La industria del cine siempre ha sido un espacio fascinante, donde se mezcla la creatividad, la comedia y a veces, una buena dosis de drama. Esta vez, nos encontramos con un título que podría fácilmente describirse como un “viaje surrealista” a las raíces de la angustia humana. Estoy hablando de ‘A real pain’, la película que marca el segundo esfuerzo detrás de la cámara de Jesse Eisenberg. ¿Alguna vez te has preguntado cómo un tema tan oscuro como la memoria histórica del Holocausto puede ser tratado con humor sin caer en insensibilidad? Vamos a desglosar esto, con un par de anécdotas y unas risas de paso.

Una historia inesperada: ¿cómo se convierte el dolor en comedia?

La premisa de ‘A real pain’ podría parecer un tanto densa al principio: dos primos, antagónicos por naturaleza, se embarcan en un viaje a Polonia para visitar los lugares de donde escapó su abuela durante el horrible Holocausto. Ahora, puede que estés pensando: “¿Un viaje a Polonia para hablar del Holocausto?”. Es comprensible que este tipo de historias generen cierta reticencia. Sin embargo, aquí es donde se encuentra la magia cinematográfica. Eisenberg parece querer recordarnos que el dolor y el humor pueden coexistir, y que, en ocasiones, los traumas pasados pueden ser abordados con un guiño.

En uno de mis propios «viajes profundos» al cine, recuerdo haber visto una película similar que hablaba del dolor familiar pero adoptaba un tono ligero. Me la recomendó un amigo, de esos que siempre tienen el ojo para encontrar joyas ocultas. Sentí que su humor estaba cargado de emotividad, algo que resuena en ‘A real pain’. Por esta razón, me atrevo a pensar que la comedia puede ser una excelente herramienta para manejar temas difíciles. ¿No te parece?

La genialidad del elenco: Kieran Culkin y su travieso toque

Uno de los elementos que potencializan la película es Kieran Culkin, hermano de nada menos que Macaulay Culkin. ¡Imagínate! Kieran se embarca en la complejidad del protagonismo, poniendo su sello de humor y sarcasmo que a muchos nos hace reír, y a otros les saca una risa nerviosa. Su personaje, una mezcla de hilaridad y melancolía, es un recordatorio de que la risa y la tristeza no son polos opuestos, sino que pueden coexistir en la misma escena. Esa capacidad de equilibrar lo cómico con lo trágico es lo que realmente mantiene la atención del espectador.

Recuerdo una vez, en una cena familiar, un pariente tomó el anuncio de una película de terror demasiado en serio y empezó a contar historias de horror que hicieron que todos estuviéramos incómodos y riéndonos al mismo tiempo. ¿No es ese el arte del cine? Una experiencia de múltiples sentimientos que podría ser poco apropiada pero, en cierta forma, necesaria.

Música y escenas: la estética de Chopin en el viaje

La banda sonora de ‘A real pain’ también juega un papel crucial. El uso de la música chopiniana complementa cada giro de la trama, proporcionando un telón de fondo emocional que trata de equilibrar la tensión del viaje. Beethoven podría haber sido demasiado potente para estas escenas, pero Chopin, con su melancolía, parece ser el compañero perfecto para esos momentos de reflexión y conflicto.

Las escenas que me marcaron, sinceramente, fueron aquellas en las que los primos compartían nostálgicos recuerdos de familia mientras se enfrentaban a su turbulenta relación. Me hizo pensar: “¿Cómo es posible que una familia con tanto pasado doloroso pueda encontrar momentos de hilaridad?” Me llevó de vuelta a esas reuniones llenas de risas donde, entre anécdotas incómodas y recuerdos personales, se forjaban lazos aún más profundos. ¿Quién no ha tenido un primo que siempre hace las mismas bromas sobre los retratos familiares colgados en la sala de estar?

Subtítulos que resaltan el contraste

Los subtítulos también desempeñan un papel importante en el diálogo. Tienen la capacidad de simplificar una situación compleja en un momento mordaz y cómico. A veces, las frases cortas que aparecen en pantalla provocan más risas que las diálogos en sí. Eisenberg logra capturar ese equilibrio; es un juego riesgoso pero efectivo que genera empatía en el espectador. ¿No es genial cómo una frase bien colocada puede transformar un momento tenso en uno de ligero asombro?

La dualidad del viaje emocional: buscar sentido en el dolor

Volviendo a lo central, ¿cómo encontramos sentido en el dolor? El viaje a Polonia no solo es físico, sino también emocional. Nos lleva a través de la herencia judía, el Holocausto y las memorias familiares que, a pesar de estar llenas de dolor, también están impregnadas de amor y resiliencia. La película crea conciencia sin ser condescendiente. Como espectadores, nos vemos obligados a considerar cómo nuestro propio pasado nos ha formado.

Al reflexionar sobre esas cosas, se me ocurre que todos tenemos «viajes» que afrontar de una forma u otra, ya sean personales o culturales. ¿A dónde nos lleva nuestro viaje interno en el proceso de sanación? Recuerdo de pequeño haber ido a un museo con temática de la memoria histórica. Me disipó en dudas, miedos e inseguridades, pero también me dio fuerza. Así, cada historia, cada película, cada anécdota personal se convierte en un recordatorio de la necesidad de conectar con los demás.

La cartelera del día: otros filmes que nos invitan al análisis

Pero espera, ¡hay más! El cine no se detiene solo en ‘A real pain’. Me intrigan otros lanzamientos, como ‘Ciento volando’, un documental que rinde homenaje a Eduardo Chillida. A través de su arte, Chillida nos ofrece un vistazo a la escultura moderna y al significado del dolor en la creación. Desde luego, ese documental puede parecer un descanso a la comedia de Eisenberg, pero también nos obliga a repensar el papel del sufrimiento en el proceso creativo. ¿No es fascinante?

Por otro lado, tenemos ‘The human hibernation’, que nos sumerge en una perspectiva sorprendente de ciencia ficción. ¿Y quién no querría experimentar eso en estos tiempos tan ajetreados? Es un recordatorio de que la libertad creativa en el cine puede adoptar infinidad de formas y explorar un sinfín de emociones.

Reflexiones finales: el humor como catarsis

En conclusión, ‘A real pain’ no solo nos ofrece un vistazo a la historia judía, sino que también juega con la idea de que el humor puede ser un mecanismo de defensa esencial. Aprendemos que para confrontar el sufrimiento, a veces necesitamos reír, incluso si es a través de los ojos de un primo que parece ser la antítesis de lo que queremos ser.

Al final, es un recordatorio de que el cine, en toda su diversidad, invita a la reflexión y a la empatía. Nos da la oportunidad de ver el mundo a través de lentes diferentes y comprender que, sin importar qué, todos enfrentamos nuestras propias trasegadas. ¿Alguna vez has reído en momentos que, de otro modo, habrías calificado de trágicos? Con eso en mente, sin duda podemos decir que el cine tiene el poder de unir nuestras historias y hacernos sentir un poco menos solos en este vasto teatro llamado vida.

Así que, la próxima vez que veas una película que toque temas sensibles, pregúntate: “¿Qué nueva perspectiva puede ofrecerme esta historia?” Porque al final, el humor y el drama son solo dos caras de la misma moneda, ¡y a veces es esa moneda la que nos hace sentir más humanos!