Cuando hablamos de logros y oportunidades en el mundo del deporte, la historia de Lester Lescay, el joven saltador de longitud cubano que ahora compite por España, es una de esas narrativas inspiradoras que no puede pasar desapercibida. A través de sacrificios, decisiones difíciles y un inquebrantable deseo de triunfar, Lester ha recorrido un camino que, a primera vista, parece sacado de una película. Si alguna vez te has preguntado cómo es la vida de un atleta que ha dejado su país en busca de éxito, acompáñame en este viaje mientras exploramos la vida y carrera de este prometedor deportista.
De la infancia en Cuba a una carrera llena de expectativas
Nacido en Santiago de Cuba en 2001, Lester tuvo una infancia que, aunque llena de carencias, también estuvo marcada por la resiliencia de su madre, quien trabajaba arduamente como médica y le proporcionó lo mejor posible en un entorno difícil. «Vivía un poco por encima del cubano pobre, pero también me di cuenta de lo que otros no tenían…», comparte Lester en una de sus entrevistas. Es curioso cómo, a veces, las pequeñas cosas que consideramos normales pueden ser lujos para otros.
La historia empieza a cobrar vida cuando Lester, impulsado por su madre, comienza a practicar deportes. Aunque no destacaba inicialmente, con disciplina y dedicación logró captar la atención del equipo nacional. Pero, como todo en la vida, no fue un camino de rosas. «En mi primer nacional quedé último, imagínate… un verdadero fracaso en ese momento.» A veces, la vida puede parecer un poco como ese primer salto fallido: lleno de incertidumbre y un toque de humillación. Pero, por suerte, eso no detuvo a Lester.
Salto a la realidad: la decisión de marchar
Como él mismo menciona, a medida que fue ganando experiencias y medallas, la sensación de que «no iba a crecer mucho allí» lo llevó a tomar una decisión crucial en su vida. En enero de 2022, Lester finalmente dio el paso que cambiaría su vida: decidió quedarse en España. Un momento cargado de adrenalina; más que cualquier competición hasta la fecha. ¿Te imaginas el peso de no volver atrás y dejar a tu familia? Necesitaba tener un plan, y aunque sintió muchos nervios, estaba decidido a establecerse en un nuevo lugar lleno de oportunidades.
Cuando hablamos de liderazgo y compromiso, la historia de Lester resalta la importancia del apoyo familiar y la determinación personal. «En cuanto pudiera, sacaría a mi familia de allí,» recuerda. A menudo, la familia se convierte en nuestro motor y, en el caso de Lester, la conexión con la suya impulsó su carrera.
El amor y las metas: un camino entre competiciones y relaciones
En el contexto de su nueva vida en España, Lester encontró no solo nuevos desafíos deportivos, sino también el amor. En una concentración, se encontró con Beatriz, quien se convertiría en su esposa. La historia de amor es a menudo igual de cautivadora que la carrera de cualquier atleta. «Era el típico chico que va a hacer ruido en el hotel,» bromea Lester. Ese calor humano y esas pequeñas interacciones son lo que a menudo nos impulsan hacia adelante.
La transición no fue fácil para él; el camino hacia la nacionalización española fue complicado, lleno de exámenes y procedimientos legales. Pero, como él mismo cuenta, «No me pueden criticar. Lo hice de la manera correcta, con esfuerzo.» Esta frase refleja una verdad universal: a veces, el esfuerzo y la perseverancia son mucho más valiosos que la facilidad.
Más allá de la pista: el Quincy Jones de los saltos
Si hay algo que Lester comparte con entusiasmo son sus objetivos. A menudo, cuando hablamos de metas, los atletas fijan su vista en el oro olímpico o mundial. Para él, el objetivo es «ser medallista en un Mundial, por lo menos.» Y es esa ambición la que lo mantiene motivado.
Sin embargo, cabe señalar que la historia de Lester no se ha desarrollado sin sus propias dudas y cuestionamientos. En una entrevista, reflexiona sobre cómo se vio a sí mismo en los Juegos Olímpicos, ¿quién no querría una medalla olímpica? Este es un viaje repleto de sueños que, a veces, parecen lejanos, pero el esfuerzo, la disciplina y la mentalidad son claves para llegar allí.
Los retos y la presión: el juego mental
Cada vez que Lester salta, no solo lo hace físicamente. Hay una mente detrás de cada salto, y el miedo a la presión puede ser aplastante. Un día explicó que en Tokio, debido a la ansiedad, no logró dar lo mejor de sí, lo que le enseñó una lección importante. «Estaba tan ansioso que me costó rendir como quería.» Ah, la ansiedad; es una amiga traicionera que a todos nos ha visitado alguna vez. En esos momentos oscuros, a menudo terminamos cuestionándonos si somos lo suficientemente buenos, si estamos listos, si podremos alcanzar nuestras metas.
Es admirable cómo Lester ha aprendido a manejar su ansiedad. En lugar de obsesionarse, se concentra en el entrenamiento y el autocuidado. «Voy a centrarme en lo que tengo que hacer,» dice, y esas palabras resuenan no solo en el atletismo, sino en la vida diaria. Quizás deberíamos todos aplicar esa regla de oro, incluso si no competimos en el escenario mundial.
Un futuro brillante: el Europeo a la vista
Ahora, Lester está listo para su gran debut en el Campeonato Europeo de Apeldoorn, y aunque las lesiones lo han mantenido al margen en algunas ocasiones, su actitud permanece positiva. «Voy al 100%,» asegura con una sonrisa. Esa confianza, esa fe, es lo que empuja a los atletas a convertirse en leyendas.
¿Sabías que algunas de las mayores destacadas estrellas del atletismo también han enfrentado momentos difíciles? Podría ser que cada historia de éxito esté tejida a partir de fracasos, de resiliencia y, sobre todo, de una creencia inquebrantable en uno mismo.
Un aprecio por la vida y la cultura
La vida de Lester Lescay no gira únicamente alrededor del deporte. Este joven también se toma el tiempo para disfrutar de las pequeñas cosas. «Me gusta caminar, salir a tomar el sol,» menciona, y eso me recuerda la importancia de conectar con el entorno que nos rodea. En un mundo tan acelerado, a veces olvidamos lo sencillo y bonito que puede ser simplemente disfrutar de la vida.
Además, la cultura española no deja de sorprenderlo, desde la forma en que las noches de verano parecen eternas hasta la deliciosa gastronomía que ha llegado a amar. «La comida es muy buena,» cuenta emocionado, como quien ha descubierto un nuevo amor.
Reflexiones finales: el sueño de un medallista
El camino de Lester Lescay es una fascinante mezcla de pasión, sacrificio y logros. A medida que se prepara para representar a España en el Europeo y apunta hacia un futuro en el que las medallas son más que un sueño, su historia nos recuerda.
¿Hasta dónde llegarías tú por un sueño? La pregunta queda flotando, y yo, por un momento, me siento inspirado por su travesía.
Lester Lescay pertenece a esa estirpe de deportistas que nos enseñan que, sin importar el contexto o las adversidades, la determinación y el esfuerzo siempre dan frutos. Que su historia siga iluminando no solo las pistas de salto, sino también las vidas de quienes le siguen. Eso es, al final, lo que todos buscamos: un lugar donde nuestros sueños puedan volar.