Las series de televisión se han convertido en el pan de cada día para muchos de nosotros. Ya sea para relajarse tras un largo día o para pasar el sábado en el sofá, el ritual de «ver un capítulo más» ha sido una constante en nuestras vidas. Sin embargo, hay un punto en el que la pasión por una serie puede convertirse en una especie de sufrimiento. ¿Cuántas veces has seguido viendo una serie en la que has perdido el interés, solo para ver cómo se desmorona en tu pantalla? Vamos a explorar este fenómeno, respaldados por estadísticas, anécdotas y un toque de humor.

El tiempo como inversión valiosa

Te lo digo con sinceridad, invertirle horas a una serie es como entrar en una relación: al principio todo es miel y rosas, pero a medida que avanzamos, es posible que comiencen a aparecer los problemas. ¿Te has dado cuenta de cuántas horas pasas frente a la televisión? Desde el «pilot» hasta la «final season», una serie puede consumirte más tiempo del que te imaginas. Si bien puedes estar dispuesto a comprometerte, ¿hasta qué punto estás dispuesto a tolerar que tu serie favorita se convierta en un mero recuerdo de lo que solía ser?

La newsletter de Parris y su búsqueda de respuestas

Daniel Parris, un fanático de las estadísticas, ha tomado el asunto en sus manos, analizando datos de diversas bases de datos para responder a preguntas trascendentales. ¿Qué nos dice todo esto sobre las series que amamos o, en muchos casos, que una vez amamos? Una de sus investigaciones ha arrojado algo muy interesante: la mayoría de las series tardan entre seis y siete episodios en alcanzar una calidad media que, por lo general, se sitúa en un aprobado alto (9 sobre 10).

Recuerdo que, al ver «Friends» por primera vez, no me enganché hasta el séptimo episodio. Mirando hacia atrás, sí, lo admito: ¡me sentí como si hubiera tirado mi tiempo a la basura! Pero aquí está el truco: a menudo la temporada inicial está ahí para establecer el tono, los personajes y la trama. Todo requiere su tiempo.

Pero, ¿realmente vale la pena gastar horas para que una serie despegue? Puede que sí, o puede que no. La respuesta radica en la calidad de la serie y, francamente, en tus gustos personales.

Cuando la magia se desvanece: ¿cuánto tiempo nos deberíamos quedar?

El análisis de Parris nos lleva a otro punto interesante: las temporadas a menudo muestran un descenso en la calidad alrededor de la sexta temporada. Para algunos, esto no debería ser una sorpresa. ¿Alguna vez has visto una serie que ha pasado de ser un ícono cultural a una mera caricatura de lo que era? Por ejemplo, tomemos «Juego de tronos». Esa serie comenzó con un auge impresionante, pero muchos aficionados coinciden en que la última temporada se sintió apresurada y, en algunas ocasiones, bastante insatisfactoria. ¿La razón? Tal vez intentaron estirar la trama más de lo que era necesario.

Aquí es donde entra el humor: a veces siento que el guionista se sienta frente a su laptop y dice: «¿qué tal si, en lugar de desarrollar personajes, simplemente tiramos dragones al azar en la historia y dejamos que la audiencia sepa qué pasa?» (Spoiler: no funciona).

El gran dilema: ¿continuar o dejarlo?

Ahora bien, no todo está perdido. Algunas series logran levantarse de sus caídas abruptas gracias a la recuperación de la esencia que las hizo exitosas en primer lugar. ¡Hola, «The Walking Dead»! Tras varias temporadas de decaimiento, la serie hizo un esfuerzo por mejorar y, aunque no ha recuperado a todos sus fanáticos, ha establecido una base sólida.

La próxima vez que te encuentres en el dilema de seguir viendo una serie que ha comenzado a mostrar signos de desgaste, pregúntate: ¿estoy aquí por la historia o solo por la nostalgia? Esto me recuerda a la vez que seguí viendo una comedia que de repente decidió discrepar con sus propias reglas. Spoiler: me arrepentí mucho después.


La verdict de Parris: 3 claves para decidir seguir o dejar tu serie

  1. Análisis de la calidad media: Como hemos mencionado, si tu serie no ha alcanzado una nota media alta después de seis o siete episodios, puede que no valga la pena seguir. Si superó esa barrera, ¡fantástico! Pero mantente alerta.

  2. Atención a los personajes: Los personajes son el alma de la serie. Si te encuentras deseando que un personaje muera (ya sabes, como lo hicieron con algunos en «Juego de Tronos»), podría ser el momento de hacer las maletas.

  3. ¿Has reído en el último episodio?: Si una comedia ya no te hace reír, es hora de mirar hacia otro lado. Las risas son un indicador clave de que todavía hay magia en la trama.

Expectativas vs. realidad: el efecto del «review bombing»

Un término que ha ganado popularidad en el diccionario de la cultura pop es «review bombing», y no, no tiene nada que ver con explosiones (ojalá). Se refiere a aquella práctica donde grupos de personas dejan calificaciones bajas en una serie o una película por razones que a menudo tienen poco o nada que ver con el contenido real. Puede ser una respuesta ocurrida por la cancelación de un programa, decisiones de personajes, e incluso por el simple hecho de que a los fanáticos no les gusta un cambio en la narrativa.

¡Qué complicado, ¿no?! Recuerdo cuando un amigo mío dejó de ver una serie porque se molestó con la trama y, honestamente, me hizo reír. ¡En serio! Cuando conocí su razonamiento, pensé: «¡no sabes lo que te estás perdiendo!». Así que aquí está la clave: tómate el tiempo de analizar lo que piensas y lo que sientes; en lugar de dejarte llevar por la corriente.

En resumen: el final feliz de tu historia

Si bien los datos y la estadística proporcionan información valiosa sobre la calidad de las series, la verdad es que cada uno tiene una experiencia diferente. Una serie puede haberse «echado a perder», pero eso no significa que tú no puedas disfrutarla. Después de todo, un mal episodio aquí y allá puede abrir las puertas a risas inesperadas o incluso momentos profundos que te hagan reflexionar.

La buena noticia es que hay un océano de contenido disponible. Cuando sientas que una serie empieza a decaer, tómate un momento para reflexionar. Dale la oportunidad a otras series, mira otras opciones o incluso, haz un “rewatch” de tu vieja favorita. La vida es demasiado corta para perder el tiempo con contenido que ya no te emociona.

Así que, durante esta travesía cinematográfica, recuerda: ¡no hay decisiones incorrectas! Solo historias que están ahí esperando ser contadas, disfrutadas y experimentar la magia a tu manera. Y quien sabe quizás, al final de esta odisea, encuentres una nueva serie favorita que te haga reír a carcajadas y que te haga querer ver un episodio más.

Y ahí lo tienes, ¡el drama de las series no era solo para la pantalla!


Si bien esta es solo una pequeña pincelada sobre cómo dejar de ver series de forma consciente, cada uno de nosotros tiene un viaje único. Recuerda que lo más importante es disfrutar del tiempo que pasamos frente a la pantalla. ¿No crees que lo mejor de las series es la conexión emocional que nos brindan? ¡Ve y disfruta!