Estudiar, trabajar o simplemente vivir en el extranjero siempre ha sido un sueño deseable para muchos. En mi caso, al haber explorado esta idea a través de ciertos intereses personales y un puñado de anécdotas de amigos, no puedo evitar evocar recuerdos de mis propias peripecias. Recientemente, me topé con la historia de Ruslan, un español que se fue a Suiza en busca de una nueva vida, y me hizo reflexionar sobre las grandes preguntas que surgen cuando nos aventuramos hacia lo desconocido. ¿Es realmente el camino más fácil? ¿La vida en Suiza es tan maravillosa como parece?

En este artículo, te llevaré por un viaje a través de historias, datos y un poco de humor, mientras exploramos lo que significa realmente mudarse a Suiza, un país conocido por sus hermosos paisajes y altos estándares de vida, pero que también presenta sus propios desafíos.

La búsqueda del sueño en un país desconocido

Ruslan, un español que decidió dar el salto a Suiza, se instaló en Zúrich tras una breve etapa de reflexión. Esa fue su primera elección: abrir la puerta de esta nueva realidad. En su cuenta de TikTok (@s0yruslan), comparte su experiencia sobre cómo fue buscar trabajo en un lugar donde ni el idioma ni las costumbres eran familiares. Y ya lo dice el dicho: «hacer el mal en casa es más fácil que hacerlo en tierras lejanas».

Así que, ¿dónde comienza la verdadera aventura? En la búsqueda de empleo. Pregúntate: ¿qué harías si tuvieras que empezar de cero en un nuevo país? Para Ruslan, fue hacer un esfuerzo consciente y apelar a su resiliencia. En solo dos semanas, encontró un trabajo en Just Eat, una conocida empresa de entrega de comida a domicilio. Sin duda, su historia es inspiradora: de muchas formas, es una crónica del espíritu emprendedor, donde la determinación juega un papel crucial.

¿La facilidad de encontrar empleo en Suiza?

Ruslan reconoce que conseguir trabajo en Suiza no fue tan complicado como se esperaba:

«Me han hecho un contrato oficial, ha sido lo más fácil que he podido encontrar», relata en uno de sus vídeos.

Sin embargo, no podemos olvidar que cada país tiene su propio contexto. En Suiza, la sólida economía impulsada por sectores como la banca, la tecnología y la farmacéutica puede parecer un imán para inmigrantes de talento, pero la realidad es que muchas veces los recién llegados deben empezar en empleos más básicos. Esto me lleva a otra reflexión: ¿es el éxito inmediato un mito o una realidad?

Obviamente, todo depende de tu enfoque, tu formación y, claro, del idioma. Aunque Ruslan no dominaba el alemán, se sumergió en su nuevo entorno utilizando su experiencia previa en Randstad, una plataforma de empleo temporal que le permitió conseguir su primer trabajo en un tiempo record.

Los salarios que se pueden ganar en la entrega de comida

Y así, llega la ansiada pregunta: ¿cuánto dinero se puede ganar trabajando como repartidor? Tras recibir su primera nómina, Ruslan no tardó en compartir los detalles:

«Aquí tenéis lo que he ganado neto. Esto por 21 horas».

A vuelta de su experiencia, y haciendo un pequeño cálculo, descubrió que podría ganar cerca de 4,000 euros al mes, considerando también las propinas. ¡Eso no está nada mal! Un dato interesante que me gustaría traer a loción es que, aunque los salarios son relativamente altos, muchos se preguntan: ¿qué hay del costo de vida?

El elevado costo de la vida en Suiza

La vida en Suiza se caracteriza por ser cara. Desde los alquileres hasta la comida, todo parece salir de la cartera con una rapidez que ni el mejor de los repartidores podría imitar. En este sentido, Ruslan comparte que sus seguidores le han preguntado si es tanto dinero realmente. La respuesta es sí, pero como todo, depende de tu estilo de vida.

Por ejemplo, si eres un amante de los restaurantes, prepárate para dedicar una parte considerable de tu sueldo a esa actividad. He aquí un dilema: ¿valen la pena esos restaurantes de lujo, o es mejor aprender a cocinar? ¡Creo que se acerca un desafío culinario!

Aprender un nuevo idioma, un desafío necesario

«El único requisito es que te tienes que comprar una bicicleta eléctrica», explica Ruslan, y parece que la vida suiza tiene sus condiciones. Pero, aquí viene otra complicación: el idioma. Ruslan menciona que el español no se habla mucho, y que el inglés y el alemán son requisitos indispensables. Esto me recuerda un viaje hace un par de años a Berlín. Llegué más que preparado, pero enseguida me di cuenta de que, sin un mínimo de alemán, no llegaba ni a la esquina. ¿Te suena familiar?

La barrera del idioma es, sin duda, uno de los principales retos que enfrentan los extranjeros en cualquier país. Es una experiencia que puede llegar a ser cómica a veces. Imagina que necesitas preguntar algo y todos a tu alrededor solo hablan “suizo-alemán”. A veces es más fácil hacer gestos con las manos que intentar encontrar las palabras adecuadas. Pero, como dicen, el desarrollo personal se da en las zonas de incomodidad. La idea aquí es atreverse a aprender y adaptarse.

Comunidad y conexión: el poder del contacto humano

A medida que la presión de la vida cotidiana en un nuevo país se hace palpable, una de las cosas que más se echan de menos son las conexiones humanas. El sentido de comunidad puede ser tu mejor aliado cuando las cosas se ponen difíciles. Si bien hay muchas plataformas de redes sociales donde puedes hacer nuevos amigos, nada como los encuentros cara a cara.

Cuando se trata de construir esas conexiones, seguramente te ves asediado por la misma pregunta: «¿Cómo encuentro a otros en mi mismo barco?» En su caso, Ruslan ha compartido más de una vez la importancia de la comunidad. Crear una red de contactos que esté allí para apoyarse mutuamente en momentos de incertidumbre puede ser decisivo, y los deportes, hobbies o eventos sociales son excelentes maneras de empezar.

La adaptabilidad como camino al éxito

No todo es color de rosa. Ruslan también enfrenta desafíos, muchos de los cuales son comunes a las personas que deciden aventurarse al extranjero por trabajo. Desde el choque cultural hasta la soledad, cada experiencia trae consigo elementos que pueden ser desconcertantes.

La clave está en la adaptabilidad. Es como cuando te mudas a una nueva ciudad y te das cuenta de que hay un tipo de clima que no habías previsto. En Suiza, el invierno puede ser tan frío que podrías pensar que la vida se detiene. Pero con un poco de humor sobre la situación, llegas a comprender que cada estación tiene su magia.

Y aquí me viene a la mente un pequeño reto en una piscina helada el invierno pasado. ¡Adentrarse en el agua en ese frío parece una locura! Pero al final, es el sentido de superación lo que te lleva a disfrutar de experiencias únicas. Aquí, en esta nueva vida en Suiza, Ruslan está superando sus propios retos y viéndolos desde una perspectiva diferente: cada obstáculo superado es un paso más hacia el éxito.

Conclusión: la vida en Suiza, un viaje lleno de grandes oportunidades

A medida que nos adentramos en el mundo laboral suizo, la historia de Ruslan nos muestra que mudar nuestra vida a otro país no siempre será un camino sencillo, pero sí está lleno de brillantez y potencial. Desde la búsqueda de empleo hasta el desafío del idioma, cada experiencia se transforma en una oportunidad para crecer y adaptarse.

Siempre habrá críticos, ya sea en la vida real o en las redes sociales, como aquellos que han cuestionado el salario y el costo de la vida en Suiza. Pero al final, cada viaje al extranjero es una promesa de autoconocimiento y crecimiento. Y aunque a todos nos gustaría vivir en un mundo perfecto, lo que realmente importa es cómo navegamos las aguas a veces tormentosas y cómo creamos nuevas historias que contar.

¿Te animarías a dar el salto ya mismo? ✈️ La vida en Suiza puede que no sea fácil, pero definitivamente está llena de matices y valiosas lecciones. ¡Quién sabe! Tal vez la próxima historia de éxito sea la tuya.