alguna vez sientes que estás luchando sola, hay muchas otras que están en la misma batalla. Tejer redes de solidaridad, compartir experiencias y construir un futuro mejor son pasos cruciales en la búsqueda de una sociedad más equilibrada y justa.
La pregunta que nos queda es: ¿qué estás dispuesta a hacer para ser parte del cambio? No se trata solo de un esfuerzo personal, sino de un compromiso colectivo hacia un futuro donde todos los géneros tengan las mismas oportunidades. ¡Hagamos de esta lucha una liga ganadora!