Introducción
Hablemos de un tema que debería resonar en todos los rincones del planeta, y no solo en el ámbito del derecho internacional. Hablemos de derechos humanos, de justicia y de una lucha que, a pesar de los desafíos, sigue siendo un faro de esperanza. Este martes, un grupo de profesionales del derecho se congregó frente al Congreso de los Diputados en Madrid, vistiendo togas negras, como símbolo de luto por la situación en Gaza. Una manifestación que, lejos de ser solo un acto de protesta, es un llamado urgente a la acción. Vamos a profundizar en los detalles de esta conmovedora movilización y la razón detrás de la misma.
Una convocatoria conmovedora
Cuando vi las imágenes de ese grupo en togas negras, no pude evitar recordar una anécdota. Una vez, en una clase de derecho internacional, mi profesor nos dijo que la ley es un espejo de la sociedad. En ese momento, me pregunté: ¿qué pasa cuando el espejo está roto? Al observar a estos juristas, me di cuenta de que ellos son los que intentan enmendar ese espejo, reforzar la justicia y restaurar la luz de la verdad en un mundo tan frecuentemente oscurecido. Pero, ¿realmente estamos escuchando sus voces?
La voz de un movimiento
La portavoz de la plataforma Juristas por Palestina, Pilar Barrado, dejó claro que la causa es justa y necesaria. Con más de 1,200 firmas de profesionales de diversas ramas del derecho de toda España, su mensaje fue contundente: “Estamos peleando por una justa causa que es el imperio de la ley.” Su declaración resuena con fuerza, y no hay mejor momento que ahora para profundizar en el trasfondo de esta lucha.
Contexto del conflicto
Es importante comprender el contexto del conflicto entre Israel y Palestina, especialmente a la luz de los eventos recientes. El fin de octubre de 2023 trajo consigo una escalada de violencia que ha resultado en la muerte de más de 45,000 palestinos. Sí, leíste bien, 45,000. Pensemos en esa cifra por un momento. Es más que una estadística; son vidas, familias, esperanzas segadas. ¿Cómo podemos quedarnos inactivos ante tal horror?
La responsabilidad de España
Desde la Constitución Española, en su artículo 93, se establece que el Gobierno y las Cortes tienen la responsabilidad de garantizar el cumplimiento de los tratados internacionales. Barrado enfatizó este punto, llamando a la acción: “Exigimos al Gobierno y a todos los grupos parlamentarios que cumplan estas resoluciones.” A veces, me pregunto si nuestros líderes están escuchando realmente lo que se necesita. ¿Estamos en un momento crítico donde el silencio es complicidad?
Propuestas concretas para la acción
Durante esta reunión, los profesionales del derecho presentaron un paquete de propuestas que, sin duda, busca marcar una diferencia. Desde solicitar una orden de arresto contra figuras clave como el primer ministro Benjamin Netanyahu y su exministro de Defensa, hasta proponer sanciones económicas y políticas contra Israel. En un mundo en donde la justicia a menudo parece una abstracción, estas propuestas son un intento tangible de hacer que se escuche la voz de los injustamente afectados.
Derechos de los solicitantes de asilo
Uno de los puntos más sensibles discutidos fue el acceso de los solicitantes de asilo palestinos al sistema de protección internacional. Barrado fue directa: “Los palestinos deben tener acceso al sistema de protección internacional en el mismo sentido que se ha hecho con nacionales de Venezuela y de Ucrania.” ¿Por qué es tan crucial esto? Porque es una cuestión de dignidad y respeto por la vida humana. Pregúntate, ¿son los derechos humanos realmente universales si hay excepciones?
Reconocimiento y crítica al Gobierno español
Un aspecto interesante del encuentro fue la mezcla de reconocimiento y crítica hacia el Gobierno español. Si bien se destacó el valor del reconocimiento del Estado de Palestina, así como las declaraciones del presidente Pedro Sánchez sobre «la insoportable espiral de muerte y devastación» en Gaza, la realidad es que muchos consideran que estas acciones son insuficientes. El manifiesto de Juristas por Palestina lo hace muy claro: “España debe garantizar la adopción de medidas encaminadas a evitar la perpetración de los crímenes de genocidio y de lesa humanidad.” ¿Es suficiente hablar? ¿No debemos también actuar?
La unión de los partidos políticos
Es notable que en esta movilización haya habido presencia de partidos como PSOE, Podemos, Sumar, Esquerra Republicana y EH Bildu. Una muestra de que, a pesar de las diferencias ideológicas, hay ciertos temas que deben unirnos, sobre todo cuando se trata de derechos humanos. En este sentido, me pregunto: ¿podría ser este un momento de transformación política en España?
Impacto internacional y la responsabilidad de los Estados
Uno de los puntos más relevantes discutidos en la reunión fue la Opinión Consultiva de la Corte Internacional de Justicia, que instó a los Estados a cumplir sus obligaciones en virtud del derecho internacional. Es un imperativo que resuena con fuerza, ya que urge actuar para poner fin a la ocupación ilegal de Israel. Pero, ¿hasta dónde están dispuestos a llegar los países para defender estos principios?
La complicidad de España
Se ha señalado que España actúa como puerto de tránsito de material militar a Israel, a pesar de la suspensión anunciada por el Gobierno recientemente. Esto plantea una pregunta incómoda pero necesaria: ¿somos cómplices en este conflicto a través de nuestras acciones y omisiones? Hay un viejo adagio que dice “la ignorancia es la oscuridad”. Quizás ha llegado el momento de encender la luz de la conciencia.
Conclusión
En la vida, a veces nos sentimos abrumados por la injusticia, y quizá algunos de nosotros optamos por cerrar los ojos. Pero, como bien dijo Barrado, “no queremos que España sea cómplice” del genocidio en Gaza. El llamado de los Juristas por Palestina es una invitación a todos nosotros, no solo a los profesionales del derecho, a unir nuestras voces y actuar.
Podemos y debemos ser parte de la solución. En un mundo donde los derechos fundamentales son tan frecuentemente pisoteados, cada firma, cada carta enviada a nuestros representantes, y cada acto de solidaridad cuenta. Así que, ¿qué vamos a hacer al respecto? ¿Nos quedaremos sentados o nos levantaremos por lo que es justo? En nuestra manos está la capacidad de transformar el clamor por los derechos humanos en acción concreta. ¡No estamos solos en esta lucha!